En el marco de la apertura a las importaciones y la abrupta caída en las ventas, la empresa que había establecido una planta de producción de Lavarropas hace tan solo tres años en la zona norte del Gran Buenos Aires anunció su cierre definitivo dejando a más de doscientas personas sin su puesto de trabajo.
La noticia tomó de sorpresa a los empleados que manifestaron su malestar: "Nos acaban de desvincular a todos, incluido el personal de administración. Cierran completamente", relató uno de ellos.
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