¿Subvenciones silencian críticas? Descubre la historia de una mujer que desafió a la ministra de Igualdad por las pulseras de protección.
Esta valiente denunciante expone cómo los servicios de igualdad, a menudo privatizados y dependientes de subvenciones, pueden no estar priorizando a las víctimas. Su enfrentamiento directo con la ministra revela una conversación llena de acusaciones y defensas sobre feminismo, protocolos policiales y el sufrimiento causado por las pulseras de alejamiento.
La activista relata el alto precio que ha pagado por alzar la voz, pero reafirma su compromiso de enfrentarse a la injusticia, sin importar las consecuencias. ¡No te pierdas este testimonio impactante!
00:00Y, evidentemente, si a Temis le dan una subvención, no van a hacer nada, por lo que no les den otra nueva subvención, está claro. Así que aquí todo esto se mueve por subvenciones. El problema es que todos los servicios de igualdad están privatizados.
00:16El lenguaje corporal que tuvo riéndose fue bastante deleznable, partiendo de un alto cargo, el mayor alto cargo en este país de igualdad. Y se puso como a reírse de lo que yo le estaba diciendo y con un lenguaje corporal bastante ofensivo.
00:36Y diciendo que 11 víctimas en Andalucía. Como si esto fuera un concurso de a ver qué partido político tiene más o menos asesinadas. O sea, es que me parece tan lamentable y tan poco empático.
00:49Me dijeron que esto estaba en contra del feminismo, que lo que estaba haciendo estaba en contra. Y le dije claramente que se me oye decirle que esto no es feminismo.
01:00Y, bueno, diciendo que los policías… Le decía yo que los mismos sindicatos de policía están diciendo que no les saltó el protocolo.
01:10Y dice, pero ¿cómo vas a decir eso si los sindicatos de policía son fachas? Eso es con los policías nacionales al lado. Los policías que las estaban protegiendo al lado.
01:21O sea, y yo he mirado a los policías y yo que flipaba en colores.
01:25Porque…
01:26La palabra facha tal cual.
01:28Sí, sí, ahora todo lo que no le conviene a esta gente es facha. Todos somos fachas.
01:32Usted sabe la tortura institucional, que es que te esté pitando una pulsera, recordándote constantemente que tu maltratador está saltándose la orden de alejamiento y que te puede estar atacando por todos lados.
01:45O sea, son mujeres con riesgo extremo. Si le está pitando constantemente, pues es una tortura institucional, evidentemente.
01:52De hecho, tenemos mujeres que han dicho que se quieren quitar el dispositivo porque el que te estén recordando constantemente que el miedo está ahí, que el maltratador lo tiene detrás de tu espalda, tanto para ti como para tus hijos e hijas, pues es terrible.
02:07Lo que lo aseguro es que lo he pagado caro, pero lo asumo, ¿eh? O sea, asumo el precio de estar dando la cara, lo asumo. Prefiero que me la apartan a mí, que la tengo… Bueno, que aquí estoy, que vengan.
02:20Como no tengo ningún miedo en enfrentarme, como viste ayer, a la ministra o 40 ministras que vengan. Me da exactamente igual. Yo ya de eso no tengo ningún problema.
02:31De hecho, me levanté de la cama porque estoy enferma y me levanté de la cama porque me lo dijeron mis compañeras, María, tienes que ir a plantarle cara.
02:39Y me levanté de la cama y me pinté la pestaña y cogí un taxi y me fui para allá con mi andador.
02:45Iba en plan Abuela Cebolleta, que se creían que iba con un bisón y era un poncho lo que llevaba.
02:51Pero bueno, me han dicho de todo. Yo ya me río, ¿no? Porque de verdad que yo es que flipo con la gente.
02:57Y me fui con mi andador y mi poncho a decirle las verdades del valquero a la ministra, que le sentó mal.
03:05Pues es lo que hay, señora, pero tenemos pruebas y podemos demostrar.
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