00:30Tras la caída de los ángeles, los coros fieles se humillaron ante Dios y pidieron que se repararan los vacíos dejados por los rebeldes. Entonces la divinidad obró y, en respuesta a esa súplica, surgió un nuevo mundo.
00:45Junto al globo de tinieblas apareció otro, oscuro al principio, pero pronto lleno de movimiento y vida. La luz divina penetró en él, separando las aguas de la tierra y dando origen a plantas, animales y al esplendor del paraíso terrenal.
01:01La beata Ana Catalina Emmerich describe cómo el nuevo globo fue transformándose gradualmente, aparecieron bandas luminosas, brotó la vegetación y la tierra se llenó de seres vivos.
01:13Todo se volvía más claro, como en un amanecer. Era la primera mañana del mundo, pura incorrupta.
01:20Las aguas brillaban, las plantas crecían altas y los colores eran intensos. Nada tenía el deterioro del tiempo ni la marca del pecado.
01:31El paraíso se mostraba ordenado y santo, sin huella humana. En sus praeras crecían flores, palmeras y árboles de gran belleza.
01:39Las rosas blancas y rojas simbolizaban la futura pasión de Cristo. Había fuentes de donde nacían ríos que volvían a su origen, y animales mansos y nobles que vivían en paz.
01:52Emmerich vio elefantes, ciervos, camellos y un unicornio lleno de dulzura. No existían fieras, insectos ni criaturas deformes. Todo era armonía.
02:03El paraíso aún existe, separado de la tierra por voluntad divina. Nadie puede alcanzarlo, pero permanece como signo de la pureza original de la creación y de la promesa del cielo.
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