00:30Vi ante mí un espacio inmenso lleno de luz y en lo más alto un globo resplandeciente como un sol que comprendiera la morada de la Santísima Trinidad.
00:40De ese centro de luz surgieron coros de espíritus luminosos, fuertes y bellos, organizados en círculos y movidos por el amor que provenía del sol superior.
00:50¿Era una visión de perfecta armonía, donde cada espíritu irradiaba la gloria de Dios?
00:55Sin embargo, una parte de esos ángeles comenzó a mirarse a sí misma, contemplando su propia hermosura y gozándose en ella.
01:03Dejó de elevarse hacia la fuente de la luz y se volvió sobre sí misma.
01:07En ese instante perdieron el movimiento de amor que los sostenía y cayeron, volviéndose oscuros.
01:14Los ángeles fieles ocuparon los lugares vacíos que dejaron los rebeldes y los coros celestiales quedaron reducidos, pero en orden.
01:22Todo ocurrió en un momento, como un destello de separación entre la obediencia y la soberbia.
01:29Los ángeles caídos descendieron a un globo de tinieblas que apareció debajo, su nuevo lugar, estrecho y angustioso comparado con el espacio de luz que habían tenido.
01:38Allí quedaron confinados, llenos de impaciencia y desdicha.
01:43Su caída no fue libre, sino forzada por su propio orgullo y alejamiento del amor divino.
01:48Desde que contemplé esta visión en mi niñez, sentí temor de su influencia sobre el mundo.
01:55Comprendí que rodean la tierra sin tener cuerpo, buscando oscurecer la luz y tentar al hombre.
02:00Si se les viera con claridad, su presencia sería como sombras que se interponen entre el sol y nosotros, una oscuridad constante e insoportable.
02:10Estos espíritus rebeldes permanecen activos, pero sometidos al límite de su propia condena,
02:15mientras los ángeles fieles continúan irradiando la armonía y el amor del cielo.
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