En este video exploramos una experiencia poco común conocida como Smash Room o sala de destrucción, un espacio diseñado para liberar el estrés a través de la ruptura controlada de objetos. Durante una sesión de 20 minutos, los participantes pueden golpear y destrozar elementos como platos, botellas, pantallas y otros materiales en un entorno seguro y preparado para ello.
El objetivo de estas salas es ofrecer una vía alternativa para canalizar emociones y tensiones acumuladas, combinando aspectos de ocio, catarsis y ejercicio físico. En nuestro caso, quisimos comprobar de primera mano cómo se desarrolla la actividad, qué sensaciones genera y si realmente cumple su propósito desestresante.
En el video mostramos todo el proceso: desde las medidas de seguridad y el equipamiento necesario, hasta las impresiones finales tras la sesión. También analizamos por qué este tipo de experiencias se han popularizado en distintas ciudades y qué beneficios psicológicos se les atribuyen.
Una mirada directa a una tendencia que combina diversión, liberación emocional y curiosidad social.
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