Visitamos una pastelería en Sol especializada en la elaboración de los famosos pasteles de nata, típicos de Portugal. Su fabricación es muy sencilla, haciendo esta receta accesible para todos.
La preparación comienza con la base dulce: primero, se elabora la crema blanca. Al mismo tiempo, se trabaja la masa, elaborada con mantequilla y margarina, a través del foliado.
Esta masa requiere una manipulación precisa: primero se corta, luego se hace la forma y se refrigera durante 24 horas, un paso crucial para lograr la textura crujiente.
Una vez que la masa ha sido cortada y la forma se ha abierto, está lista para el relleno. Los moldes se rellenan de la crema preparada. El tiempo de cocción es exacto y crítico para el resultado: van al horno por solo 7 minutos y 30 segundos.
Tras alcanzar su punto dorado, los pasteles de nata deben enfriarse antes de llevarlos al mostrador, donde se venden por unidades o en paquetes, tanto para tomar en la pastelería como para llevar.
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