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Avance semanal de ‘Valle Salvaje’: Una despedida y un pacto inesperado, del 3 al 7 de noviembre
La situación de Luisa se complica y Victoria se queda sola en su lucha contra Dámaso, avance semanal de 'Valle Salvaje' del 3 al 7 de noviembre.
El otoño había llegado a Valle Salvaje no como una promesa de descanso, sino como un presagio. El aire, cargado con el olor a hojas muertas y tierra húmeda, parecía susurrar advertencias en cada rincón, desde los lujosos y fríos salones del palacio hasta los ...
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#‘ValleSalvaje’, #avance, #semanalUna, #despedida, #pacto, #inesperado
Avance semanal de ‘Valle Salvaje’: Una despedida y un pacto inesperado, del 3 al 7 de noviembre
La situación de Luisa se complica y Victoria se queda sola en su lucha contra Dámaso, avance semanal de 'Valle Salvaje' del 3 al 7 de noviembre.
El otoño había llegado a Valle Salvaje no como una promesa de descanso, sino como un presagio. El aire, cargado con el olor a hojas muertas y tierra húmeda, parecía susurrar advertencias en cada rincón, desde los lujosos y fríos salones del palacio hasta los ...
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#‘ValleSalvaje’, #avance, #semanalUna, #despedida, #pacto, #inesperado
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00:00Avance Semanal de Valle Salvaje. Una despedida y un pacto inesperado, del 3 al 7 de noviembre.
00:13La situación de Luisa se complica y Victoria se queda sola en su lucha contra Damaso,
00:19Avance Semanal de Valle Salvaje del 3 al 7 de noviembre.
00:23El otoño había llegado a Valle Salvaje no como una promesa de descanso, sino como un
00:29presagio. El aire, cargado con el olor a hojas muertas y tierra húmeda, parecía susurrar
00:35advertencias en cada rincón, desde los lujosos y fríos salones del palacio hasta los humildes
00:41adoquines de la casa pequeña. Esta semana, la fina capa de hielo que cubría los secretos
00:47más oscuros del valle no solo se resquebrajaría, sino que se haría añicos, arrastrando a todos
00:53en su caída. Para Victoria, la duquesa, cada día se había convertido en una batalla
01:00por la supervivencia.
01:03Pero la llegada de Damaso, un fantasma de su pasado con una sonrisa cínica y derechos
01:09que ella creía enterrados, no era una batalla, era una sentencia. Para Luisa, la inocencia
01:16era un lujo que ya no podía permitirse. Encerrada en la oscuridad, descubriría que la verdad
01:22no siempre libera, y que a veces, la única salida es una mentira más grande.
01:28Y para Adriana, el amor y la esperanza de una nueva vida se verían empañados por la sombra
01:34de una traición tan profunda que reescribiría toda su historia.
01:38La semana comenzaba con una propuesta indecente y terminaba con una confesión devastadora, tejiendo
01:45un pacto de silencio y una alianza forjada en el odio.
01:50Bienvenidos a Valle Salvaje, donde el pasado nunca muere, y siempre vuelve para cobrarse
01:55sus deudas.
01:58Lunes, 3 de noviembre, El regreso del fantasma, capítulo 287, la mañana en el Palacio Salcedo
02:06de la Cruz se había vuelto gélida, y no por el viento de la sierra.
02:09Victoria paseaba por su estudio, sus dedos rozando la madera noble de su escritorio, incapaz
02:18de encontrar la paz.
02:20La presencia de Damaso en el valle era como un veneno lento, y ella sentía sus efectos
02:26paralizantes en cada respiración.
02:29La puerta se abrió sin previo aviso.
02:32No era un sirviente, era él.
02:34Damaso entró con la confianza de quien se sabe dueño del lugar.
02:37No había rastro del hombre derrotado que ella recordaba, este era un depredador que
02:44había olido la sangre.
02:48Victoria, querida, luces pálida, dijo él, su voz aterciopelada llenando el silencio.
02:56¿Qué quieres, Damaso, cuánto dinero necesitas para desaparecer de mi vista?
03:01Replicó ella, su voz temblando de una furia que apenas lograba disimular.
03:07Él soltó una risa corta, una risa que le erizó la piel.
03:12Se acercó, deteniéndose a apenas un palmo de ella, invadiendo su espacio.
03:19Dinero.
03:20El dinero es tan vulgar, Victoria, y tan temporal.
03:23He tenido tiempo de pensar, muchos años.
03:25Y me he dado cuenta de que cometí un error al dejarte ir.
03:31Tú no me dejaste ir.
03:33Yo te he C.H.E. con acento agudo.
03:35Escupió ella.
03:38Los detalles son irrelevantes.
03:40Continuó él, su mirada recorriéndola, desnudándola de su título y su poder.
03:45Lo que importa es el ahora.
03:48Y ahora, quiero volver a estar contigo.
03:51La bofetada resonó en la habitación, seca y violenta.
03:56Pero Damaso ni siquiera parpadeó.
03:59Simplemente se tocó la mejilla, una sonrisa torcida dibujándose en sus labios.
04:06Eso no ha cambiado.
04:07Sigues teniendo esa chispa.
04:09Pero la propuesta es seria, Victoria.
04:11Quiero recuperar mi lugar, a tu lado, como tu marido.
04:16Estás loco.
04:17Estoy casada con José Luis.
04:19Soy la duquesa de Valle Salvaje.
04:23Tú eres muchas cosas, Victoria.
04:25Y yo conozco cada una de ellas.
04:27Su voz bajó a un susurro amenazante.
04:32Sé quién eres.
04:33Sé lo que hiciste para llegar aquí.
04:35Sé, lo de Adriana.
04:37El mundo de Victoria se tambaleó.
04:38El aire abandonó sus pulmones.
04:42Él lo sabía.
04:43El secreto que la mantenía en pie, el pecado original de su nueva vida, estaba en manos del único hombre capaz de usarlo.
04:52Piénsalo, querida.
04:53Tú y yo, juntos.
04:55Como antes.
04:56O la duquesa se desmorona y todos descubren a la asesina que se esconde tras la seda.
05:00Se marchó tan silenciosamente como había entrado, dejando a Victoria aferrada al escritorio, su corazón latiendo con la fuerza de un animal enjaulado.
05:14Estaba acorralada.
05:15Necesitaba a José Luis.
05:17Pero José Luis tenía sus propios demonios.
05:19El encuentro con Damaso no se hizo esperar.
05:24Fue en los establos, el olor a heno y cuero mezclándose con la tensión palpable entre los dos hombres.
05:32Duque.
05:33Saludó Damaso, con una inclinación de cabeza apenas perceptible, insolente.
05:38No eres bienvenido aquí, respondió José Luis, su voz plana, fría como el acero.
05:46Oh, creo que se equivoca.
05:50Este valle guarda mucho de mí, mucho más de lo que usted cree.
05:54Damaso se acercó a Corcel, el caballo favorito del duque, y le acarició el hocico.
06:00Una hermosa bestia, fuerte, noble, pero incluso el semental más orgulloso puede ser.
06:08Domado, o reemplazado, José Luis se volvió lentamente.
06:12Su mirada era letal.
06:14¿Me estás amenazando?
06:17Yo no, solo hago una observación.
06:19Es sorprendente como un hombre de su linaje, de su...
06:24Alcurnia, terminó atándose a una mujer como Victoria.
06:27Aunque, pensándolo bien, Damaso sonrió, y el veneno goteó de sus palabras.
06:33Supongo que es una mejora.
06:35He oído que su primera esposa, esa tal Pilar, era de cuna tan baja que casi se podía oír el barro crujir bajo sus pies al caminar por el palacio.
06:47La mano de José Luis voló hacia la empuñadura de su fusta, sus nudillos blancos, jamás.
06:52Vuelvas, a mencionar, a mi esposa, a cual de ellas, se burló Damaso, a la muerta o a la que compartimos.
07:02La explosión fue inevitable.
07:06José Luis se abalanzó sobre él, pero Damaso, más rápido, lo esquivó, y la fusta golpeó el poste de madera con un sonido sordo.
07:14Cuidado, Duque, la rabia no es buena consejera, y usted tiene mucho que perder.
07:21Yo.
07:23Yo ya lo he perdido todo.
07:24Eso me hace peligrosamente libre.
07:27Mientras el palacio ardía en silenciosas batallas, Don Hernando, ajeno o indiferente, tejía sus propias redes en la corte.
07:35La gran fiesta para presentar a Leonardo y Bárbara estaba en marcha.
07:41Para Bárbara, cada prueba de vestido, cada elección de joya, era una tortura.
07:48Se sentía como un animal premiado antes del sacrificio.
07:51Leonardo, a su lado, compartía su miseria.
07:55No podemos hacer esto, Leonardo.
07:59Susurró ella, mientras una costurera ajustaba el encaje de su vestido.
08:05Mi padre no nos da opción, Bárbara.
08:07Cree que esto, esta farsa, te protegerá, nos protegerá a todos.
08:13¿Protegernos?
08:14Rió ella, una risa sin alegría.
08:16Esto es un escaparate.
08:18Nos exhibe para que todos vean que seguimos bajo su control.
08:22En la casa grande, Adriana sentía una angustia que no lograba definir.
08:28Se aferraba a su vientre, buscando la calma que su hijo Nonato solía darle,
08:32pero la inquietud por Bárbara era demasiado fuerte.
08:35No sé qué le pasa, Rafael.
08:39Le confesó a su esposo, mientras paseaban por el jardín de rosas, ahora mustias.
08:47Está errática, sus ojos, están vacíos.
08:50Tranquila, mi amor, ha pasado por un infierno.
08:55La fiesta, la presión de Don Hernando.
08:58Es normal que esté desubicada.
09:00Intentó calmarla Rafael.
09:01Pero Pedrito, que barría las hojas secas del sendero, no estaba tan seguro.
09:09La señora Bárbara habla sola, señorito Rafael, intervino en voz baja.
09:13El otro día, la vi junto al pozo.
09:18Miraba el agua y... y sonreía, pero no era una sonrisa bonita.
09:24Daba miedo.
09:25El miedo era un visitante frecuente en el valle.
09:28Matilde lo sintió cuando Damaso se le acercó en la plaza del pueblo.
09:32Era la segunda vez esa semana.
09:36Perdone, señorita.
09:38Dijo él, con esa falsa amabilidad que ya la ponía nerviosa.
09:43Sigo buscando información, sobre un joven llamado Gaspar.
09:46Me han dicho que usted...
09:49Que usted lo conocía bien.
09:51La intensidad de su mirada, la forma en que pronunció el nombre.
09:54Gaspar, no, no sé de quién me habla.
10:00Mintió Matilde, retrocediendo.
10:03Un joven que trabajaba en el palacio.
10:06¿Qué?
10:07Murió.
10:08Mucha gente muere en el valle, señor.
10:11Ahora, si me disculpa.
10:13Huyó, su corazón desbocado.
10:17Corrió a la sacristía, buscando a Atanasio.
10:20Atanasio, ese hombre, el forastero.
10:24El que se hospeda en la posada, no deja de preguntarme por Gaspar.
10:28Está obsesionado.
10:31Atanasio frunció el ceño.
10:33¿Por Gaspar?
10:34¿Por qué?
10:35No lo sé.
10:36Pero hay algo en él.
10:39Algo oscuro.
10:40Mientras tanto, Alejo libraba su propia batalla.
10:44Se enfrentaba a la Santa Hermandad, un muro de burocracia y prejuicios.
10:50Luisa es inocente, gritó, golpeando la mesa del investigador.
10:54Fue Tomás.
10:55Él la incriminó.
10:58Señorito Alejo, cálmese.
11:00El testimonio de Atanasio sobre ese tal Tomás es vago.
11:04Vio a un hombre merodeando, sí.
11:05Pero la talla robada se encontró en la casa pequeña, en las pertenencias de Luisa.
11:13Las pruebas son las pruebas.
11:16Las pruebas están manipuladas.
11:18Tomás ha desaparecido.
11:19¿No les dice eso nada?
11:20Nos dice que quizás tuvo un cómplice.
11:24La versión oficial comenzaba a tener grietas, pero eran pequeñas.
11:30Demasiado pequeñas.
11:32En las cocinas del palacio, Isabel sentía cómo sus sospechas se convertían en certezas.
11:37Eva y Amadeo eran demasiado cercanos.
11:42Se protegían con una ferocidad que no era de simples compañeros.
11:46Un error banal.
11:48Amadeo quemó una salsa y Eva se echó la culpa al instante.
11:52Con una rapidez casi ensayada, fue la gota que colmó el vaso.
11:56Francisco, lo llamó a la ordenanza, arrinconándolo en la despensa.
12:03Dime la verdad, esos dos son hermanos.
12:07Señora Isabel, yo no.
12:09Mírame a los ojos, Francisco.
12:12Llevo toda mi vida sirviendo a esta familia, sé leer las mentiras.
12:16Son los hijos de...
12:18Calle, por el amor de Dios.
12:21Susurró él, aterrado.
12:24Sí, son hermanos, pero si esto se sabe.
12:29Si la duquesa, Isabel asintió, su rostro una máscara de piedra.
12:34La verdad era más pesada de lo que había imaginado.
12:38Esa noche, la desesperación llevó a Victoria a los aposentos de su marido.
12:43Lo encontró leyendo junto al fuego, ajeno a la tormenta que se cernía sobre ella.
12:49José Luis, tienes que ayudarme.
12:52Su voz era un ruego.
12:53Damaso, me ha amenazado.
12:55Sabe cosas.
12:58Cosas que pueden destruirnos.
13:00Quiere que vuelva con él.
13:01José Luis levantó la vista de su libro.
13:06Sus ojos eran dos témpanos de hielo.
13:09¿Destruirnos, Victoria?
13:10¿O destruirte a ti?
13:12Es lo mismo, somos marido y mujer.
13:14Somos un contrato, replicó él, cerrando el libro.
13:20Un contrato que firmé para salvar mi patrimonio y que tú firmaste para obtener un título.
13:25No incluía la gestión de tus antiguos amantes.
13:29No es un amante, fue mi marido y te está insultando a ti tanto como a mí.
13:35Ha mencionado a Pilar.
13:38El nombre de su primera esposa vibró en el aire.
13:41La mandíbula de José Luis se tensó.
13:42Lo que ese hombre diga sobre mi difunta esposa me tiene sin cuidado.
13:48Es el ladrido de un perro sarnoso.
13:50Pero tu pasado, Victoria, se levantó, imponente.
13:56Es tuyo, lidia con él, a mí no me involucres.
14:01La dejó sola en mitad de la estancia.
14:03Sola, acorralada y sin aliados.
14:06En la casa pequeña, la desolación era absoluta.
14:11Pepa, con la mirada perdida, mecía una cuna vacía.
14:15El dolor por la marcha de Martín y la detención de su hermana convirtiéndola en un fantasma.
14:20Luisa, en su celda, se abrazaba las rodillas, el frío calándole los huesos.
14:28Alejo, derrotado, tomó la última ruta que le quedaba.
14:34Se presentó en el despacho de su padre, el duque.
14:37Padre, dijo, su voz ronca.
14:40Sé que no estamos en buenos términos.
14:44Sé que me desprecias por, por amar a quien amo.
14:47Pero te lo suplico, no por mí, por ella.
14:51Luisa es inocente.
14:52Tienes el poder de hacer que te escuchen.
14:54Por favor, salva su vida.
14:58José Luis lo miró, su rostro impasible.
15:01La justicia debe seguir su curso.
15:03Alejo, esto no es justicia, es un asesinato.
15:08Si no la ayudas.
15:10Te juro, padre, que jamás te lo perdonaré.
15:13Salió dando un portazo.
15:15José Luis se quedó mirando el fuego, su expresión indescifrable.
15:21Martes, 4 de noviembre.
15:23El precio del silencio, capítulo 288.
15:27La angustia por Luisa se había convertido en una niebla espesa que lo cubría todo.
15:31Cada minuto que pasaba en esa celda inmunda era un ladrillo más en el muro de su condena.
15:41Alejo no había dormido.
15:42Caminaba por los jardines del palacio, ahora muertos por la escarcha, sintiendo la mirada de su padre como una sentencia.
15:49Ha puesto todas sus esperanzas en mí, ¿y yo qué he hecho?
15:56Murmuraba para sí mismo.
15:59He suplicado, he rogado al hombre que me odia.
16:02Sabía que la clave era Tomás.
16:04¿Dónde estaba?
16:05¿Por qué desaparecer así, dejando la talla, esa prueba irrefutable, en la habitación de Luisa?
16:11No tenía sentido.
16:12A menos que el objetivo nunca fuera el robo, sino la inculpación.
16:18Alguien quería a Luisa fuera de juego.
16:22¿Pero quién, y por qué?
16:24El miedo también atenazaba a Leonardo e Irene.
16:27La fiesta de Don Hernando se acercaba, y la idea de sonreír y fingir una felicidad que era veneno puro los enfermaba.
16:36No podemos ir, Irene.
16:38Dijo Leonardo, encontrándola en la biblioteca.
16:41Después de lo de Bárbara.
16:45Es una burla, lo sé, pero tu padre, comenzó Irene.
16:49Mi padre es un monstruo, y es el único monstruo que nos mantiene a flote.
16:54Replicó ella, su voz quebrándose.
16:58¿No lo entiendes?
16:59Nos tiene.
17:00Pero Don Hernando no dejaba cabos sueltos.
17:03Convocó a Irene a su despacho.
17:04Su tono no fue duro, sino suave, paternal, lo cual era infinitamente peor.
17:12Irene, querida.
17:15Sé que estás sufriendo.
17:16Sé que esta farsa te resulta desagradable.
17:19Dijo, sirviéndole una copa de Jerez que ella no tocó.
17:23Pero piensa en Bárbara, está rota, necesita ver que la vida sigue, que hay estabilidad.
17:32Esta fiesta, esta alianza entre nuestras familias, es el ancla que ella necesita para no dejarse llevar por la corriente.
17:39La manipulaba con maestría, usando su amor por Bárbara como un arma contra ella.
17:46Si ella te ve dudar, si te ve infeliz.
17:50Se hundirá.
17:52¿Es eso lo que quieres, Irene?
17:54Verla hundirse de nuevo.
17:56Irene bajó la mirada, derrotada.
18:00Las lágrimas de rabia e impotencia quemaban sus ojos.
18:03No, señor.
18:05No es lo que quiero.
18:06Entonces, sonrió él, satisfecho.
18:11Te veré en la fiesta.
18:13Espléndida, como siempre.
18:16Leonardo, mientras tanto, intentaba su propio acercamiento.
18:20El dolor de Bárbara era su dolor.
18:24Llamó a la puerta de su habitación.
18:26Bárbara, soy yo.
18:28Por favor, ábreme.
18:30Déjame, déjame estar contigo.
18:33El silencio fue su primera respuesta.
18:36Luego, una voz rota, ahogada.
18:39Vete.
18:40Bárbara, por favor.
18:43No tienes que pasar por esto sola.
18:45La puerta se abrió de golpe.
18:47Bárbara estaba allí, envuelta en una bata, su cabello un caos, sus ojos hinchados y salvajes.
18:53Sola, rió, una risa histérica.
18:59Estaba sola allí, Leonardo.
19:01¿Dónde estabas tú?
19:02¿Dónde estaba tu padre?
19:03Yo no lo sabía.
19:06Te lo juro.
19:07Pero él sí.
19:08Tu padre lo permitió.
19:10Y ahora quieres que vaya a una fiesta y sonría a tu lado.
19:14Su voz se convirtió en un grito desgarrador.
19:16Tu presencia, tu cara, me recuerdan a él.
19:21A lo que me hizo.
19:22Me haces daño.
19:23Ahora vete.
19:26Por favor, vete.
19:28Cerró la puerta en su cara.
19:30Leonardo se quedó allí, inmóvil, sintiendo cómo cada palabra lo había desollado vivo.
19:35El amor que sentía por ella era ahora una fuente de dolor.
19:40La impotencia unió a los desesperados.
19:45Adriana, a pesar de su embarazo y de las advertencias de Rafael, tomó una decisión.
19:51No podemos quedarnos aquí.
19:53Alejo, prepara el carruaje.
19:56Adriana, ¿qué haces?
19:57Preguntó Rafael, alarmado.
20:01Vamos a la cárcel.
20:02Vamos a testificar.
20:03Los tres, Rafael, tú eres el hijo del duque.
20:08Alejo es el hijo del duque.
20:10Y yo soy, yo soy Adriana.
20:12No van a ignorarnos.
20:13No pueden.
20:15El viaje fue tenso y silencioso.
20:17El edificio de la prisión se alzaba como un monolito gris contra el cielo plomizo.
20:24Mientras ellos luchaban por la justicia, José Luis se ocupaba de la suya.
20:29Abandonó el valle al amanecer, solo, embozado en una capa oscura.
20:33Cabalgó durante horas hasta un cruce de caminos olvidado, donde un hombre sin rostro lo esperaba junto a un caballo sudoroso.
20:42¿Traes lo que te pedí?
20:45Preguntado José Luis, sin bajarse del caballo.
20:49El hombre asintió.
20:49Y el dinero, José Luis le lanzó una pesada bolsa de cuero.
20:56El tintineo de las monedas fue obsceno en el silencio del campo.
20:59Aquí hay más de lo acordado.
21:04Dijo el duque.
21:05Quiero que el asunto quede zanjado.
21:07Para siempre.
21:09Que no quede ni rastro.
21:10Ni de él, ni de su recuerdo.
21:13Descuide, duque.
21:14Cuando yo termino un trabajo.
21:18Es como si nunca hubiera existido.
21:20Eso espero.
21:21Por tu bien.
21:22José Luis dio media vuelta y espoleó a Corcel.
21:25Desapareciendo en la niebla matutina.
21:28No miró atrás.
21:30Había pagado para enterrar un fantasma.
21:32Pero en Valle Salvaje, los fantasmas no se entierran con dinero.
21:37La sombra de Damaso, mientras tanto, crecía y crecía sobre el palacio.
21:43Victoria lo sentía en cada pasillo.
21:45Intentó ofrecerle dinero de nuevo, joyas, una propiedad en el extranjero.
21:52Él se rió en su cara.
21:55No entiendes nada, Victoria.
21:57Yo no quiero tus cosas.
21:59Te quiero a ti.
22:00Quiero mi vida de vuelta.
22:03La desesperación de Victoria se volvía peligrosa.
22:06Cueste lo que cueste, se dijo.
22:10Tengo que deshacerme de él.
22:12Sus ojos se posaron en el escritorio.
22:13En el cajón cerrado con llave donde guardaba el láudano.
22:18Damaso, ajeno a los planes de Victoria, seguía con su propia obsesión.
22:23Gaspar.
22:24Estaba convencido de que Matilde mentía.
22:28La esperó a la salida de la iglesia.
22:30Señorita, por favor.
22:32Dijo, su tono más duro esta vez.
22:37Sé que conocí a Gaspar.
22:39Sé que eran cercanos.
22:41Le he dicho que me deje en paz.
22:42Matilde intentó esquivarlo, pero él la bloqueó.
22:47Escúchame, niña.
22:49La agarró del brazo.
22:50Su fuerza la sorprendió.
22:52Necesito saber qué le pasó.
22:55Necesito saber la verdad.
22:57¿Por qué?
22:57¿Qué le importa a usted un simple criado?
23:00Damaso la miró.
23:02Y por primera vez, Matilde no vio oscuridad en sus ojos,
23:05sino un dolor profundo, casi demencial.
23:08Porque ese simple criado, su voz se quebró.
23:13Punto era mi hijo.
23:15Matilde ahogó un grito.
23:18Dios mío, su hijo, el misterioso hombre que la acosaba era el padre de Gaspar.
23:23El mundo, una vez más, se ponía del revés.
23:28Miércoles, 5 de noviembre.
23:31El peso de la soledad.
23:33Capítulo 289.
23:37Victoria estaba al límite.
23:39La revelación de Damaso a Matilde se extendió como la pólvora por el servicio,
23:43llegando a sus oídos a través de una doncella asustada.
23:46Dice que Gaspar era su hijo, duquesa.
23:51Ahora todo cobraba sentido.
23:53La obsesión, la negativa a irse.
23:57No era solo por ella.
23:58Era por el hijo que nunca conoció.
24:00Esto lo hacía mil veces más peligroso.
24:04Ya no era un chantajista.
24:06Era un hombre con una misión.
24:08Se sentía atrapada.
24:10La presencia de Damaso era física, opresiva.
24:12Él desayunaba en el gran comedor, usaba la biblioteca,
24:18daba órdenes a los criados como si los 20 años de ausencia hubieran sido solo un mal sueño.
24:25Como si nunca se hubiese ido, pensó Victoria con un escalofrío.
24:29Buscó a José Luis con la mirada durante el desayuno.
24:34Necesitaba, si no su ayuda, al menos su complicidad.
24:38Un frente unido.
24:39Pero él ni siquiera la miró.
24:40José Luis, tenemos que hablar.
24:44Insistió ella, siguiéndolo a su despacho.
24:47No tenemos nada de qué hablar, Victoria.
24:51Se está comportando como el dueño del palacio.
24:55Dice que Gaspar era su hijo.
24:56Está descontrolado.
24:59José Luis se volvió, su paciencia rota.
25:02¿Y qué esperabas?
25:03¿Que tu pasado simplemente se desvaneciera?
25:06Te dije que te hicieras cargo, Victoria.
25:08Si no puedes controlar a un solo hombre, quizás el título de duquesa te queda grande.
25:16¿Cómo te atreves?
25:17Me atrevo porque estoy harto.
25:19Dijo él, su voz baja y cargada de desprecio.
25:22Harto de tus secretos, de tus miedos.
25:28Creí que eras más fuerte.
25:29Me equivoqué.
25:30Ahora, déjame.
25:33Tengo asuntos importantes que atender.
25:36Su reacción fue peor que un grito.
25:38Fue la indiferencia.
25:39El portazo de su despacho resonó en el pasillo como el último clavo en el ataúd de su alianza.
25:48Victoria se apoyó contra la pared, sintiendo un vacío aterrador.
25:52El hombre por el que había arriesgado todo le daba la espalda.
25:57Estaba sola, más sola que nunca.
26:00El sentimiento de estar atrapado era compartido.
26:03Irene y Leonardo se preparaban para la fatídica fiesta.
26:08Ya no había debate.
26:09La manipulación de don Hernando había surtido efecto.
26:13Iremos, dijo Irene, su voz monótona, mientras se probaba un collar de esmeraldas.
26:20Sonreiremos, y fingiremos que el mundo no se está cayendo a pedazos.
26:24Leonardo la miró.
26:28El amor que había sentido por Bárbara, esa pasión arrebatadora,
26:32se había transformado en algo más sombrío.
26:35Una mezcla de culpa y una necesidad feroz de protegerla.
26:40Ya no se trata de nosotros, ¿verdad?
26:42Dijo él, más para sí mismo que para Irene.
26:47Ni siquiera de lo que siento por ella.
26:49Se trata de mantenerla a salvo.
26:51De él, de mi padre.
26:54Sí, Leonardo, confirmó Irene, su mirada encontrándola de él en el espejo.
27:00Se trata de eso.
27:03De protegerla del daño que nosotros, con nuestro amor, hemos ayudado a causar.
27:08La tarde trajo consigo un nuevo sobresalto.
27:13Un jinete llegó al valle, su caballo cubierto de sudor y polvo.
27:17No era un viajero cualquiera.
27:21Era el capitán de la Santa Hermandad, el hombre que tenía el destino de Luisa en sus manos.
27:25Alejo y Adriana, que volvían desolados de su infructuoso intento de testificar en la cárcel,
27:34les habían negado la visita, lo vieron llegar a la plaza.
27:37Capitán, gritó Alejo, corriendo hacia él.
27:42Por favor, díganos algo.
27:45¿Trae noticias?
27:45El capitán desmontó, su rostro grave, curtido por el sol y la preocupación.
27:51Señorito Alejo, señora Adriana.
27:54Sí, traigo noticias.
27:59La investigación ha concluido.
28:01Adriana contuvo el aliento, su mano volando a su vientre.
28:07Alejo la sostuvo.
28:08Y bien, presionó Alejo.
28:11Hay una decisión de las autoridades.
28:13La tensión era insoportable.
28:14Adriana miró a Alejo, sus ojos llenos de una pregunta silenciosa que ambos compartían.
28:23¿José Luis?
28:24¿Había intercedido el duque?
28:25¿Había usado su poder para salvar a la mujer que su hijo amaba?
28:29¿O la había usado para librarse de ella, para alejar a Alejo de esa criada que tanto despreciaba?
28:36En la casa pequeña, Pepa se había unido a ellos, sus ojos fijos en el capitán, esperando un milagro.
28:47El capitán se quitó el sombrero, un gesto de respeto, o de pésame.
28:52La decisión está tomada.
28:56Teniendo en cuenta las pruebas halladas, y la falta de otros sospechosos.
29:01Hizo una pausa, y el mundo pareció detenerse.
29:03Hable ya, por el amor de Dios.
29:07Explotó Alejo.
29:09Luisa ha sido declarada culpable del robo.
29:13Será trasladada a la prisión de la capital al amanecer para cumplir su sentencia.
29:19No, no.
29:21Adriana soltó un sollozo que se convirtió en un grito ahogado.
29:24Cayó de rodillas, el polvo de la plaza manchando su vestido.
29:30No, es mentira.
29:31Ella es inocente.
29:33Alejo se quedó paralizado.
29:35El aire le faltaba.
29:38Era una pesadilla.
29:39Miró al capitán, buscando un resquicio de duda, pero solo encontró lástima.
29:46Lo siento, señorito.
29:48La ley ha hablado.
29:49Se marchó, dejando tras de sí un silencio roto solo por el llanto desgarrador de Adriana y el grito mudo de Alejo.
29:56Las consecuencias habían llegado, y eran irrevocables.
30:01La noticia cayó como plomo en la casa pequeña.
30:11No habría liberación.
30:13No había esperanza.
30:16La sentencia era firme.
30:18Alejo estaba fuera de sí.
30:20Rompió un jarrón.
30:21Volcó una silla.
30:22Es él, es mi padre, rugía, sus ojos inyectados en sangre.
30:29Le supliqué, y esta es su respuesta.
30:31No solo no la ha ayudado, sino que se ha asegurado de que la condenen.
30:36Quiere destruirme.
30:37Quiere que ella se pudra en la cárcel para separarla de mí.
30:41Adriana, sentada en un rincón, temblaba incontrolablemente.
30:45El llanto se había secado, dejando paso a un miedo frío.
30:51Alejo, no, no puede saberlo.
30:54Lo sé.
30:54Conozco a mi padre.
30:56Esto lleva su firma.
30:58Rafael observaba a su esposa.
31:00Adriana, estaba pálida como la cera, sus manos aferradas a su vientre con una fuerza que lo asustó.
31:07La angustia la estaba consumiendo, y con ella, a su hijo.
31:11Basta, Alejo, dijo Rafael, su voz firme.
31:17Culpar a mi padre no la ayudará.
31:19Se volvió hacia Adriana y le tomó el rostro entre las manos.
31:25Adriana, escúchame.
31:27Tienes que verla.
31:28Tienes que despedirte.
31:29O esta incertidumbre te matará.
31:32No nos dejarán entrar.
31:33Lo intentamos ayer.
31:35Ayer yo era Rafael.
31:36Hoy, dijo él, su rostro endureciéndose con una determinación que ella rara vez veía.
31:43Soy el hijo del duque.
31:46Y tú eres mi esposa.
31:47Nos dejarán entrar.
31:49Cumplió su palabra.
31:50La autoridad en su voz, el peso de su apellido, abrieron las puertas de la prisión que antes les habían cerrado.
31:59El carcelero, oscó, los guió por pasillos húmedos y oscuros hasta una pequeña sala de visitas, dividida por unos barrotes oxidados.
32:07Cinco minutos, y sin contacto, gruñó el guardia.
32:14Adriana se acercó, su corazón latiendo con fuerza.
32:17Entonces, la vio, la mujer que llevaron arrastrando dos guardias no era Luisa.
32:26No la amiga vibrante y terca que conocía.
32:30Era un espectro.
32:31Su cabello estaba sucio y apelmazado.
32:34Su vestido de criada rasgado.
32:35Tenía un cardenal oscuro en la mejilla y sus ojos.
32:41Sus ojos estaban vacíos, muertos.
32:45Luisa, susurró Adriana, sus manos aferrándose a los barrotes.
32:50Luisa levantó la mirada lentamente.
32:54No había reconocimiento.
32:55Solo un vacío infinito.
32:57Adriana.
32:58Su voz era un graznido seco.
32:59Dios mío, Luisa, ¿qué te han hecho?
33:03Las lágrimas brotaron de nuevo.
33:05Estamos aquí.
33:06Alejo te ama.
33:07Estamos luchando.
33:09Tienes que ser fuerte.
33:10Dinos la verdad.
33:11Fue Tomás, lo sabemos.
33:15Luisa la miró, y por un segundo, una chispa de la antigua Luisa pareció volver.
33:20Pero fue reemplazada por una mueca que podría haber sido una sonrisa.
33:26No.
33:27No hay nada por lo que luchar.
33:28No digas eso.
33:30No te rindas.
33:31Vete, Adriana.
33:33Vete a casa.
33:35Olvídate de mí.
33:36No.
33:37No me iré hasta que me digas qué ha pasado.
33:39¿Te han amenazado?
33:41Te han...
33:42Pegado.
33:44El guardia golpeó los barrotes con su porra.
33:47Se acabó el tiempo.
33:49Luisa, por favor.
33:52Vete.
33:53Gritó Luisa, con una fuerza repentina que sobresaltó a Adriana.
33:57Déjame en paz, simplemente.
33:59Déjame.
34:02Los guardias la arrastraron de vuelta a la oscuridad.
34:05Adriana se quedó allí, temblando, incapaz de procesar lo que había visto.
34:09La habían quebrado.
34:13Habían matado a su amiga, dejando solo el cascarón.
34:17Rafael tuvo que sostenerla para sacarla de allí.
34:19La visita no le había dado paz.
34:22Le había robado la última pizca de esperanza.
34:26Mientras Adriana se enfrentaba a esa oscuridad, Isabel se enfrentaba a la suya.
34:30La verdad sobre Eva y Amadeo la había destrozado.
34:35No era solo el hecho de que fueran hermanos, era la mentira.
34:40La mentira de Francisco, en quien confiaba.
34:44La mentira de una casa, la de los Salcedo de la Cruz, a la que había dedicado su vida entera.
34:49Se miró al espejo de su austera habitación.
34:53Vio a una mujer vieja, cansada, cómplice de secretos que no eran suyos.
34:58He construido mi vida sobre cimientos podridos, pensó.
35:04La culpa la ahogaba.
35:06Culpa por no haberlo visto antes.
35:09Culpa por haber servido a una familia.
35:11¿A Victoria?
35:12¿Cómo podía seguir sirviendo a una mujer que guardaba secretos tan oscuros?
35:16¿Y cómo podía proteger a esos dos chicos, ahora que sabía la verdad?
35:22Tomó una decisión, radical, la única que le quedaba.
35:26No era una liberación.
35:27Era una huida.
35:28No escribió una nota.
35:31No se despidió de nadie.
35:33Cogió su pequeño bolso de ahorros, se puso su chal más discreto y, al amparo del cambio
35:38de guardia, salió por la puerta de servicio.
35:43Caminó sin mirar atrás, desapareciendo en el crepúsculo.
35:47Se liberaba del pasado, pero también abandonaba a los únicos que habían confiado en ella.
35:53La noticia de su huida no tardaría en llegar.
35:55Pero antes de eso, la amenaza de Damaso propició una de las alianzas más inesperadas del valle.
36:03Mercedes interceptó a Victoria en el salón principal.
36:06Duquesa.
36:07Victoria la miró con cansancio.
36:09Ahora no, Mercedes.
36:13Creo que sí.
36:14Dijo Mercedes, su voz baja y urgente.
36:18Ese hombre, Damaso.
36:19No solo es una amenaza para usted.
36:23Victoria arqueó una ceja.
36:25Ah, no, es ambicioso.
36:27Y si él recupera su posición, a su lado, dijo, midiendo las palabras, ¿dónde quedo yo?
36:37¿Dónde queda mi influencia?
36:39Él querrá controlarlo todo.
36:42Incluyendo las finanzas.
36:44Incluyéndome a mí.
36:45Victoria la observó.
36:47Vio el miedo genuino en los ojos de la intendenta.
36:51Mercedes no temía por Victoria.
36:53Temía por sí misma.
36:54Y eso la convertía en una aliada fiable.
36:59Usted y yo no nos gustamos.
37:01Duquesa.
37:02Continuó Mercedes.
37:03Pero ambas somos mujeres de poder.
37:06Y ambas estamos a punto de perderlo todo por culpa de un hombre que cree que puede llegar y reclamar lo que abandonó.
37:15El silencio se alargó.
37:16Victoria vio la lógica.
37:18Fría.
37:19Calculadora.
37:20¿Qué propones, Mercedes?
37:21Propongo que unamos fuerzas.
37:25Él es un problema.
37:26Y los problemas.
37:27Mercedes sonrió.
37:28Una sonrisa gélida.
37:31Tienen soluciones.
37:33Viernes, 7 de noviembre.
37:35La confesión y la carta.
37:37Capítulo 291.
37:38La mañana del viernes estalló con el caos.
37:44No está.
37:44La señora Isabel no está en su cuarto.
37:48Las cocinas eran un hervidero.
37:50Eva y Amadeo se miraban con pánico.
37:53Se ha ido.
37:54Susurró Amadeo, pálido.
37:55Por nuestra culpa.
37:59No, no.
38:01Ella no haría eso.
38:02Lloriqueó Eva.
38:03Atanasio, llamado de urgencia, los interrogó con dureza.
38:09¿Dónde está?
38:10¿Qué le dijisteis?
38:11Nada, señor Atanasio.
38:13Lo juro.
38:14No sabemos nada.
38:15Aseguró Amadeo, intentando proteger a su hermana.
38:18Pero Atanasio no les creyó.
38:22Eran la causa.
38:23Lo sabía.
38:24Nadie tan leal como Isabel Salcedo, pues siempre se consideró una Salcedo de corazón.
38:29Desaparecería así como así.
38:33La noticia llegó a Victoria como un rayo.
38:35Estaba lidiando con la organización de la dote de una sobrina y la sonrisa satisfecha de Damaso en el otro extremo del pasillo, cuando Atanasio entró sin aliento.
38:46Duquesa, es Isabel.
38:48Ha desaparecido.
38:49Victoria se quedó helada.
38:51¿Mercedes?
38:52No, esto no era obra de Mercedes.
38:56¿Cómo que ha desaparecido?
38:58Se ha ido.
38:59Se ha llevado sus cosas.
39:00Los cocineros.
39:01Creo que la han presionado.
39:04Idiota.
39:05Gritó Victoria, perdiendo la compostura por primera vez.
39:09No me importa por qué.
39:10Encuéntrala.
39:11Ahora.
39:13Atanasio retrocedió, asustado por su violencia.
39:16Duquesa, pero...
39:18Esa mujer.
39:20Esa mujer lo sabe todo.
39:21Sabe todos mis secretos.
39:23Si habla.
39:25Si se va de la lengua.
39:26Victoria no terminó la frase.
39:28El pánico era absoluto.
39:30Isabel no solo conocía sus tejemanejes financieros.
39:33Conocía el secreto de Adriana.
39:35La única persona, aparte de José Luis, que podía corroborar la historia, estaba desbordada.
39:45Damaso por un lado, Isabel por el otro.
39:48Su mundo se cerraba sobre ella.
39:50Quiero que registren cada posada, cada carruaje.
39:54Encuéntrala, Atanasio, o te juro que te haré desear no haber nacido.
39:59Pero mientras Atanasio iniciaba una búsqueda inútil, el destino golpeaba en el lugar más
40:04oscuro.
40:07Adriana había vuelto a la prisión.
40:09Sola, necesitaba una respuesta.
40:11Necesitaba oírlo de sus labios, aunque la matara.
40:14Luisa, dijo, de pie frente a los barrotes.
40:20La visión de su amiga rota le partía el alma.
40:24Solo una cosa, mírame a los ojos y júrame.
40:27Júrame que no lo hiciste.
40:29Luisa levantó la cabeza.
40:32Sus ojos muertos se encontraron con los de Adriana.
40:35Pareció dudar un segundo.
40:36Un temblor recorrió su cuerpo.
40:40¿Importa?
40:41Susurró.
40:42Para mí importa.
40:43Alejo está destrozado.
40:45Cree que mi cuñado, su padre, te ha condenado.
40:48Al oír el nombre de Alejo, algo se rompió en Luisa.
40:53Una lágrima solitaria, sucia, rodó por su mejilla amoratada.
40:59Tomó aire.
41:00Fui yo, Adriana.
41:02Adriana negó con la cabeza, como si pudiera borrar las palabras.
41:08No, no, mientes.
41:10Te están obligando.
41:12Fui yo.
41:13Gritó Luisa, aferrándose a los barrotes, su rostro a centímetros del de Adriana, sus
41:18ojos llameando con una desesperación febril.
41:21Robé esa maldita talla, quería el dinero, quería huir de este maldito valle.
41:28Soy una ladrona, ¿es eso lo que querías oír?
41:32Luisa, ¿por qué?
41:33Ahora vete, vete y déjame, olvida que existí, soy culpable.
41:37La confesión fue tan brutal, tan inesperada, que dejó a Adriana sin aire.
41:43No tenía sentido.
41:45Luisa no era así, o si, ¿acaso la estaba protegiendo?
41:50¿O estaba protegiendo a alguien más?
41:53¿A Pepa?
41:53¿A Martín?
41:54Se alejó de la prisión como una autómata.
41:58El mundo había perdido sus colores.
42:00Su mejor amiga era una ladrona.
42:02Su familia política era un nido de víboras.
42:07Caminaba por la plaza del pueblo, sin rumbo, cuando un niño harapiento tiró de su manga.
42:14¿Señora Adriana?
42:15Ella lo miró sin ver.
42:17Un hombre.
42:18Bueno, una señora, me dio esto para usted.
42:23Dijo que era muy importante.
42:25Le tendió un sobre arrugado y sellado.
42:28Adriana lo abrió mecánicamente.
42:29Reconoció la caligrafía al instante.
42:34Era de Isabel.
42:36Mientras tanto, en el palacio, Atanasio informaba a una victoria histérica que no había ni rastro
42:41de Isabel.
42:44Y en la celda, Luisa se derrumbaba en el suelo de piedra, sollozando en silencio.
42:49Perdóname, Alejo.
42:53Perdóname, Adriana.
42:55Es la única forma.
42:56La única forma de manteneros a salvo.
42:58Adriana desplegó la carta.
43:02Sus ojos recorrieron las primeras líneas.
43:05Querida Adriana, perdóname por esta huida.
43:09No puedo seguir en esa casa.
43:11No puedo seguir mintiendo.
43:12Hay cosas que debes saber.
43:15Cosas que han marcado tu vida sin que tú lo supieras.
43:18No me siento con fuerzas para decírtelo a la cara, pero mereces la verdad.
43:24Es sobre la muerte de tu padre.
43:26Adriana se detuvo.
43:27El corazón le dio un vuelco.
43:29No fue un accidente.
43:32No fue un simple robo que salió mal.
43:34Victoria, la duquesa.
43:36Ella, Adriana levantó la mirada del papel, sus manos temblando tan violentamente que casi
43:42lo deja caer.
43:45Sus ojos se fijaron en la distancia, en la silueta imponente del palacio Salcedo de la
43:50cruz, su hogar.
43:53El lugar que había creído su refugio, la sangre se le geló en las venas.
43:58La verdad, la verdad que Isabel se atrevía por fin a confesar, estaba allí, en sus manos.
44:06Y esa verdad no solo lo cambiaría todo.
44:08Lo destruyó.
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