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Avance ‘Valle Salvaje’: Alejo suplica ante el fatal destino de Luisa (capítulo 287, lunes 3 de noviembre)
Avance del capítulo 287 de ‘Valle Salvaje’, que se emite el lunes 3 de noviembre. La situación de Luisa se complica aún más mientras Dámaso destapa sus verdaderas intenciones. Con vídeo incluido.
El aire de la celda era una mezcla nauseabunda de humedad, piedra fría y desesperación ajena. Cada rincón de aquel cubículo oscuro parecía impregnado del sufrimiento de quienes lo habían ocupado ant ...
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Transcript
00:00Avance Valle Salvaje. Alejo suplica ante el fatal destino de Luisa, capítulo 287, lunes 3 de noviembre.
00:17Avance del capítulo 287 de Valle Salvaje, que se emite el lunes 3 de noviembre. La situación de
00:24Luisa se complica aún más mientras Damaso destapa sus verdaderas intenciones.
00:30Con vídeo incluido, el aire de la celda era una mezcla nauseabunda de humedad, piedra fría y desesperación ajena.
00:41Cada rincón de aquel cubículo oscuro parecía impregnado del sufrimiento de quienes lo habían ocupado antes.
00:50Luisa se abrazaba las rodillas, sentada sobre el jergón de paja que apenas la aislaba del suelo helado.
00:56La luz que se filtraba por el pequeño ventanuco enrejado era gris, pálida, un reflejo del cielo plomizo de un otoño que parecía verse instalado no sólo en el paisaje, sino también en su alma.
01:13Cerraba los ojos y la imagen del rostro severo del capitán de la Santa Hermandad la asaltaba una y otra vez.
01:18Sus palabras, duras como el acero de su espada, resonaban en sus oídos.
01:27Quedáis detenida por el robo de la talla sagrada.
01:29Las pruebas os señalan, moza. No intentéis negar lo evidente. ¿Pruebas? ¿Qué pruebas podían existir de un crimen que no había cometido?
01:41Era una pesadilla, una trampa urdida con hilos invisibles que la estaban asfixiando.
01:49Pensaba en Alejo. ¿Su Alejo? ¿Sabría ella lo que había ocurrido? El corazón se le encogió en un nudo de angustia.
01:55Lo imaginaba buscándola, preguntando por ella, su rostro desencajado por la preocupación.
02:07Esa imagen era, si cabe, más dolorosa que los barrotes que la aprisionaban.
02:11Alejo, amor mío, sácame de aquí, susurró al vacío.
02:17Y las lágrimas, que había contenido con una voluntad de hierro, comenzaron a rodar por sus mejillas,
02:23trazando surcos limpios sobre la suciedad y el polvo de su rostro.
02:30Mientras Luisa se consumía en su celda, Alejo sentía que el mundo se desmoronaba bajo sus pies.
02:35Corría por las calles empedradas de la villa, sin aliento, con el pánico atenazándole la garganta.
02:48Cada rostro que se cruzaba parecía juzgarlo, cada murmullo sonaba como una acusación contra la mujer que amaba.
02:54Su primer impulso, su única esperanza en aquel caos, era José Luis.
03:02El duque, un hombre de poder, de influencia.
03:08Alguien que, con una sola palabra, podría desbaratar aquella farsa.
03:13Llegó a las puertas del palacio ducal sin apenas aire en los pulmones.
03:16Los guardias, al reconocerlo, le franquearon el paso con una inclinación de cabeza, pero él ni siquiera reparó en ellos.
03:31Cruzó el patio, subió las escalinatas de mármol de dos en dos y entró en el gran salón donde José Luis revisaba unos documentos sobre una mesa de caoba pulida.
03:40José Luis, exclamó Alejo, con la voz rota por el esfuerzo y la angustia.
03:48El duque levantó la vista, sus ojos azules, fríos y calculadores, se posaron en él.
03:57No había sorpresa en su mirada, sino una calculada distancia.
04:02Alejo, ¿a qué se debe esta?
04:04Interrupción tan vehemente, modera tus formas, te lo ruego.
04:11Estás en mi casa.
04:12Han detenido a Luisa.
04:14Gritó Alejo, ignorando la reprimenda.
04:19La Santa Hermandad se la ha llevado.
04:22La acusan de robar la talla.
04:24Es una locura, una mentira infame.
04:26Tienes que ayudarme.
04:27Por favor, José Luis, tú tienes poder.
04:33Tu palabra es ley para esa gente.
04:35Diles que es un error, que la liberen.
04:41José Luis se recostó en su sillón, entrelazando los dedos.
04:45Su calma era exasperante.
04:47Un muro de hielo contra la desesperación ardiente de Alejo.
04:50Comprendo tú, agitación, es natural, pero no debes dejarte llevar por los impulsos.
05:01La Santa Hermandad no actúa sin motivo.
05:03Si la han detenido, es porque deben tener indicios.
05:09¿Indicios?
05:10No hay indicios que valgan.
05:11Luisa es inocente.
05:13La conozco mejor que a mí mismo.
05:17Sería incapaz de cometer un acto así.
05:19Alguien le ha tendido una trampa.
05:21Alguien quiere hacerle daño.
05:25El mundo está lleno de gente que quiere hacer daño a otros.
05:28Alejo replicó el duque con un suspiro cansado, como si le estuviera explicando una lección
05:33elemental a un niño.
05:37Pero mi posición es delicada.
05:39Interceder por alguien acusado de un sacrilegio.
05:42¿Comprendes el daño que eso podría hacer a mi reputación?
05:45La gente del pueblo es muy devota.
05:50Apoyar a una ladrona de reliquias sagradas no es la mejor manera de ganarse su favor.
05:54Pero no es una ladrona.
06:00Insistió Alejo, golpeando la mesa con el puño, haciendo vibrar la pluma en el tintero.
06:05Es la mujer que amo.
06:09Pensé, pensé que, después de todo lo que hemos vivido, podría contar contigo.
06:14José Luis se levantó y caminó hacia la ventana, dándole la espalda.
06:22La luz de la tarde dibujaba su silueta imponente.
06:25Mi apoyo no es un cheque en blanco, Alejo.
06:31Mi ascenso, mi posición, me ha costado mucho.
06:37No puedo arriesgarlo todo por un arrebato pasional.
06:40Lo lamento.
06:41Te sugiero que busques un buen abogado, si es que puedes pagarlo.
06:44Es todo lo que puedo hacer.
06:49La frialdad de sus palabras fue como una bofetada.
06:52Alejo se quedó inmóvil, sintiendo como la última de sus esperanzas se hacía añicos.
06:57Miró al hombre que una vez consideró un amigo y solo vio a un político, a un estratega que medía cada uno de sus movimientos en el tablero del poder.
07:11La decepción era un veneno amargo que le quemaba la garganta.
07:15Fue en ese preciso instante de desolación cuando un criado anunció una nueva visita.
07:19Un hombre alto, de porte distinguidos y mirada penetrante, entró en el salón con una seguridad que desentonaba con la tensión del ambiente.
07:33Su cabello oscuro tenía las sienes plateadas y una sonrisa enigmática jugaba en sus labios.
07:41José Luis, querido amigo, espero no interrumpir nada de importancia.
07:45José Luis se giró, y por primera vez en mucho tiempo, Alejo vio una fisura en su máscara de impasibilidad.
07:54Un atisbo de sorpresa, de incomodidad, casi de temor, Damaso.
08:00¿Qué haces aquí? No esperaba tu visita.
08:04El recién llegado, Damaso, extendió los brazos con un gesto teatral.
08:10¿Acaso un viejo amigo necesita una invitación formal?
08:13Pasaba por la región y no podía dejar de venir a saludar al flamante duque.
08:20He oído hablar mucho de tus logros.
08:23Te has labrado un buen camino.
08:25La presencia de Damaso cambió por completo la atmósfera del salón.
08:31El aire se cargó de una electricidad sutil, de un pasado no resuelto.
08:36Alejo, sintiéndose un extraño en una conversación que no comprendía,
08:40se retiró en silencio, con el peso de la negativa de José Luis aplastándole el alma.
08:48Pero mientras salía, escuchó la voz de Damaso, cargada de un veneno aterciopelado.
08:53Aunque debo decir, José Luis, que me sorprende tu elección final.
09:01Después de todo.
09:04¿Casarte con alguien de cuna tan baja como esa tal Pilar?
09:07Creí que tus ambiciones apuntaban más alto.
09:09Una mancha en un linaje que intentas pulir con tanto esmero, ¿no crees?
09:17La puya era directa, un dardo certero al corazón del orgullo de José Luis.
09:24Alejo no necesitó ver el rostro del duque para saber que aquellas palabras habían dado en el blanco.
09:29El miedo que había visto en sus ojos no era por un simple reencuentro.
09:36Era el miedo a que aquel hombre, Damaso, tuviera el poder de derribar el castillo de Naipes que con tanto esfuerzo había construido.
09:46Victoria sintió un escalofrío recorrerle la espalda cuando el mayordomo le anunció el nombre del visitante.
09:51Damaso, el nombre resonó en su mente como un eco de un tiempo que creía enterrado.
10:00Una época de secretos, pasiones y peligros que había luchado por olvidar.
10:07Se miró al espejo del tocador, intentando componer una expresión de serenidad,
10:11pero sus ojos delataban la tormenta que se había desatado en su interior.
10:15¿Por qué ahora? ¿Por qué él?
10:21Bajó la escalinata con la elegancia que la caracterizaba,
10:24cada paso medido, la falda de su vestido de seda susurrando sobre el mármol.
10:32Lo encontró en el salón principal, de espaldas a ella,
10:35contemplando un retrato de los antepasados del duque.
10:38José Luis ya no estaba. Damaso dijo ella, su voz más firme de lo que se sentía.
10:47Él se giró lentamente, y la sonrisa que le dedicó no había cambiado en absoluto.
10:55Era la misma sonrisa depredadora, la misma que la había cautivado y aterrorizado a partes iguales años atrás.
11:01Victoria, sigues tan hermosa como el día en que te vi por última vez.
11:09El tiempo ha sido generoso contigo.
11:14O quizá sea el título de duquesa el que te sienta tan bien.
11:17¿Qué es lo que quieres?
11:19Preguntó ella, yendo directamente al grano.
11:24No tenía tiempo ni ganas para sus juegos.
11:27Vaya, directa como siempre.
11:28Es una de las cosas que siempre admiré de ti y caminó hacia ella, acortando la distancia entre ambos.
11:38Victoria retrocedió instintivamente un paso.
11:41No te asustes, querida. No he venido a causar problemas.
11:47Al contrario.
11:48Tu mera presencia ya es un problema.
11:50Este es mi hogar.
11:52Soy una mujer casada.
11:53Damaso soltó una carcajada suave, despectiva, casada.
12:00¿Llamas a eso matrimonio?
12:01Un acuerdo de conveniencia con un advenedizo que solo anhela el poder que tu título le confiere.
12:09No me hagas reír, Victoria.
12:11Tú y yo sabemos lo que es la verdadera pasión.
12:13Lo que sentíamos el uno por el otro.
12:15Eso no se puede fingir.
12:20Eso se acabó hace mucho tiempo.
12:22Fue un error, un error.
12:24Su voz se tornó un susurro peligroso.
12:26Y se acercó tanto que ella pudo sentir el calor que emanaba de él.
12:33¿Llamas a error a las noches que pasamos juntos?
12:35¿A las promesas que nos hicimos?
12:37Yo no lo he olvidado, Victoria.
12:39Ni un solo instante.
12:43Ella tragó saliva.
12:45El corazón le martilleaba contra las costillas.
12:51Vete, por favor.
12:52No tienes nada que hacer aquí.
12:55Él levantó una mano y le acarició la mejilla con el dorso de los dedos.
13:01El contacto fue eléctrico.
13:03Y ella se apartó como si le quemara.
13:05Aún no has entendido por qué he vuelto, ¿verdad?
13:08Sus ojos oscuros la escrutaban, desnudando su alma.
13:14No he venido a recordar el pasado.
13:16He venido a recuperarlo.
13:17He venido a recuperarte a ti.
13:21La confesión la dejó sin aire.
13:23Era su peor pesadilla hecha realidad.
13:25Damaso no era solo un fantasma del pasado.
13:28Era una amenaza presente.
13:30Una tormenta a punto de estallar sobre su precaria estabilidad.
13:33Su posición, su matrimonio, todo lo que había construido, pendía de un hilo.
13:42Tenía que hacer algo, y rápido.
13:46Con o sin la ayuda de José Luis.
13:48Más tarde, cuando su marido regresó a sus aposentos, Victoria lo confrontó, la desesperación tiñendo su voz.
13:55Damaso está aquí.
13:59Ha vuelto.
14:00¿Entiendes lo que eso significa?
14:02José Luis se quitaba la chaqueta con parsimonia, evitando su mirada.
14:06Lo sé, me lo he encontrado antes.
14:11Un encuentro.
14:12Inoportuno.
14:13¿Inoportuno?
14:14José Luis, ese hombre es peligroso.
14:17Ha dicho que ha venido a por mí.
14:18Pretende.
14:22Pretende reanudar lo que tuvimos.
14:24Él se detuvo y la miró.
14:26Pero en sus ojos no había compasión.
14:28Solo un frío cálculo.
14:29Victoria, no exageres.
14:35Es un bravucón, un fanfarrón que intenta intimidarte.
14:39Probablemente solo quiera dinero o algún favor.
14:44Ignóralo y se marchará.
14:46No lo entiendes.
14:47No le conoces como yo.
14:48No se detendrá ante nada.
14:53Podría destruirnos.
14:54Podría revelar.
14:56¿Revelar qué?
14:56La interrumpió él, su voz cortante.
14:59¿Un antiguo romance de juventud?
15:04Por favor, tengo asuntos más importantes de los que ocuparme que de tus viejos amantes.
15:12La detención de esa muchacha, Luisa, ha causado un gran revuelo en la villa.
15:17Tengo que gestionar las consecuencias, asegurarme de que mi nombre no se vea salpicado por mi asociación con Alejo.
15:23¿Así que te importa más tu reputación que mi seguridad?
15:29Preguntó ella, incrédula.
15:33Mi reputación es tu seguridad, Victoria.
15:36Es lo que nos mantiene a flote en este nido de víboras.
15:38Ahora, si me disculpas, estoy cansado.
15:45Ocúpate tú de Damaso.
15:47Es tu problema, no el mío.
15:51Y con esas palabras, la dejó sola en medio de la habitación, un témpano de hielo en el corazón.
15:56Estaba sola, completamente sola ante el peligro.
16:03Damaso había amenazado su posición, pero la indiferencia de José Luis la había dejado sin defensas.
16:11La duquesa se sintió más vulnerable que nunca, una reina en un tablero de ajedrez a punto de recibir el jaque mate.
16:18Lejos de las intrigas palaciegas, en la corte, don Hernando rebosaba de orgullo y satisfacción.
16:30Había organizado una gran fiesta, un evento social de primer orden.
16:35Los salones bulían de nobles, damas con vestidos suntuosos y caballeros con sus mejores galas.
16:40La música de la orquesta flotaba en el aire, mezclándose con el murmullo de las conversaciones y el tintineo de las copas de cristal.
16:54Pero para Leonardo y Bárbara, aquella fiesta era una tortura.
16:58Estaban de pie, uno al lado del otro, sonriendo a los invitados, una pareja perfecta a ojos del mundo.
17:04Pero por dentro, se sentían como dos extraños atados por una cadena invisible.
17:13Don Hernando, en un momento dado, pidió silencio con un golpe de su copa.
17:21Mis queridos amigos anunció con voz potente, os he reunido esta noche para compartir con todos vosotros una noticia que me llena de una inmensa alegría.
17:29Es para mí un honor y un placer presentaros públicamente a mi futuro yerno, Leonardo, y a mi amada hija, Bárbara, como pareja oficial.
17:44Su compromiso es un motivo de celebración para nuestras familias, un aplauso atronador llenó el salón.
17:53Leonardo tomó la mano de Bárbara, fría como el hielo, y la levantó para que todos la vieran.
17:59La sonrisa que le dedicó a la multitud era forzada, una máscara que ocultaba su incomodidad.
18:10Bárbara, por su parte, sentía que las paredes se cerraban a su alrededor.
18:15Cada aplauso era como un martillazo clavando los clavos de su ataúd.
18:22Estaba atrapada, y la mirada de su padre, brillante de triunfo, no le dejaba escapatoria.
18:29En un rincón del salón, Adriana observaba a su hermana con el corazón encoguido.
18:36Conocía a Bárbara mejor que nadie, y podía ver el pánico velado en sus ojos, la tensión en la línea de su mandíbula.
18:43Desde el último y terrible incidente, Adriana vivía en un estado de alerta constante, temiendo que la frágil estabilidad de Bárbara se rompiera en cualquier momento.
18:55Se acercó a su marido, Rafael, que charlaba animadamente con otro noble.
19:03Rafael, mírala le susurró.
19:05No está bien, esta farsa la está consumiendo.
19:11Tengo miedo.
19:12Rafael la miró con condescendencia, minimizando sus temores como siempre.
19:20Querida, estás viendo fantasmas donde no los hay.
19:23Es natural que esté nerviosa, es el centro de atención.
19:26Todas las jóvenes se ponen así ante su compromiso.
19:32¿Se le pasará?
19:33No, no es eso.
19:35Es algo más profundo.
19:39Temo que vuelva a intentar.
19:40Ya sabes, atentar contra su vida.
19:43Adriana, por el amor de Dios.
19:46No digas esas cosas aquí.
19:47Bárbara está superándolo.
19:52No seas tan agorera.
19:53Pero Pedrito, el joven y fiel criado que siempre estaba cerca, había escuchado la conversación.
20:02Se acercó a Adriana con disimulo cuando Rafael se alejó.
20:06La señora tiene razón, dijo en voz baja.
20:11Yo también lo he notado.
20:13La señorita Bárbara tiene la misma mirada perdida que la última vez.
20:17Creo que está en peligro.
20:21No debemos bajar la guardia.
20:23Las palabras de Pedrito, en lugar de calmarla, confirmaron los peores temores de Adriana.
20:31Su hermana sonreía, pero su alma gritaba en silencio.
20:35Y parecía que solo ella y el joven criado eran capaces de oírla.
20:42La red de intrigas tejida por Damason no se limitaba al palacio ducal.
20:46Tenía otros objetivos, otras piezas que mover en su misterioso juego.
20:53Esa misma tarde, mientras el sol comenzaba a descender, se cruzó en el camino de Matilde.
20:58La joven doncella regresaba del mercado cuando la voz grave de Damason la detuvo.
21:06Disculpad, señorita.
21:07Sois Matilde, ¿verdad?
21:11La doncella de la duquesa.
21:13Matilde se sobresaltó.
21:15No conocía a aquel hombre, pero su mirada intensa la puso nerviosa al instante.
21:19Sí, señor, ¿en qué puedo serviros?
21:25Solo una pregunta.
21:27He oído hablar de un hombre en esta casa.
21:31Un tal Gaspar.
21:32Me han dicho que es un hombre.
21:34De confianza.
21:35¿Sabéis algo de él?
21:36La mención de Gaspar hizo que Matilde se pusiera aún más tensa.
21:40Era un tema delicado, casi prohibido.
21:46Gaspar.
21:47Sí, trabaja en las caballerizas.
21:49Es un buen hombre.
21:52¿Un buen hombre?
21:53Repitió Damaso, saboreando las palabras.
21:56Eso es todo lo que sabéis.
21:57No habéis notado nada.
22:01¿Peculiar en él?
22:02¿Algún secreto que guarde con celo?
22:04Su insistencia era extraña, casi obsesiva.
22:07Matilde sintió un escalofrío de aprensión.
22:14No sé a qué se refiere, señor.
22:17Gaspar es solo un mozo de cuadra.
22:21Si me disculpa, tengo que volver a mis quehaceres.
22:24Se apresuró a marcharse, sintiendo la mirada de Damaso clavada en su espalda.
22:32Aquella conversación la había perturbado profundamente.
22:35No entendía el interés de aquel extraño en un simple criado como Gaspar.
22:42Aunque no parecía saber quién era él en realidad, la inquietud la carcomía.
22:47Tan pronto como pudo, buscó a Atanasio, el hombre en quien más confiaba.
22:51Lo encontró revisando unas cuentas en el despacho.
22:57Atanasio, exclamó, cerrando la puerta tras de sí.
23:04Acabo de tener un encuentro de lo más extraño.
23:07Le contó con todo detalle la conversación con Damaso, la forma en que había preguntado por Gaspar,
23:13su insistencia, su mirada inquietante.
23:15Atanasio escuchó con atención, su rostro volviéndose cada vez más serio.
23:23Damaso, ¿has dicho? ¿Te ha dicho su nombre?
23:29No, pero lo he oído nombrar en el palacio.
23:32Es un visitante del duque.
23:33¿Por qué? ¿Le conoces?
23:35He oído hablar de él, respondió Atanasio, evasivo.
23:40Y su interés en Gaspar no augura nada bueno.
23:45Matilde, prométeme que te mantendrás alejada de ese hombre.
23:49Es peligroso.
23:50El tono grave de Atanasio alarmó aún más a Matilde.
23:56Aquel hombre, Damaso, era mucho más que un simple visitante.
24:00Era una sombra que se cernía sobre Valle Salvaje, y sus intenciones eran tan oscuras como sus ojos.
24:10Mientras tanto, en otro lugar de la villa, el nombre de Atanasio era pronunciado en un contexto muy diferente.
24:19Alejo, en su búsqueda febril de cualquier cosa que pudiera ayudar a Luisa, había escuchado un rumor.
24:25Un rumor que, por insignificante que pareciera, era una brizna de hierba a la que un hombre que se ahoga podía aferrarse.
24:38Se decía que el testimonio de Atanasio sobre un ladrón conocido, un tal Tomás, que había sido visto merodeando cerca de la iglesia a la noche del robo,
24:47estaba empezando a sembrar la duda entre algunos miembros de la Santa Hermandad.
24:51No era mucho, quizá no era nada, pero por primera vez desde la detención de Luisa, una minúscula llama de esperanza se encendió en el corazón de Alejo.
25:05Quizá, solo quizá, la verdad aún tenía una oportunidad de abrirse paso entre la maraña de mentiras.
25:11En la casa de los guardas, Isabel observaba a Eva y Amadeo con una mirada cada vez más suspicaz.
25:23Su comportamiento, sus miradas furtivas, la forma en que se protegían mutuamente.
25:28Todo alimentaba la teoría que había estado creciendo en su mente, eran hermanos.
25:37El último error que habían cometido, un deslice en una conversación que ella había escuchado a medias, había hecho saltar todas las alarmas.
25:45Decidió presionar a su marido, Francisco.
25:52Francisco, tienes que decirme la verdad, le dijo una noche, mientras él limpiaba su uniforme.
26:01Eva y Amadeo son hermanos, ¿verdad? Por eso los proteges tanto.
26:06Francisco suspiró, eludiendo su mirada.
26:08Isabel, no empieces otra vez con tus fantasías. Son solo dos muchachos que han tenido una vida difícil.
26:20No son fantasías, veo cómo se miran, cómo se cuidan. Es el mismo lazo que une a mis propios hijos.
26:29¿Por qué tanto secreto? ¿Qué es lo que temes? Temo que tu lengua afilada les cos problemas.
26:34Si la gente se entera, empezarán las preguntas. ¿Quiénes son? ¿De dónde vienen? Es mejor que nadie sepa nada.
26:46Por su bien, pero su negativa solo sirvió para reforzar la convicción de Isabel.
26:51Había un secreto, uno grande, y estaba decidida a descubrirlo, sin importar las consecuencias.
26:57Mientras las intrigas se desarrollaban en el palacio y en la corte, en la casa pequeña, el hogar de Luisa, reinaba un silencio denso y pesado.
27:12Pepa, su hermana, se movía por las estancias como un fantasma.
27:17La ausencia de Martín, que se había marchado, y ahora la detención de Luisa, habían dejado un vacío insoportable.
27:24Cada objeto le recordaba a su hermana. El mantón que había dejado sobre una silla, el dedal junto a la cesta de costura, el olor a pan que solía impregnar la cocina.
27:40Se sentía fuera de lugar en su propia casa. La alegría se había esfumado, reemplazada por un miedo sordo y constante.
27:47Miraba por la ventana, esperando ver a Alejo regresar con buenas noticias, pero cada vez que sus pasos se acercaban, su rostro traía un nuevo matiz de desesperación.
28:03Alejo había agotado todas sus opciones. Había hablado con José Luis, había buscado testigos, había intentado razonar con los guardias de la Santa Hermandad.
28:12Todo en vano. El muro de la burocracia y la indiferencia era infranqueable. Luisa seguía encerrada, y el tiempo corría en su contra.
28:25Solo le quedaba un último recurso. Una opción que había evitado a toda costa, una puerta que le producía pavor y humillación tener que tocar.
28:33Respiró hondo, armándose del poco valor que le quedaba. Se encaminó hacia la casa principal, la casa de su padre.
28:46El hombre con el que no había cruzado más que fríos saludos en años. El hombre cuyo respeto y afecto siempre le habían sido negados.
28:53Lo encontró en su despacho, una estancia sombría y austera, como el propio dueño. Estaba sentado detrás de un enorme escritorio de roble, la luz de un candil proyectando largas sombras en la pared.
29:08Padre dijo Alejo, su voz apenas un susurro. Su padre levantó la vista de sus papeles, sus ojos, tan parecidos a los suyos pero desprovistos de toda calidez, lo examinaron con desdén.
29:26¿Qué quieres? Estoy ocupado. Alejo dio un paso al frente, la desesperación venciéndolo, las rodillas temblándole.
29:33Y entonces, hizo lo impensable. Se arrodilló, cayó al suelo ante el hombre que le había dado la vida, la frente casi tocando la madera del suelo.
29:49Padre, te lo suplico, su voz se quebró, ahogada por un sollozo que no pudo reprimir.
29:54Te lo ruego por el recuerdo de mi madre, ayúdame. El hombre lo miró desde su silla, su rostro una máscara de piedra.
30:08El silencio en la habitación era absoluto, roto únicamente por la respiración entrecortada de Alejo.
30:14Han detenido a Luisa, la mujer a la que amo. La acusan de algo que no ha hecho. Van a condenarla, padre.
30:26Lo sé, tú, tú tienes influencia. Conoces a gente importante. Una palabra tuya, una sola palabra tuya podría cambiarlo todo.
30:34Podría salvarla. Nunca te he pedido nada. He vivido mi vida sin ser una carga para ti.
30:44Pero ahora te lo imploro. Olvida tu orgullo, olvida tu desprecio por mí. Hazlo por la memoria de ella.
30:53Ayúdame a salvar a una inocente. Retira los cargos. Por favor, papá.
30:58La última palabra salió de sus labios como un lamento, una palabra que no había pronunciado desde que era un niño.
31:08Levantó la vista, sus ojos anegados en lágrimas, buscando un atisbo de piedad, de compasión, de humanidad en el rostro de su padre.
31:20El hombre permaneció inmóvil, observando a su hijo postrado a sus pies, suplicando.
31:28El destino de Luisa, la felicidad de Alejo, todo pendía de la respuesta que se formaba lentamente tras aquella fachada de impasible frialdad.
31:39El candil parpadeó, y en la penumbra del despacho, el tiempo pareció detenerse, esperando un veredicto que podría significar la salvación o la condena definitiva.
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