La tarde del 29 de octubre, Paco, de 64 años, pasaba la tarde con sus dos nietos mientras su hija, Saray, trabajaba. Ella llegó a casa algo antes de lo habitual, cuando intentó avisarles de que no salieran todavía del chalet, donde habían pasado la tarde, porque había un temporal muy fuerte. Pero era tarde, ya estaban fuera. El tsunami que arrasó varios pueblos de la localidad valenciana, les pillo en el coche. "Toda esa marabunta de agua chocó contra ellos y los encastró en una palmera, que ayudó a que el coche se mantuviese ahí y no fuera a la deriva", ha explicado la valenciana en Hora 25.
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