Estos stands de salchichas están por toda la capital austriaca y tienen su origen a principios del Siglo XIX. Los soldados que participaban en la guerra tenían permiso por parte de las autoridades para vender salchichas en puestos ambulantes. No sería hasta los años 60 del Siglo XX cuando las autoridades de la ciudad regularían estos puestos y los convertirían en un clásico de Viena.
El más antiguo, Würstelstand Leo, sobrevive desde 1928. Su presencia está tan arraigada en la sociedad vienesa que la Unesco los nombró Patrimonio Inmaterial de Austria en 2024.
Zum Scharfen René es uno de los más famosos de la capital, sobre todo por sus salsas picantes. Aquí puedes tomar Bratwurst, Käsekrainer, Waldviertler o Würstel, mientras que otros, como el Wiener Würsterland, de Mike Lanner, apuesta por otras elaboraciones, como la salchicha de cordero o la vegana.
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