El desarrollo del turismo y la existencia de tierras raras se perfilan en algunas zonas deprimidas de República Dominicana como los medios para poder abandonar esa situación y salir adelante. Es el caso de Pedernales, una de las provincias más pobres del país, destino turístico todavía incipiente y con reservas de codiciados elementos químicos. Los habitantes de esta zona fronteriza con el sur de Haití confían en que el turismo mejorará su calidad de vida y les permitirá alcanzar niveles de productividad similares a otros destinos turísticos del país, con Punta Cana a la cabeza.
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