Después de una hora y media con Metal Gear Solid Delta: Snake Eater nos queda claro que Konami tiene un respeto totalmente reverencial a la saga. Os podemos confirmar que el remake apenas retoca los controles para modernizarlos, y le mete un repaso técnico importante a la aventura con la que empezó todo, al menos cronológicamente.
Después del divorcio de Kojima y la compañía nipona, que se evidenció con el mediocre Metal Gear Survive, Naked Snake se adentra una vez más en la selva de Tajikistán para acabar con el Shagohod y ganar el título de Big Boss. En el vídeo os contamos cómo fue nuestra experiencia reviviendo la Misión Virtuosa, el arranque del juego.
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