Julio Hernández se inició como músico de guitarra clásica, y en su búsqueda por un instrumento que tuviera la calidad necesaria, conoció la profesión de laudero, acompañanos a conocer como fueron sus inicios y los principales retos a los que se ha enfrentado para poder montar su taller; además, nos cuenta sobre la algeria y satisfacción que siente al escuchar sus creaciones en las manos de sus nuevos dueños.