Se trata de tres enormes esculturas que representan las cabezas de tres mujeres que piden silencio poniendo un dedo en sus labios. Están hechas con mallas de acero inoxidable y están suspendidas en el aire. El artista dice que es una metáfora del momento en el que vivimos, dónde tanta gente muere siendo invisible para el resto.
-Redacción-
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