El Maíz y el Hombre tienen, desde el inicio de las civilizaciones, un trato milenario.
Muchos le llaman a este acuerdo domesticación, y empieza desde el momento en que el humano ofrece sus respetos a la semilla y la siembra en la tierra. Con amor y con ayuda de los elementos, el Maíz crecerá y será parte fundamental de la vida del humano.
Distintas formas de siembra, distintas leyendas envuelven al tema de la domesticación, el inicio de la siembra del Maíz por los pueblos de Mesoamérica.
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