A muy poca distancia de la lava, este grupo de vulcanólogos rusos están investigando los procesos eruptivos de Plosky, un volcán situado en la península rusa de Kamchatka. Dormido durante 40 años, Plosky entró en erupción en noviembre del año pasado. Los científicos, poniendo en riesgo su seguridad, trabajan cerca de los ríos de lava. Pero no es sólo un objeto de investigación científica, sino que se ha convertido en una atracción turística. Muchos curiosos se han acercado a las faldas del volcán para inmortalizar este fenómeno de la naturaleza. Es tanta la afluencia, que las agencias de viajes locales ya están organizando visitas al volcán que cuestan cerca de 1000 dólares. La última vez que entró en erupción el ruso Plosky Tolbachik, fue hace 5 meses, lo que se desconoce es cuando volverá a dormirse.
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