Seisicientos agentes de la policía brasileña tienen como objetivo pacificar la favela de Alemao, en Río de Janeiro, controlada por los narcos. Con esta unidad policial, recién inaugurada, se pretende acabar con la violencia. Forma parte de una estrategia clave del Gobierno para mejorar la seguridad de Río antes de recibir el Mundial de fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos 2016.
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