Francois Hollande llegó a pie y habló con un grupo de tarbajadores que protestaba contra el cierre de su fábrica a las puertas del estudio. Sarkozy llegó en su coche oficial acompañado por su esposa, pero en el debate se cambiaron los papeles y el actual presidente quiso ser el aspirante. Protagonizaron un debate dinámico, sin apenas mirar los papeles. La referencia a Franco vatizinaba el ataque de Sarkozy a la España socialista de Zapatero, a la que puso como ejemplo de lo que no se debe hacer. Hollande le replicó que ahora critica a quien antes tomaba como ejemplo. A cada premisa del socialista el presidente respondía con cifras y datos demostrando que su país está sorteando bien la crisis. Hollande apuesta por crear puestos en educación; el presidente, por reducir el déficit. El socialista no quiere excluir a los extranjeros; Sarkozy continúa con su guiño a los votantes de Marine le Pen al asegurar que Francia ha acogido a mas inmigrantes de los que podía integrar. Hollande aguantó el tipo, estuvo tranquilo y segun los analistas sale del debate reforzado. El domingo se podría convertir en el segundo mandatario socialista de la quinta republica tras François Miterrand.
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