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  • hace 7 años
Golpe en la puerta y adentro. Hasta quince miembros de las fuerzas especiales irrumpen en esta vivienda londinense. Una demostración de fuerza que puede parecer excesiva por lo visto a la salida. Un sólo detenido que no opone resistencia. Pero la policía británica quiere dejar claro que piensa cumplir su parte de las órdenes del primer ministro David Cameron: hallar, juzgar y castigar a los culpables de los disturbios.No es el mejor momento para ir por las calles inglesas con un televisor y no llevar una factura para demostrar que lo has comprado. Las autoridades esperan que estas detenciones y las primeras penas -de entre dos y cuatro meses de cárcel- disuadan definitivamente a los violentos. También se confía en que el dolor sereno y las llamadas a la calma de los familiares de los tres jóvenes fallecidos en Birmingham ayuden a poner fin a estas jornadas de pesadilla.            

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