De las 300.000 personas que murieron en el terremoto de Haití, 38.000 eran niños y 1.300 profesores. El 80% de las 5.000 escuelas primarias y secundarias se derrumbaron. En total, más de 4.000. Pero tres meses después de la tragedia, los escolares vuelven a las clases. De hecho, unos 500 lugares han sido habilitados con carpas y con locales provisionales construidos en madera para recibir a los estudiantes, al tiempo que se han elaborado nuevos programas y calendarios para el periodo escolar abril-agosto. Las autoridades estiman que serán necesarios 2.000 millones de dólares para la reactivación del sector educativo local, que resultó muy afectado por el devastador seísmo.
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