El Insignia marca una nueva etapa en Opel, la de reconquistar un mercado hoy más competido que nunca. Y como en los tiempos en que su imagen era una de las más fuertes, con este modelo puede presumir de tener unos motores auténticamente punteros y respetuosos con el medio ambiente, así como un diseño de gran belleza. También tiene algunos defectos, pero resulta uno de los coches más convincentes que hemos conducido en los últimos años.
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