El último hundimiento de gran envergadura del Cerro Rico de Potosí, en Bolivia, sucedido en 2011, alarmó a propios y extraños, hasta el punto de que se teme de que podría perderse esa montaña, que es símbolo del país en el mundo. Desde 1987 la UNESCO declaró esa ciudad y su cerro como patrimonios de la humanidad. Lugareños aseguran que tal crisis se ha producido por la extrema explotación de empresas privadas en la cima. teleSUR
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