El Franco, un concejo asturiano, ha quedado totalmente calcinado. Muchas casas han sido pasto de las llamas y los vecinos solo pueden mirar resignados lo que eran sus hogares, tras intentar salvar sus hogares con cubos de agua y mangueras. Nadie se explica cómo pudieron duplicarse los distintos focos en apenas unas horas. Ahora refrescan los terrenos castigados y miran consternados cómo parte de un paraíso ha quedado reducido a cenizas.