En el convulso panorama de Libia, los ciudadanos son los únicos que no tienen derecho ni a preguntar qué sucede. Luego de la intentona (frustrada) para apoderarse de la sede parlamentaria, los protagonistas de esta acción se replegaron hacia el aeropuerto y el caos reinante impide dilucidar, incluso a estrategas del ejército, qué escenarios pueden presentarse en las próximas horas. Ni siquiera hay la certeza de que lo sucedido hoy fue un intento de golpe de estado o una riña entre la tropa y bandas de hombres armados. teleSUR
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