* Narrado por Fernand Astaiza, locutor colombiano. La gloria de Roma había brillado durante mil años. El Imperio Romano había unido todas las tierras desde España hasta Siria, había creado más prosperidad, más estabilidad y más paz de lo que el mundo occidental había visto jamás. Nada dura para siempre. En el siglo 3 dC, la guerra civil envolvió al imperio.
El caos y la corrupción lo socavaron desde dentro y desde todas las direcciones en que los enemigos de Roma se reunieron para matar. A finales del siglo 4, el Imperio Romano no era más que una frágil máquina militar que no era rival para los bárbaros invasores.
Lo inevitable ocurrió en el año 410 A.C., cuando Roma, el corazón histórico del Imperio, fue saqueada. Cuando los vándalos irrumpieron en la ciudad, se sorprendieron de lo que encontraron. Atrás quedaron las multitudes de la Edad de Oro. Un silencio espeluznante saludó a los guerreros mientras vagaban por las mismas calles por las que sus antepasados habían caminado encadenados 150 años antes.
Los habitantes de Roma, con su imperio desmoronándose, habían sido ahuyentados, la gloria que había sido Roma era de otro día.
Hace dos mil años, una civilización tenía todo el mundo occidental en sus manos. Desde el norte de Europa hasta África y Oriente Medio. Impuso leyes, ideas y un solo lenguaje. Roma era el superpoder del mundo antiguo.
De hecho, los superpoderes posteriores nunca dejaron de aprender las lecciones de su espectacular ascenso y caída.
Roma era realmente un imperio colosal. Durante el surgimiento del Imperio Romano, no siempre fue fácil separar la virtud del vicio, o el héroe del villano. De hecho, con demasiada frecuencia, eran uno y el mismo.
Nombre original: ROME Power & Glory: The Fall of the Roman Empire
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