Lionel Logue: El logopeda del rey Jorge VI

  • hace 13 años
Antes de acceder al trono, Alberto, duque de York, había temido desde niño hablar en público porque sufría de una grave disfemia. Su discurso de clausura en la Exposición del Imperio británico en Wembley el 31 de octubre de 1925 resultó un calvario para el duque y oyentes por igual. La experiencia sirvió para que el duque buscara una forma de administrar su tartamudez, en la que participó Logue. Tras diagnosticar una coordinación deficiente entre la laringe y el Diafragma (anatomía), Logue prescribió al duque ejercicios vocales durante una hora diaria. El tratamiento de Logue consiguió que el duque se relajase al hablar y evitó la tensión que producía espasmos musculares. Como resultado, sufrió sólo ocasionales vacilaciones en sus discursos. En 1927, ya hablaba con confianza y pronunció un discurso en la apertura del Parlamento de Australia en Canberra sin tartamudear.

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