Ana Rosa Quintana ha dedicado su editorial al exfiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y a su dimisión tras cuatro días de haber sido condenado por el Tribunal Supremo a dos años de inhabilitación.
La presentadora criticó los tiempos de la renuncia al cargo, así como la penosa carta con la que comunicó su decisión, en la que afirmaba que lo hacía para “proteger” a la institución y que su tiempo en el cargo sirvió “fielmente” a la misma.
«El fiscal dimite tarde, señalando su voluntad de proteger a la Fiscalía. Nunca sabremos si Sánchez le mandó un mensaje de ‘sé fuerte, Álvaro’, porque lo habría borrado».
En cuanto a la relación con Pedro Sánchez, incide en que el presidente del Gobierno pierde una de sus fichas de confianza. Tanto, que más que un servidor público, el fiscal general se había convertido en un esclavo del líder del PSOE.
«Señor fiscal general, gracias por los servicios prestados, que pase el siguiente». De esta forma despidió el presidente a García Ortiz desde Angola. Le dio una palmadita y le deseó suerte al exjefe de una Fiscalía que intentó ganar el relato y contribuyó a la amnistía.
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