Desde Tierra de Nadie accedimos en exclusiva al interior de la propiedad en Florencio Varela, tras el operativo de desalojo, y las imágenes son elocuentes: la vivienda recuperada por sus legítimos dueños presenta un estado de devastación absoluta, con muebles destrozados, paredes marcadas y escombros esparcidos por doquier, evidenciando el daño sistemático que sufrió la casa durante la usurpación.
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