Tras 43 días de paralización, el gobierno de EE.UU. reabre con un acuerdo bipartidista que excluye los subsidios del Obamacare, poniendo en riesgo a 22 millones de usuarios. Mientras los empleados reciben pagos atrasados, los aeropuertos mantienen operaciones reducidas. La crisis revela la inestabilidad del sistema político estadounidense y su desprecio por la salud del pueblo. teleSUR
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