Akita (Japón), 13 nov (EFE).- En la ciudad japonesa de Akita los niños caminan a clase agitando campanas y una unidad especial de la policía antidisturbios patrulla los barrios en busca de osos, después de registrar números récord de ataques a humanos en las últimas semanas.
Esta región montañosa del norte de Japón se ha convertido en la primera línea de una batalla que ha capturado la imaginación del público y la atención de los medios internacionales, además de traer de cabeza a las autoridades, que han instalado trampas y hasta enviado soldados a ayudar a los cada vez más envejecidos grupos de cazadores locales a combatir contra los osos.
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