El campus de Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) fue escenario este miércoles de una intensa jornada marcada por el acto convocado por el activista político Vito Quiles, el cual se desarrolló sin autorización de las autoridades universitarias. La UCM había recordado previamente la necesidad de tramitar cualquier actividad por los cauces oficiales para "preservar la seguridad, la convivencia y el normal desarrollo de las tareas académicas". Cerca de 200 estudiantes de la Complutense se congregaron a las puertas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, encabezados por varios manifestantes encapuchados y exhibiendo una pancarta en la que se leía 'Afuera fascistas de la universidad'. Ante la posible confrontación con los simpatizantes de Quiles, el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, anunció que pondría a los efectivos de la Policía Nacional «a disposición de lo que pida la Universidad». Martín acusó indirectamente al comunicador de hacer "un flaco favor a la convivencia" y "generar situaciones de violencia". El resultado fue un "despliegue sin parangón" de las unidades antidisturbios, con más de 20 furgonetas y cientos de efectivos en la zona. La Policía Nacional estableció un amplio cordón de seguridad, controlando los accesos: "O enseñas el DNI y el correo de la universidad o no pasas". Este dispositivo policial mantuvo separados a los dos grupos congregados (los estudiantes frente a la facultad, y los simpatizantes de Quiles con banderas de España en la parte superior de la calle). De hecho, la magnitud del despliegue impidió que Quiles, sus nueve guardaespaldas y sus decenas de seguidores pudieran ingresar al campus, quedándose a más de 700 metros de la protesta. Si bien el cordón evitó enfrentamientos directos, hubo un momento de tensión al finalizar el acto cuando la policía tuvo que intervenir para separar a un grupo contrario que se aproximó a los asistentes de Quiles insultándoles.
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