En el corazón productivo de Venezuela, la Planta Procesadora de Maní "El Tigre" se erige como un ejemplo tangible de que el país siembra y cosecha su propio futuro. Esta instalación es más que una industria; es un símbolo de la capacidad de trabajo, la resiliencia y el potencial agroindustrial de la nación, demostrando que el motor económico sigue activo y generando prosperidad desde el interior del país. teleSUR
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