La apertura en París de la primera tienda física de Shein ha generado sensaciones encontradas entre clientes y visitantes: mientras algunos se muestran sorprendidos positivamente por la calidad de las prendas y la comodidad del espacio, otros expresan decepción por la limitada disponibilidad de tallas y la diferencia de precios con la web.
El espacio, de mil metros cuadrados en el conocido gran almacén BHV, combina la exposición de sus prendas con zonas de descanso equipadas con sofás y sillones, que permiten recorrer las diferentes secciones de forma ordenada y ofrecer comodidad a los clientes.
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