Antonio Naranjo, presentador de 'El Análisis. Diario de la Noche' (Telemadrid), montó en la noche del 30 de octubre de 2025 una performance para partirse de la risa hasta extremos insospechados.
El periodista de Alcalá de Henares (Madrid) arrancó su programa de una manera la mar de original, caracterizado con una careta de payaso.
El objetivo, obviamente, era poner sobre la mesa el espectáculo circense que horas antes en el Senado con la comparecencia de Pedro Sánchez para dar explicaciones por sus implicaciones en el 'caso Koldo / PSOE'.
El comunicador, fiel a su estilo más ácido y directo, no se cortó un pelo:
Bueno, ¿cómo están ustedes? Bienvenidos al circo de Pedro Sánchez. Para quien todo lo que no le aplaude, sonríe y defiende, pues ya saben, es un payaso. Vamos a reírnos con el mayor espectáculo del mundo. Fíjense lo que traemos. Los domadores de comisiones, los trapecistas de la caja B y los magos de los enchufes. Los rescates y las adjudicaciones de obra pública. Bueno, hoy hablaremos con jueces, con periodistas y como homenaje al presidente, con Fofito. Qué divertido, ¿verdad?
Ya con la careta quitada, fue a saco:
Pues miren, no tiene ninguna gracia y los payasos son bastante más dignos que algunos políticos. Así que ya está bien de payasadas que esto es muy serio. Pero ya lo han visto, para Sánchez, una solemne comisión de investigación en el Senado por la dana de corrupción que le cerca, pues es un circo. Bueno, no ha aclarado quién es el funambulista, el domador o el payaso, pero sí ha quedado de manifiesto quién era el trilero. En cinco horas de interrogatorio no ha explicado nada de manera convincente. Todo han sido 'no sé', 'no me consta', 'no me acuerdo', como si se estuviera preparando para un futuro juicio.
Igualmente tampoco explicó nada de otras corruptelas que acucian al partido, a su familia y a su Gobierno:
Bueno, y mientras se acumulan los indicios de la caja B del partido, pues Sánchez tampoco ha aclarado nada ni de su esposa, de su hermano, de Venezuela, de rescate millonarios, contratos públicos sospechosos e incluso de los negocios, los tristes negocios, de su suegro.
También hioz mención al esperpento de unas gafas inútiles a las que recurrió el presidente durante su comparecencia en la Cámara Alta:
Y se ponía las gafas, que no sé, debe ser que tiene mala vista a ratos, porque en un momento las necesitaba y al otro no las necesitaba. En fin, lo que sí ha tenido es tiempo de atacar e insultar a este programa y a esta cadena y no sé yo si a este triste payaso, por entrevistar a Víctor de Aldama. Quien tiene que dar explicaciones de su relación con Aldama no soy yo por entrevistarle en público, sino usted y su mujer por tenerle trabajando para el PSOE, ir a fiestas de cumpleaños en sus restaurantes o viajar con él a Rusia.
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