Enclavada en la Sierra Madre Oriental y rodeada por un paisaje de bosque y montañas, la Cascada Cola de Caballo se ha convertido en uno de los destinos más icónicos del turismo regiomontano.
Con una caída de agua de aproximadamente 25 metros de altura, esta joya natural no sólo deslumbra por su belleza, sino también por la historia que guarda entre sus rocas y senderos.
Sé la primera persona en añadir un comentario