Algunas de las asociaciones que desplegaron su solidaridad tras la dana del 29 de octubre, siguen trabajando en las zonas afectadas ofreciendo ayuda de primera necesidad como el reparto de comida y alimentos. Es el caso de la Nave de Albal que un año después de la tragedia sigue repartiendo comida de forma voluntaria a casi 2.000 personas. Un año al lado de muchas familias que todavía tienen una huella emocional que se agranda al ver que muchas de sus necesidades no se han arreglado 12 meses después.