La historia de cientos de mujeres privadas de la libertad en Nuevo León ha cambiado en los últimos años.
Desde el cierre del antiguo Penal del Topo Chico, ellas encontraron una nueva oportunidad en el Centro de Reinserción Social Femenil de Escobedo, un espacio donde la seguridad se combina con la educación, la salud emocional y la capacitación laboral.
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