00:00No hay dos sin tres. En su día, Antoine Griezmann, que ayer alcanzó por cierto los 200 goles de colchonero pese a no chutar 50.000 veces a portería,
00:09fue quien reclamó para sí una silla en la mesa que ocupaban tanto Leo Messi como Cristiano Ronaldo,
00:15claros dominadores individuales de la competición tanto en España como en Europa.
00:20Es ahora turno de Julián Álvarez, quien hace lo propio con Mbappé y con Lamín,
00:25sentados por pleno derecho en esa mesa, gracias a sus goles y actuaciones decisivas.
00:30Lo cierto es que después de un primer año, bueno pero sin presumir,
00:34y con algún que otro devaneo con el Barcelona, que ya piensa en cómo jubilar a Lewandowski,
00:39el argentino de Calchín, provincia de Córdoba, campeón del mundo con su país y de todo lo demás con el Manchester City,
00:46donde era suplente porque Guardiola nunca fue capaz de encontrarle sitio entre Haaland y De Bruyne,
00:51asoma en el pórtico de la gloria como uno de los elegidos para jugar al fútbol como nadie.
00:56Ocho partidos en la temporada, siete goles, entre penaltis, faltas, remates imposibles,
01:01corriendo a la contra y siendo el más pillo, incluso entre tanta sustitución en las primeras citas.
01:07Su variedad es infinita, trabaja como el que más haciendo buena aquella frase de Samuel Eto'o,
01:11esa de correr como un negro para vivir como un blanco.
01:15Cada vez necesita menos de sus compañeros para erigirse en el líder de un equipo que ahora mismo vuela
01:20y que nos hace ver sus objetivos de la temporada de forma diametralmente opuesta.
01:25La realidad nos coloca ante un Mbappé que a poco que atine rebasará sin sudar la barrera de los 50 goles.
01:31La min, si sigue el rumbo trazado por un flick cada vez más nervioso en su gestión,
01:36es pura fantasía que pronto será premiada con el Balón de Oro.
01:40Julián, de forma más discreta, se hace hueco en la degustación del menú de la temporada.
01:45Yo lo tengo claro con los tres.
01:47Como en el chiste, se abre el telón y aparece una tortuga, una araña y un rey con su corona.
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