Víctor Lázaro Sotacuro, el quinto detenido por el triple femicidio de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, fue capturado en Villazón (Bolivia) y ya está bajo custodia en Argentina. Los investigadores creen que su rol fue clave: habría conducido el Volkswagen Fox que siguió a la camioneta Tracker blanca usada para engañar a las víctimas.
En su relato, Sotacuro dijo ser remisero y negó vínculos con los crímenes, pero reconoció haber estado en la casa donde aparecieron enterradas las jóvenes. Según testigos, dos hombres bajaron de ese auto con ropa sucia, barbijos y plásticos en las zapatillas, como si intentaran evitar manchas de sangre o barro.
La Justicia sospecha que en el Fox podrían haber viajado Matías Agustín Ozorio o incluso el presunto líder de la banda, Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, quien sigue prófugo con pedido de captura internacional.
Mientras tanto, los fiscales analizan la conexión de “Pequeño J” con la organización criminal peruana “Los Pulpos de Trujillo”, conocida por sus métodos de extrema violencia, que coinciden con las marcas halladas en los cuerpos de las víctimas.
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