La migración es un factor histórico y definitorio de México, el cual se caracteriza actualmente como un país de tránsito, destino y retorno de personas. Este constante flujo, impulsado por la violencia, la pobreza y la inestabilidad en los países de origen, convierte a México en un puente peligroso hacia los Estados Unidos. Los migrantes provienen no solo de Centroamérica y Sudamérica, sino también de países de África y Asia. Debido a esta importancia geográfica, las políticas migratorias de México están bajo constante escrutinio internacional y han generado una gran presión sobre sus gobiernos, tanto por parte de su vecino del norte como por las propias dinámicas internas del país.
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