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00:00Catalina desaparece e Manuel Celoso de Enora.
00:07O capítulo 682 de La Promesa, miércoles, 24 de septiembre,
00:13chega cargado de giros e emociones.
00:18Catalina se esfuma deixando duas cartas que desgarram a todos,
00:21mientras Ángela se revela contra o compromisso imposto com Lorenzo.
00:25En las cocinas, Petra confía un secreto crucial a María Fernández y López
00:32talla contra Vera delante de los señores.
00:34Y, entre susurros, crece una sospecha.
00:40Los celos de Manuel hacia Enora esconden algo más profundo que todos ignoran.
00:46El sol del miércoles se alzaba sobre La Promesa con una indiferencia cruel,
00:50pintando de oro los tejados y los campos que rodeaban el palacio.
00:54Ajeno por completo al gélido vacío que se había instalado en su corazón.
01:01No era un silencio normal.
01:03No era la quietud matutina que precede al ajetreo del día.
01:09Era un silencio con peso, una ausencia con forma.
01:13La forma de Catalina.
01:14La noticia había corrido como la pólvora al amanecer.
01:17Un susurro helado que partió de la doncella que fue a despertar a la señorita y encontró la cama intacta.
01:23Las sábanas frías como el mármol de una tumba.
01:29Y sobre la pulcra colcha, dos sobres, dos pedazos de papel que contenían el estruendo de un alma rota.
01:38En el salón principal, la familia Luján se había congregado no como una familia,
01:42sino como un grupo de náufragos aferrados a los restos de una certeza perdida.
01:50El marqués, Alonso, sostenía una de las cartas con una mano que temblaba visiblemente.
01:55Un temblor que delataba la batalla interna entre su compostura de aristócrata y su dolor de padre.
02:04Tenía la mirada perdida en la caligrafía de su hija, cada trazo una puñalada en su conciencia.
02:09A su lado, Cruz, la marquesa, mantenía una rigidez marmórea, sus labios una fina línea de desaprobación.
02:22Su preocupación, si la había, estaba enterrada bajo capas de orgullo herido
02:26y un resentimiento apenas disimulado hacia la rebeldía inherente de su hijastra.
02:30Martina estaba sentada en un sofá, con los hombros encogidos, como si intentara hacerse pequeña, desaparecer.
02:44Había sido la primera en leer la carta dirigida a la familia,
02:47y sus ojos, ahora enrojecidos e hinchados, no habían dejado de derramar lágrimas silenciosas.
02:53Cada sollozo ahogado era un eco de las conversaciones no tenidas, de las advertencias no escuchadas.
03:05Manuel, de pie junto a la chimenea apagada, sentía una mezcla de furia y una profunda tristeza.
03:11La impulsividad de su hermana era legendaria, pero esto, esto era un abismo.
03:19Miraba a su padre, a esa figura que siempre había parecido un roble
03:22y que ahora se asemejaba a un árbol a punto de ser derribado por la tormenta,
03:27y sentía que una parte de su mundo se desmoronaba.
03:33La puerta del salón se abrió con un chirrido que pareció un grito en la quietud sepulcral.
03:37Era Adriano, el hombre por el que Catalina había luchado y, aparentemente, por el que ahora había huido.
03:49Sostenía la segunda carta en su mano, el papel arrugado por la fuerza con la que lo había aferrado.
03:57Su rostro era un lienzo de incredulidad y desesperación.
04:00Marqués, su voz era un graznido ronco.
04:03¿Qué significa esto? ¿Dónde está?
04:08Alonso levantó la vista, y en sus ojos Adriano no vio a un marqués, sino a un padre devastado.
04:17Ojalá lo supiéramos, Adriano. Ojalá tuviéramos una sola respuesta.
04:22Solo tenemos, esto.
04:23Extendió la carta familiar.
04:28Adriano se acercó y la tomó, sus dedos rozando los del marqués en un gesto de torpe consuelo.
04:36El silencio volvió a caer mientras leía las palabras que ya todos se sabían de memoria.
04:43Querida familia, si leéis esto, es que ya no estoy.
04:47No busquéis culpables, pues la única responsable de mis decisiones soy yo.
04:53He intentado con todas mis fuerzas encajar en este mundo de apariencias,
04:58de deberes impuestos y de silencios cómplices, pero mi espíritu ya no puede más.
05:06Me asfixio entre estas paredes que un día llamé hogar y que ahora siento como una jaula dorada.
05:14He luchado por mi felicidad, por un amor que creía posible,
05:18pero he comprendido que hay batallas que, por mucho que se peleen, están perdidas desde el principio.
05:23No os pido que me entendáis, solo que respetéis mi voluntad de buscar mi propio camino,
05:31lejos de todo lo que me ha hecho tanto daño.
05:33Os quiero, a mi manera torpe y rota, perdonadme por el dolor que esta ausencia os pueda causar,
05:42pero no podía seguir viviendo una mentira.
05:47Vuestra, siempre, Catalina, las palabras eran educadas, casi formales,
05:52pero bajo la superficie bulía un torrente de dolor y resentimiento.
05:56Martina rompió a llorar de nuevo, esta vez con un sonido audible,
06:03un quejido que partió el alma de todos los presentes.
06:09No puede ser, murmuró Adriano, dejando caer la carta sobre una mesita.
06:14Su carta.
06:17La que me ha dejado a mí, dice que me quiere, pero que no puede arrastrarme a su infierno.
06:21¿Qué infierno? Yo quería estar con ella. Yo la habría seguido a cualquier parte.
06:32El infierno de la promesa, Adriano. La voz de Manuel fue dura, cortante como el cristal.
06:40El infierno de las expectativas, de las deudas, de los secretos. Mi hermana ha huido de todo esto.
06:46De nosotros. Cruz se hirguió, finalmente rompiendo su silencio. Su voz, en contraste con la de su hijo, era fría y afilada.
07:00Tonterías. Esto no es más que otro de sus dramas. Una llamada de atención para que todo el mundo gire a su alrededor.
07:09Catalina siempre ha sido egoísta y testaruda. Ha pensado en ella, y solo en ella.
07:16¿No se ha parado a pensar en el escándalo? ¿En la vergüenza que esto supone para el nombre de los Luján?
07:24Cruz, por el amor de Dios. Bramó Alonso, golpeando la mesa con el puño.
07:29Nuestra hija ha desaparecido. Podría estar en cualquier parte, sola, sin protección.
07:35Y a ti solo te preocupa el que dirán.
07:36A mí me preocupa el legado de esta familia, Alonso. Replicó ella, avanzando hacia él.
07:48Un legado que tu hija parece empeñada en destruir. Primero con ese taller, luego con ese romance inapropiado y ahora con esta.
07:55Esta fuga cobarde. No fue cobarde. Saltó Martina, poniéndose en pie, con el rostro encendido por las lágrimas y la rabia.
08:05Fue un acto de desesperación. ¿Acaso no veíais cómo se apagaba día a día? ¿No escuchabais el dolor en su voz?
08:14Estábamos todos demasiado ocupados con nuestros propios problemas para ver que se nos moría delante de los ojos.
08:20La acusación quedó flotando en el aire, cargada de verdad. El silencio que siguió fue aún más denso que el anterior.
08:32Todos, en el fondo, sabían que Martina tenía razón. Habían visto las señales, pero las habían ignorado, atribuyéndolas al carácter difícil de Catalina.
08:44Ahora, su ausencia era un espejo que les devolvía el reflejo de su propia negligencia.
08:50El desconcierto no era sólo por no saber dónde estaba. Era por no comprender cómo habían llegado a ese punto.
09:01La incertidumbre era un veneno que comenzaba a extenderse por las venas de la promesa, prometiendo infectarlo todo.
09:10Mientras el drama de los Luján se desarrollaba en los salones nobles, una tormenta de otra naturaleza,
09:15pero igualmente destructiva, se gestaba en las habitaciones de la familia de Ángela.
09:23La noticia de su compromiso con Lorenzo, el capitán de la mata, había caído como una bomba.
09:31No había habido petición, ni cortejo, ni una pizca de romance.
09:35Había sido una transacción, un decreto dictado por su madre con la frialdad de un general enviando a sus tropas a una muerte segura.
09:45Ángela se encontraba en su habitación, de pie frente al espejo, pero no se veía a sí misma.
09:54Veía a una extraña, una joven con el rostro pálido y los ojos llenos de una furia impotente.
09:59Se sentía como una pieza en un tablero de ajedrez, movida a voluntad por una mano que no era la suya.
10:11El rechazo a ese matrimonio era unánime entre sus allegados, pero el dolor más agudo, la traición más profunda, provenía de su propia madre.
10:19La puerta se abrió y su madre entró, con esa sonrisa forzada que Ángela había llegado a detestar.
10:27Llevaba una caja de terciopelo en las manos.
10:33Querida, mira lo que ha enviado el capitán.
10:38Es el anillo de compromiso de su abuela.
10:40Una joya espléndida, no crees.
10:43Abrió la caja para revelar un anillo de oro con un diamante que centeleaba con una luz fría y distante, como el propio Lorenzo.
10:49Ángela ni siquiera lo miró.
10:55No lo quiero, dijo, con la voz desprovista de emoción.
11:01La sonrisa de su madre vaciló por un instante.
11:04¿Qué dices, hija?
11:05No seas tonta.
11:06Es un gesto de gran generosidad.
11:11Este anillo vale una fortuna.
11:13Asegurará tu futuro.
11:15Mi futuro lo quiero decidir yo, replicó Ángela, girándose para enfrentarla.
11:19El fuego había vuelto a sus ojos.
11:24No quiero este anillo.
11:25No quiero a ese hombre.
11:29Y no quiero esta vida que me estás imponiendo.
11:32Ángela, por favor.
11:33Su madre dejó la caja sobre el tocador y se acercó a ella.
11:39Tienes que ser razonable.
11:41Lorenzo es un hombre importante, con una posición.
11:44Te dará seguridad, un nombre, un lugar en el mundo.
11:49¿Qué más puedes pedir?
11:51Amor, quizás.
11:53Respeto, la libertad de elegir con quién quiero pasar el resto de mis días.
11:57La voz de Ángela se quebró, cargada de sarcasmo y dolor.
12:04¿Te parecen peticiones descabelladas?
12:06El amor es un lujo de novelas baratas, Ángela.
12:09El matrimonio es un contrato, una alianza.
12:15Y esta es la mejor alianza que podríamos esperar.
12:20Nos sacará de nuestras dificultades.
12:22Nos dará, nos dará, nos dará.
12:25La interrumpió Ángela, casi gritando.
12:27¿Y qué hay de mí, qué me dará a mí, aparte de una vida de amargura junto a un hombre al que no amo y que dudo que sepa lo que es el amor?
12:37Me estás vendiendo, mamá, igual que se vende el ganado en la feria.
12:41La bofetada resonó en la habitación, seca y brutal.
12:47La mejilla de Ángela ardió, pero más le dolía el corazón.
12:54Su madre la miraba con los ojos desorbitados, la mano aún en el aire, como si no pudiera creer lo que acababa de hacer.
13:04No vuelvas a hablarme así.
13:06Siseo la madre, aunque su voz temblaba.
13:09No entiendes los sacrificios que he tenido que hacer.
13:11No sabes nada de la vida.
13:16Harás lo que yo te digo.
13:17Te casarás con Lorenzo, llevarás este anillo y sonreirás como si fueras la mujer más feliz del mundo.
13:26¿Me has entendido?
13:27Es mi última palabra.
13:29Se dio la vuelta y salió de la habitación, cerrando la puerta tras de sí.
13:35Ángela se quedó inmóvil, con la mano en la mejilla ardiente.
13:38Las lágrimas que había estado conteniendo comenzaron a brotar, calientes y amargas.
13:43Pero no eran sólo lágrimas de dolor, eran lágrimas de rabia, de una rebeldía que acababa de nacer.
13:55Miró el anillo en su caja de terciopelo, tan brillante, tan frío.
13:59Y en ese momento, una decisión se forjó en su interior con la dureza de aquel diamante.
14:07No se doblegaría, no acataría sus órdenes.
14:10La tormenta emocional apenas acababa de empezar, y ella no iba a ser la única que saldría herida.
14:15En las zonas de servicio, la atmósfera no era menos densa.
14:22El trabajo seguía su curso implacable.
14:24Pero cada gesto, cada mirada, estaba impregnado de las tensiones que emanaban de los pisos superiores
14:30y de las que se cocían en su propio microcosmos.
14:35Petra, la otrora inquebrantable y altiva doncella personal de la marquesa,
14:40era ahora la sombra de lo que fue.
14:41Su colapso físico, ocurrido días atrás, había sido sólo el síntoma visible de una enfermedad mucho más profunda.
14:51La culpa.
14:55La culpa por el castigo impuesto a Pía, un castigo que ella había instigado
14:59y que ahora le pesaba en el alma como una losa de plomo.
15:05Cada vez que veía a Pía, trabajando en silencio, con la dignidad herida pero intacta,
15:10Petra sentía una punzada en el pecho que le robaba el aliento.
15:17Su cuerpo, debilitado por la anemia y el agotamiento, ya no podía soportar el peso de su conciencia.
15:26Se sentía mareada.
15:27Estaba en el economato, intentando hacer un inventario, pero las cifras bailaban ante sus ojos.
15:33Las estanterías parecían ondular, y tuvo que apoyarse en un saco de harina para no caer.
15:44Su respiración era superficial y rápida.
15:47El mundo se estrechaba a su alrededor, convirtiéndose en un túnel oscuro.
15:51«¿Se encuentra usted bien, Petra?»
15:56La voz de María Fernández la sacó de su estupor.
16:02Petra parpadeó, intentando enfocar.
16:05La joven doncella la miraba con una expresión que no era de compasión, sino de genuina preocupación.
16:10Era extraño, siempre se habían visto como enemigas.
16:16Dos polos opuestos en la jerarquía del servicio.
16:22Petra, la estricta cumplidora de las normas.
16:25María, la rebelde impulsiva.
16:27«Estoy bien», mintió Petra, intentando enderezarse,
16:31pero un nuevo mareo la obligó a agarrarse con más fuerza al saco.
16:34«Sólo un poco cansada.
16:39Usted no está cansada, está a punto de desmayarse»,
16:42dijo María, acercándose y tomándola del brazo con una firmeza sorprendente.
16:50«Venga, siéntese un momento».
16:52Con renuencia, Petra se dejó guiar hasta un pequeño taburete en un rincón.
16:59María le trajo un vaso de agua.
17:01«Beba despacio.
17:02Tiene usted un color espantoso.
17:04Petra obedeció en silencio.
17:09El agua fresca le aclaró un poco la mente,
17:12pero no alivió la opresión en su pecho.
17:16Miró a María Fernández,
17:18a esa chica que tantas veces había despreciado por su descaro
17:21y su falta de respeto a la autoridad.
17:26Y, sin embargo, era ella la que estaba allí,
17:29a su lado, mientras los demás cuchicheaban a sus espaldas.
17:32Un impulso irracional, nacido de la más absoluta desesperación,
17:39se apoderó de Petra.
17:40«Necesitaba hablar, necesitaba soltar el veneno que la estaba consumiendo por dentro».
17:48«No es el cansancio lo que me mata»,
17:52susurró, con la voz rota.
17:54María se inclinó un poco más hacia ella.
17:59«¿Entonces qué es?»
18:00Petra levantó la vista,
18:02y sus ojos, normalmente fríos y duros,
18:05estaban inundados de una angustia insoportable.
18:07«Es la culpa, la culpa por lo de Pía.
18:12Yo, yo fui la que...»
18:14No pudo terminar la frase.
18:18Un sollozo seco se le atragantó en la garganta.
18:21María Fernández se quedó mirándola,
18:23procesando la confesión.
18:27«Podría haber sentido satisfacción,
18:29un te lo mereces triunfante,
18:31pero lo que vio en el rostro de Petra no fue a la arpía que conocía,
18:34sino a una mujer rota y atormentada.
18:40Y algo en su interior,
18:41esa empatía innata que a menudo le traía problemas,
18:44se activó».
18:47«Lo sé», dijo María con suavidad,
18:51«todos lo sabíamos».
18:52Petra se encogió, como si esperara un golpe.
18:58«Pero el golpe no llegó.
19:00Pero también sé que usted no es una mala persona en el fondo, Petra.
19:04Es complicada y leal a quien no se lo merece».
19:10Petra la miró,
19:11sorprendida por la inesperada perspicacia de la joven.
19:16«Necesito, necesito hacer algo»,
19:19dijo Petra, con una urgencia febril.
19:21«Pero no tengo fuerzas.
19:25Apenas puedo sostenerme en pie.
19:27Hay, hay algo que debo hacer,
19:29algo que Pia necesita saber».
19:31«Un secreto,
19:34y no puedo confiar en nadie».
19:36Se hizo un silencio largo y tenso.
19:38María Fernández comprendió que estaba en una encrucijada.
19:44«Ayudar a Petra era traicionar años de animosidad.
19:47Era aliarse con el enemigo.
19:49Pero abandonar a una mujer en ese estado.
19:51Y no iba en contra de su naturaleza.
19:56¿Qué secreto?»,
19:57preguntó María,
19:58su voz apenas un murmullo.
20:02Petra dudó,
20:03mirando a su alrededor para asegurarse
20:05de que nadie las escuchaba.
20:07Luego,
20:08se inclinó y le susurró algo al oído.
20:09Los ojos de María Fernández
20:14se abrieron como platos,
20:15una mezcla de sorpresa,
20:17horror y,
20:18finalmente,
20:18comprensión.
20:22El secreto era de tal magnitud
20:24que cambiaba por completo
20:25el tablero de juego de la promesa.
20:29Cuando Petra terminó de hablar,
20:31se recostó contra la pared,
20:33exhausta por el esfuerzo.
20:34María la miró,
20:38ya no con simple preocupación,
20:40sino con un nuevo respeto.
20:42La decisión estaba tomada.
20:46«Está bien»,
20:47dijo María,
20:48con una firmeza
20:49que sorprendió a la propia Petra.
20:51«Su secreto está a salvo conmigo».
20:56«Y haré lo que me pide.
20:58Descansé,
20:58yo me encargaré».
21:00Petra cerró los ojos,
21:01y por primera vez en semanas,
21:03una pequeña parte de la tensión
21:04abandonó su cuerpo.
21:09Al confiar en la persona más inesperada,
21:12había dado un paso
21:12que no sólo podría salvar a Pía,
21:15sino que marcaría un antes
21:16y un después en su propia vida
21:17y en la compleja red de alianzas
21:19y enemistades del servicio.
21:24María Fernández,
21:25por su parte,
21:26acababa de asumir
21:27una responsabilidad
21:28que la ponía en el centro
21:29de una peligrosa intriga,
21:31una responsabilidad
21:32que podría costarle muy caro,
21:34pero que también le daba
21:35la oportunidad
21:36de hacer lo correcto.
21:40Si la tensión
21:41en el economato
21:41era un nudo apretado,
21:43en las cocinas
21:44era una olla
21:44a punto de estallar.
21:49Y el detonante,
21:50como tantas otras veces,
21:52era el corazón.
21:53La relación entre Lope y Vera,
21:55que había sido
21:56una montaña rusa
21:57de emociones,
21:58había descarrilado
21:59por completo.
22:02Llevaban días
22:03lanzándose indirectas,
22:04miradas cargadas
22:05de reproches
22:06y frases afiladas
22:07que cortaban el aire.
22:11Pero aquel miércoles,
22:12la contención
22:13se hizo añicos.
22:14Todo comenzó
22:15por una nimiedad.
22:19Una orden mal interpretada,
22:21una cacerola
22:21fuera de sitio.
22:23Pero era evidente
22:24que la cacerola
22:24era sólo la excusa.
22:28El verdadero problema
22:29era más profundo.
22:30Una herida infectada
22:31de celos,
22:32inseguridades
22:33y palabras no dichas.
22:37Te he dicho mil veces
22:38que esto no va ahí,
22:39gritó Lope,
22:41golpeando la encimera
22:42con un cucharón.
22:45Pues si también lo sabes,
22:47hazlo tú,
22:47replicó Vera,
22:48con los ojos brillantes
22:50de ira.
22:50Estoy harta
22:54de que me trates
22:54como si fuera
22:55una inútil.
22:56No te trato
22:57como una inútil,
22:58pero a veces actúas
22:59como si lo fueras.
23:01Estás distraída,
23:02no te concentras.
23:03Contraatacó él,
23:04acercándose a ella.
23:08Simona y Candela,
23:09que estaban pelando
23:10patatas en un rincón,
23:12intercambiaron
23:13una mirada de alarma.
23:14Niños,
23:18por favor,
23:19bajad la voz,
23:19que os van a oír
23:20los señores.
23:21Advirtió Simona,
23:23pero era demasiado tarde.
23:27La mecha ya estaba
23:28prendida,
23:29distraída,
23:30claro que estoy distraída.
23:31La voz de Vera
23:32subió de volumen,
23:33cargada de histeria.
23:37Quizás si alguien
23:38se preocupara un poco
23:39por mí en lugar
23:40de estar todo el día
23:41lamentándose por sus
23:42propias desgracias,
23:43podría concentrarme.
23:47El golpe fue bajo
23:48y Lope lo acusó.
23:49Su rostro se contrajo
23:50en una mueca de dolor
23:51y rabia.
23:55¿Mis desgracias?
23:56¿Te atreves a hablar
23:57de mis desgracias?
23:58Tú no sabes nada
23:59de lo que he pasado.
24:03Y tú no sabes nada
24:04de mí.
24:05Le espetó ella.
24:06Solo te ves a ti mismo,
24:07Lope.
24:08A tu dolor,
24:09a tu orgullo herido.
24:10Pues que lo sepas,
24:11el mundo no gira
24:12a tu alrededor.
24:13En su furia,
24:17Vera cogió un trapo
24:18de la mesa
24:19y lo lanzó con fuerza.
24:20Lope lo esquivó
24:21y el trapo fue a parar
24:23a una cesta de verduras,
24:24esparciéndolas por el suelo.
24:29El ruido fue el colofón
24:30de una escalada
24:31insostenible.
24:32En ese preciso instante,
24:34la puerta que comunicaba
24:35con el pasillo
24:35de los señores
24:36se abrió.
24:37La marquesa,
24:41Cruz,
24:42seguida de Lorenzo
24:42y el marqués,
24:44entraba para dar
24:44una orden.
24:45Se detuvieron en seco,
24:47contemplando la escena
24:48con una mezcla
24:49de estupefacción
24:49y absoluto desdén.
24:50Lope y Vera,
24:55en el centro
24:56de la cocina,
24:57se miraban
24:57con un odio visceral,
24:59con las mejillas
24:59encendidas
25:00y la respiración
25:01agitada.
25:04Simona y Candela
25:05estaban paralizadas,
25:07con los cuchillos
25:07a medio camino
25:08de las patatas.
25:09El desorden
25:13en el suelo
25:13y la tensión
25:14en el aire
25:14eran palpables.
25:16El silencio
25:16que se produjo
25:17fue atronador.
25:21Cruz arqueó
25:22una ceja,
25:23su mirada gélida
25:24recorriendo la escena.
25:25Se puede saber
25:26qué es este escándalo.
25:28Su voz
25:28fue un susurro letal,
25:30más aterrador
25:30que cualquier grito.
25:34¿Hemos interrumpido
25:35alguna clase
25:36de melodrama
25:36a Ravalero?
25:37Lope y Vera
25:38se apalidecieron
25:39al instante.
25:43La adrenalina
25:44de la pelea
25:44se evaporó,
25:45dejando en su lugar
25:46un terror helado.
25:48Discutir
25:48era una falta grave.
25:52Pero hacerlo
25:53de esa manera,
25:54perdiendo los estribos
25:55y, sobre todo,
25:56delante de los señores.
26:01Eso era un pecado capital
26:02en el estricto código
26:03de la promesa.
26:05Señora Marquesa,
26:06yo
26:06Nosotros,
26:10balbuceó Lope,
26:11incapaz de articular
26:12una frase coherente.
26:14No ha sido nada,
26:15señora,
26:16un pequeño malentendido.
26:20Intentó Vera,
26:21pero su voz temblorosa
26:22la delataba.
26:24Lorenzo sonrió
26:24con suficiencia,
26:26disfrutando
26:26del espectáculo.
26:27Alonso,
26:31por su parte,
26:32parecía demasiado
26:33abrumado
26:33por la desaparición
26:34de su hija
26:35como para prestarle
26:36toda su atención,
26:37pero frunció
26:38el ceño
26:38con claro disgusto.
26:42Un pequeño malentendido
26:43que parece haber
26:44convertido
26:45mi cocina
26:45en un corral,
26:46dijo Cruz,
26:47con un tono
26:48peligrosamente calmado.
26:49No voy a tolerar
26:53este tipo
26:53de comportamiento
26:54en mi casa.
26:55Es una vergüenza,
26:56una falta
26:57de respeto
26:57inaceptable.
27:01Ya tomaré
27:02las medidas
27:02oportunas.
27:03Ahora,
27:04si han terminado
27:05con su
27:05función,
27:06pueden ponerse
27:07a trabajar,
27:08o quizás
27:08el disgusto
27:09les ha quitado
27:09las ganas.
27:10Se dio
27:13media vuelta
27:14y salió
27:15de la cocina
27:15con la misma
27:16elegancia
27:16con la que
27:17había entrado,
27:18seguida por
27:18un Lorenzo
27:19visiblemente
27:19divertido
27:20y un marqués
27:21apesadumbrado.
27:25En cuanto
27:25la puerta
27:26se cerró,
27:27Lope y Vera
27:28se miraron,
27:29el odio
27:29reemplazado
27:29por un pánico
27:30compartido.
27:34Acababan
27:35de cometer
27:35el peor
27:35error
27:36de sus
27:36vidas
27:36laborales,
27:37las consecuencias,
27:39tan inesperadas
27:39como preocupantes,
27:41pendían ahora
27:41sobre sus
27:42cabezas
27:42como la
27:43espada
27:43de Damocles.
27:47Su relación,
27:48ya rota,
27:49había implosionado
27:50de la forma
27:51más pública
27:51y destructiva
27:52posible,
27:53arrastrándolos
27:54a un futuro
27:54incierto
27:55y,
27:55muy probablemente,
27:56terrible.
28:00Lejos
28:00de la explosión
28:01de Lope y Vera,
28:02otro tipo
28:03de tensión,
28:04más sutil
28:04pero igualmente
28:05significativa,
28:06se cocía a fuego
28:07lento
28:08en esa misma
28:08cocina.
28:09El objeto
28:13de todas
28:13las miradas
28:14y susurros
28:14era en hora,
28:15la prometida
28:16de Toño,
28:17cuya presencia
28:17en la promesa
28:18seguía siendo
28:19un misterio
28:19para muchos.
28:23Pero para Manuel,
28:24era una fuente
28:25constante
28:25de desconfianza,
28:27no podía evitarlo.
28:28Había algo
28:29en ella,
28:30en su forma
28:30de mirar,
28:31en sus sonrisas
28:32demasiado calculadas,
28:33en sus respuestas
28:34evasivas,
28:35que activaba
28:36todas sus alarmas.
28:37la veía
28:40moverse
28:41por el palacio,
28:42observándolo
28:43todo con
28:43una curiosidad
28:44que a él
28:44le parecía
28:45más propia
28:46de un espía
28:46que de una
28:47futura esposa
28:48de un empleado.
28:52Intentaba
28:53racionalizarlo,
28:54decirse a sí mismo
28:55que eran imaginaciones
28:56suyas,
28:57que la desaparición
28:58de Catalina
28:58lo tenía
28:59paranoico.
28:59Pero la sensación
29:03persistía,
29:04como un zumbido
29:05bajo en sus oídos.
29:06Aquel día,
29:07la encontró
29:07en la biblioteca,
29:09pasando un dedo
29:09por el lomo
29:10de un libro
29:10de contabilidad.
29:14¿Interesante lectura?
29:15preguntó Manuel,
29:17apoyándose
29:17en el marco
29:18de la puerta.
29:19En horas
29:19se sobresaltó,
29:20cerrando el libro
29:21de golpe.
29:25Una sonrisa
29:26nerviosa
29:26se dibujó
29:27en su rostro.
29:28Señorito Manuel,
29:29me ha asustado,
29:30solo estaba.
29:34Admirando
29:35la colección,
29:36tienen ustedes
29:36unos libros
29:37maravillosos.
29:38Ese,
29:39en concreto,
29:40trata sobre
29:40las finanzas
29:41de la finca
29:41del último trimestre.
29:43Dijo él,
29:44con la mirada
29:44fija en ella.
29:48No es precisamente
29:49una novela
29:50de aventuras.
29:51Oh,
29:51bueno,
29:52en horas se rió,
29:53un sonido
29:53que a Manuel
29:54le pareció hueco.
29:58Supongo
29:59que mi curiosidad
29:59no tiene límites.
30:01Toño
30:01siempre dice
30:01que soy
30:02demasiado
30:02preguntona.
30:06Toño
30:06es un buen
30:07hombre,
30:08tiene suerte
30:08de haberte
30:09encontrado.
30:10Dijo
30:10Manuel,
30:11y aunque
30:11las palabras
30:12eran amables,
30:13su tono
30:13era inquisitivo.
30:17Soy yo
30:18la afortunada.
30:19Respondió
30:19ella,
30:20desviando
30:20la mirada.
30:21Casarme
30:22con él
30:22y poder
30:22vivir cerca
30:23de un lugar
30:24tan impresionante
30:24como este.
30:25Es un sueño.
30:29Manuel no dijo
30:30nada más.
30:31Se limitó
30:31a observarla
30:32mientras ella
30:33volvía a colocar
30:33el libro
30:34en su sitio,
30:35con un cuidado
30:35quizás
30:36excesivo.
30:39Cada gesto
30:40suyo
30:40le parecía
30:41un acto
30:41en una obra
30:41de teatro.
30:43No confiaba
30:43en ella
30:44y no entendía
30:45por qué
30:45nadie más
30:45parecía
30:46verlo.
30:46Más tarde,
30:50en la cocina,
30:51mientras Simona
30:52y Candela
30:52comentaban
30:53con pesar
30:53la bronca
30:54de Lope
30:54y Vera,
30:55salió
30:55el tema
30:56de Nora.
30:59Y el señorito
31:00Manuel no le quita
31:01ojo de encima.
31:02Decía Candela
31:03en un susurro,
31:04mientras removía
31:05un guiso.
31:08Cada vez
31:09que ella aparece,
31:10él se pone
31:10tenso
31:11como la cuerda
31:11de un violín.
31:12No es
31:13desconfianza,
31:14mujer,
31:15replicó Simona,
31:16con la sabiduría
31:17que le daban
31:17los años.
31:21Eso tiene
31:22otro nombre.
31:23Ah,
31:23sí,
31:24¿y cuál es,
31:24si se puede saber?
31:26Preguntó Candela,
31:27intrigada.
31:30Simona dejó
31:31la cuchara
31:31y miró
31:32a su compañera
31:32con una sonrisilla
31:33pícara.
31:34Celos.
31:36Se llaman
31:36celos.
31:39El señorito
31:40está celoso
31:40de que esa muchacha
31:41tan guapa
31:42vaya a casarse
31:43con Toño.
31:44Simona,
31:45por Dios,
31:45¿qué cosas
31:46dices?
31:47Exclamó Candela,
31:48aunque sus ojos
31:49brillaban con la emoción
31:50del cotilleo.
31:54El señorito
31:55Manuel está
31:55casado
31:56con la señorita
31:56Yana
31:57y la quiere
31:58con locura.
31:59Una cosa
31:59no quita
32:00la otra,
32:00Candela.
32:04El corazón
32:05de un hombre
32:05es un laberinto
32:06y a veces
32:07ni ellos mismos
32:08saben por qué
32:08sienten
32:09lo que sienten.
32:10Pero yo te digo
32:14que ahí hay algo.
32:15Él la mira
32:15de una forma
32:16distinta
32:17y esa tensión
32:18no es de un señor
32:19preocupado por su finca.
32:24Es de un hombre
32:25que ve a otro hombre
32:26a punto de conseguir
32:26algo que,
32:27quizás en el fondo
32:28de su alma,
32:29él también desearía.
32:33Sin que ellas
32:34lo supieran,
32:35Yana había entrado
32:36en la cocina
32:36y había escuchado
32:37la última parte
32:38de la conversación.
32:42Se quedó inmóvil,
32:43oculta tras la puerta,
32:45mientras las palabras
32:46de Simona
32:46resonaban
32:47en su cabeza.
32:51¿Celos?
32:52¿Manuel celoso
32:53de Toño por Enora?
32:54La idea le pareció
32:55absurda al principio.
32:59Pero luego,
33:00recordó las conversaciones
33:01con Manuel,
33:02su insistencia
33:03en que Enora
33:03no era de fiar,
33:05su obsesión
33:05casi febril
33:06con cada uno
33:07de sus movimientos.
33:11Siempre lo había
33:12interpretado
33:12como una preocupación
33:14legítima
33:14por la seguridad
33:15de la promesa.
33:19Pero,
33:20¿y si las cocineras
33:21tenían razón?
33:22¿Y si bajo esa capa
33:23de desconfianza
33:24se escondía
33:24una atracción
33:25inconfesada?
33:27La duda,
33:27una vez plantada,
33:29comenzó a echar
33:29raíces en su corazón.
33:30Lo que ni Simona,
33:35ni Candela,
33:36ni la propia
33:37Yana
33:37podían imaginar
33:38era la complejidad
33:39de la verdad.
33:43Los celos de Manuel
33:44no eran románticos
33:45en el sentido tradicional.
33:47No deseaba
33:47a Enora
33:48para sí.
33:51Pero Simona
33:52había acertado
33:53en algo.
33:54Manuel sentía
33:54celos de la normalidad
33:55que Toño
33:56y Enora
33:56representaban.
34:00Celos de un compromiso
34:01sencillo,
34:02de una vida
34:03sin las cargas,
34:04los secretos
34:05y las responsabilidades
34:06que a él
34:06lo aplastaban.
34:10Y su desconfianza
34:11hacia Enora
34:12no era sólo
34:12por la finca.
34:14Era la intuición
34:14de que ella,
34:15con su sonrisa falsa
34:17y sus ojos calculadores,
34:18era una amenaza
34:19para esa frágil paz
34:20que todos anhelaban
34:21y que parecía
34:22alejarse cada día más.
34:26Aquel detalle,
34:27mal interpretado
34:28por todos
34:28como un simple ataque
34:29de celos románticos,
34:31era en realidad
34:32la clave
34:32de un misterio
34:33mucho mayor.
34:37Un misterio
34:38que,
34:38al desvelarse,
34:39podría darle
34:40un giro
34:40completamente inesperado
34:42no sólo
34:42a la historia
34:43de Enora
34:43y Toño,
34:44sino al destino
34:45de todo el palacio.
34:49El sol comenzaba
34:50a descender
34:51en el horizonte
34:51y las sombras
34:52que se alargaban
34:53sobre la promesa
34:54eran mucho más
34:55que la ausencia
34:55de luz.
34:56Eran el presagio
35:00de las verdades
35:01ocultas
35:01que estaban
35:02a punto
35:02de salir
35:02a la superficie
35:03con la fuerza
35:04destructiva
35:05de una inundación.
35:09El miércoles,
35:1024 de septiembre,
35:12no había sido
35:12un día más.
35:14Había sido
35:14el día
35:14en que todas
35:15las grietas
35:16comenzaron
35:16a mostrarse
35:17al mismo tiempo,
35:18anunciando
35:18el inminente
35:19derrumbe.
35:19el día de la
35:33est Glasfón,
35:34el día de las
35:37idas
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