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  • hace 16 años
Muchos científicos creían que el cromosoma Y, separado del X hace 300 millones de años, estaba abocado a desaparecer en unos 5 millones de años porque, a lo largo de la evolución, ha ido perdiendo más de mil genes. Sin embargo, tras secuenciar el material genético del cromosoma sexual masculino, un equipo de 40 investigadores ha descubierto que este cromosoma dispone de un singular mecanismo para mantener su integridad funcional, creando a lo largo de su material genético múltiples copias de los genes involucrados en la producción de espermatozoides en los testículos.
"Durante mucho tiempo he oído que era una pérdida de tiempo la complicada tarea de obtener y cartografiar la secuencia de ADN del cromosoma Y. El argumento era que es una especie de vertedero genético repleto de secuencias repetidas de ADN basura. Pero hemos visto un palacio de cristal", afirma el líder de este grupo, David Page, un investigador del Instituto Whitehead de Investigación Biomédica (EE.UU.) que ya en 1991 descubrió en ese cromosoma el gen SRY, responsable de la formación de los testículos durante el desarrollo embrionario de los varones. Según Page, el cromosoma Y está formado por zonas con importantes genes implicados en la fertilidad masculina, regiones con secuencias de ADN que parecen palíndromos (palabras que se leen igual de derecha a izquierda que izquierda a derecha) y un surtido de genes que son vestigios heredados del cromosoma X. Los resultados de esta investigaciónaportarán, desde el punto de vista biomédico, un mejor conocimiento de las causas y orígenes genéticos de la infertilidad masculina, así como de diversas enfermedades genéticas en mujeres que están ligadas al sexo, como el síndrome de Turner.

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