#LaPromesaCurro #ÁngelaRescate #ErmitaLorenzo
Curro y Ángela: Rescate en la Ermita, Lorenzo desenmascarado
Ángela desaparece y el pánico sacude La Promesa. Mientras Manuel y Enora rastrean desde el aire, Curro sigue la pista de un dibujo hasta la Ermita del Desamparo y se enfrenta allí a Lorenzo, cuyo plan para manipular la herencia y aliarse con el barón de Valladares queda al descubierto. El “héroe” cae, la Guardia Civil cierra el cerco y Catalina y Alonso pasan a la ofensiva contra el barón. ¿Podrá este rescate cambiar el destino de los ...
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Curro y Ángela: Rescate en la Ermita, Lorenzo desenmascarado
Ángela desaparece y el pánico sacude La Promesa. Mientras Manuel y Enora rastrean desde el aire, Curro sigue la pista de un dibujo hasta la Ermita del Desamparo y se enfrenta allí a Lorenzo, cuyo plan para manipular la herencia y aliarse con el barón de Valladares queda al descubierto. El “héroe” cae, la Guardia Civil cierra el cerco y Catalina y Alonso pasan a la ofensiva contra el barón. ¿Podrá este rescate cambiar el destino de los ...
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00:00Curro y Ángela. Rescaten la ermita, Lorenzo desenmascarado. Ángela desaparece y el pánico
00:06sacude la promesa. Mientras Manuel y Enora rastrean desde el aire, Curro sigue la pista
00:13de un dibujo hasta la ermita del desamparo y se enfrenta allí a Lorenzo, cuyo plan para
00:17manipular la herencia y aliarse con el varón de Valladares queda al descubierto.
00:21El, héroe, cae, la Guardia Civil cierra el cerco y Catalina y Alonso pasan a la ofensiva
00:30contra el varón. ¿Podrá este rescate cambiar el destino de los Luján y sellar para siempre
00:37el amor de Curro y Ángela? El sol del 2 de septiembre se alzaba sobre la promesa con una insolencia
00:45cruel, pintando de oro los tejados y los campos que rodeaban el palacio, ajeno a la sombra
00:50gélida que se había instalado en los corazones de sus habitantes. El aire, normalmente vibrante
00:57con el trajín del servicio y las conversaciones ociosas de los señores, estaba cargado de
01:02una quietud malsana, un silencio preñado de preguntas sin respuesta. Ángela no estaba,
01:09la frase era un latigazo, una verdad simple y devastadora que reverberaba desde la cocina
01:14hasta los salones más opulentos. Curro sentía que el mundo se había reducido al
01:20espacio asfixiante de su propia piel. Cada respiración era una lucha contra el pánico
01:26que amenazaba con devorarlo. La decisión de Cristóbal de apartarlo de la búsqueda había
01:31sido como un muro de piedra erigido frente a él.
01:36Es por tu bien, muchacho, estás demasiado afectado, le había dicho el mayordomo, con una firmeza
01:42que no admitía réplica. Pero para Curro, aquello no era protección, era una condena. Lo estaban
01:50atando de manos mientras Ángela, su Ángela, podría estar herida, asustada o algo infinitamente
01:56peor que no se atrevía a nombrar. Apoyado contra el frío muro del pasillo del servicio, observaba
02:04con impotencia cómo los grupos de búsqueda se organizaban en el patio. Gritos, órdenes,
02:11el ladrido de los perros. Todo era un ruido sordo y lejano. En su mente, sólo existía
02:16el eco de la última vez que la vio.
02:20Fue la tarde anterior, junto al viejo roble que marcaba el inicio del sendero hacia el
02:24río.
02:27Ella reía, con esa luz en los ojos que parecía capaz de disipar cualquier oscuridad.
02:34Le había hablado de un libro que estaba leyendo, de un sueño tonto sobre pájaros
02:38que hablaban.
02:41Él se había limitado a escuchar, embelesado, sin saber que cada una de esas palabras se convertiría
02:47en un tesoro invaluable. Una reliquia de un tiempo que ya parecía perdido para siempre.
02:54¿Se le había escapado algo? ¿Una mirada preocupada? ¿Una frase a medias? Rebobinaba
02:59la conversación una y otra vez, torturándose. No, nada, ella parecía feliz, tranquila.
03:06La normalidad de aquel último encuentro era, ahora, la parte más aterradora.
03:13El mal había llegado sin avisar, como un ladrón en la noche. Su mirada se cruzó con
03:18la de Lorenzo, que supervisaba a uno de los grupos con una calma insultante.
03:22El capitán de la mata, su tío, el hombre al que había confrontado apenas unas horas
03:28antes. La negativa de Lorenzo había sido tajante, casi ofendida. ¿Cómo puedes pensar
03:36que yo tendría algo que ver con la desaparición de una criada? Le espetó, con el desdén aristocrático
03:41que tan bien manejaba.
03:42Pero Curro había visto algo en sus ojos, una microexpresión, un destello fugaz de
03:50triunfo, era una sensación, una intuición visceral que le erizaba la piel. Sabía,
03:58con una certeza que le helaba la sangre, que Lorenzo mentía.
04:03Leocadia, la doncella personal de la marquesa, pasó a su lado. Sus ojos, siempre observadores,
04:09se posaron en él por un instante. Curro sabía que ella tampoco se fiaba del capitán. Había
04:17sido testigo de su breve interrogatorio. Mientras que a él le había respondido con una bravuconada,
04:24a Leocadia le había sostenido la mirada con un silencio calculado, un silencio que gritaba
04:29culpabilidad. Ella asintió levemente, un gesto casi imperceptible que, sin embargo, creó
04:37un lazo invisible entre ellos. Una alianza tacita contra la oscuridad que se cernía sobre el palacio.
04:45Decidido, Curro se dio la vuelta y se alejó del bullicio. Si no le dejaban buscarla por los
04:52caminos oficiales, lo haría por los suyos. Se dirigió a la habitación de Ángela. Era un espacio
04:59pequeño, humilde, pero pulcro y ordenado. El olor a lavanda y a ella todavía flotaba en el aire,
05:04un golpe directo a su corazón. La cama estaba hecha, intacta. No había vuelto. Sobre la mesita
05:12de noche, un libro abierto. La isla del tesoro. Una sonrisa amarga se dibujó en sus labios. Le
05:20encantaban las aventuras. Con un cuidado casi reverencial, empezó a buscar. No sabía qué,
05:27pero buscaba. Un diario, una carta, una nota. Algo que le diera una pista de a dónde podría haber ido,
05:35o si se iba a encontrar con alguien. No encontró nada. Todo estaba en su sitio. Desesperado,
05:43se sentó en el borde de la cama, hundiendo la cabeza entre las manos. Fue entonces cuando lo vio.
05:49Debajo de la cómoda, casi oculto por la sombra, había un pequeño trozo de papel doblado. No era
05:57una carta. Al desdoblarlo, vio que era un dibujo. Un boceto torpe, hecho a carboncillo, de una flor.
06:06Una orquídea silvestre. Y debajo, una sola palabra. Ermita. El corazón le dio un vuelco.
06:12La ermita del desamparo. Un viejo santuario abandonado en lo más profundo del bosque de
06:18Luján, a varios kilómetros del palacio. Nadie iba nunca allí. Se decía que estaba en ruinas,
06:26que era peligroso. ¿Por qué dibujaría Ángela eso? Recordó una conversación de hacía semanas.
06:33Paseaban por el jardín y él le hablaba de sus exploraciones de niño. Le mencionó la ermita
06:38como un lugar misterioso y prohibido. Ella le escuchó con fascinación. ¿Habría decidido
06:45ir a verla por su cuenta? Era una posibilidad remota, una locura, pero era lo único que tenía.
06:53Era una pista. Y una pista era esperanza. Mientras tanto, en el aire, el mundo se desplegaba
06:59bajo las alas del aeroplano de Manuel. El rugido del motor era un bálsamo para sus
07:05nervios crispados. Volar siempre le había dado perspectiva, la capacidad de ver las cosas desde
07:10una distancia que las hacía más manejables. Pero hoy, cada campo, cada arboleda, cada sendero era
07:18un posible escondite, un escenario potencial para una tragedia. Enora estaba sentada a su lado,
07:26sus nudillos blancos por la fuerza con que se aferraba al borde de la carlinga.
07:30Su rostro, normalmente animado y lleno de desafíos, estaba pálido y tenso. La preocupación
07:38por Ángela era genuina, pero Manuel sabía que había otra tormenta gestándose dentro de ella.
07:44La reconciliación de Toño y Simona la había descolocado. Se sentía traicionada, confundida.
07:51¿Ves algo? Gritó él por encima del estruendo del motor. Ella negó con la cabeza, sus ojos
07:59escrutando el paisaje con una intensidad febril. Nada, es como buscar una aguja en un pajar. Si
08:06alguien no quiere ser encontrado. La encontraremos, afirmó Manuel, más para convencerse a sí mismo
08:13que a ella. Sentía el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Era un Luján, la gente que
08:21vivía y trabajaba en sus tierras estaba bajo su protección. La desaparición de Ángela era un
08:28fracaso personal. Sobrevolaron la zona oeste, cerca del río. Vieron a los grupos de búsqueda
08:35moviéndose como hormigas por los senderos. Desde el aire, su esfuerzo parecía tan pequeño,
08:41tan desesperadamente insignificante frente a la inmensidad del terreno. Manuel viró hacia el
08:48este, hacia los bosques más densos. El dosel de los árboles era una manta verde y frondosa que
08:53podía ocultar cualquier cosa. Allí, dijo en hora de repente, señalando, junto a esa formación rocosa,
09:02parece, ropa. Manuel inclinó el avión, descendiendo en un amplio círculo. Era un trozo de tela azul,
09:10enganchado en una rama espinosa. El azul del uniforme del servicio de la promesa. El corazón
09:17le dio un vuelco. Puede ser de cualquiera, dijo, pero su voz sonaba hueca. O puede ser de ella,
09:25replicó en hora. Es una pista, Manuel. Es más de lo que teníamos hace cinco minutos.
09:32Memorizó la ubicación exacta, haciendo una triangulación mental con el pico de la montaña
09:37lejana y el viejo molino abandonado. Era un punto de partida. Le dio una palmada reconfortante
09:44en el hombro a Enora, un gesto de camaradería en medio de la crisis. La tensión entre ellos
09:51pareció disiparse por un momento, reemplazada por un objetivo común. Encontrarla, traerla a casa. En
09:59el palacio, la tensión era de otra naturaleza. Catalina Luján golpeó la mesa del despacho con
10:05el puño cerrado. Su rostro estaba encendido por la frustración. Se niegan. Rotundamente,
10:13ni siquiera quieren sentarse a hablar. Exigen el pago inmediato o iniciarán los procedimientos
10:19de embargo. Cobardes, sanguijuelas. Alonso, su padre, se masajeaba las sienes con gesto cansado.
10:27El comunicado de los nobles había sido un golpe de mazo. La negativa a negociar los dejaba en una
10:34posición insostenible. La ruina ya no era una amenaza lejana. Llamaba a sus puertas con una
10:39insistencia grosera. Calma, hija, perder los estribos no nos ayudará, dijo con voz queda. ¿Y
10:48qué nos ayudará, padre? ¿Rezar, esperar un milagro? Replicó Catalina con sarcasmo.
10:56Llevamos semanas con paños calientes, intentando ser diplomáticos, y mira dónde nos ha llevado,
11:01a un callejón sin salida. A veces, para luchar contra las bestias, hay que convertirse en una,
11:09su postura se había endurecido. La crisis, sumada a la angustia por la desaparición de Ángela,
11:17que era una de sus chicas, una de las trabajadoras del proyecto de las mermeladas,
11:21había avivado su espíritu combativo. He estado pensando, continuó, su voz bajando a un tono
11:28conspirador. El varón de Valladares es el cabecilla de todo esto. Es el más influyente y el más rencoroso.
11:36Si conseguimos neutralizarlo a él, los demás podrían volverse más razonables.
11:43¿Neutralizarlo? ¿Qué quieres decir? Preguntó Alonso, mirándola con recelo. No lo sé todavía.
11:51Buscar sus trapos sucios, encontrar algo, cualquier cosa, que podamos usar como palanca.
11:58Todos tienen secretos, padre, y los secretos de los hombres como el varón suelen ser oscuros y
12:03profundos. Alonso suspiró. La idea le repugnaba. Él era un hombre de honor, de palabra. Jugar a esos
12:11juegos sucios iba en contra de toda su naturaleza. Pero la desesperación era una mala consejera. Vio
12:19la determinación en los ojos de su hija y supo que no la convencería de lo contrario.
12:23Está bien, cedió finalmente. Intentaré hablar con él una vez más. Un último intento, de hombre a
12:31hombre. Pero si se nieva, exploraremos otras vías. La aceptación, aunque reticente, fue suficiente para
12:39Catalina. Una pequeña victoria en un día de derrotas. No se hacía ilusiones. Sabía que el varón no cedería
12:47ante las súplicas de su padre. Pero le daría tiempo, tiempo para empezar a acabar. Lorenzo
12:55observaba todo desde la distancia, moviendo las piezas en su tablero mental con la precisión de
13:00un maestro de ajedrez. La desaparición de Ángela estaba funcionando mejor de lo que había previsto.
13:07El caos y la distracción que había generado eran la cortina de humo perfecta. Mientras todos buscaban
13:14a una criada insignificante, los verdaderos problemas de los Luján se enconaban, sin que
13:19nadie les prestara la atención debida. Había escogido a Ángela por varias razones. Era discreta,
13:27inteligente y, lo más importante, le importaba a Curro. El muchacho era la clave. Lorenzo necesitaba
13:35controlarlo, doblegar su voluntad. La confrontación de la mañana le había demostrado que el chico
13:40era impulsivo y emocional, un blanco fácil. Al quitarle a Ángela, le había quitado su ancla,
13:48su punto de estabilidad. Un Curro desesperado era un Curro manipulable. El plan era sencillo,
13:55mantendría a la chica oculta durante unos días en la vieja ermita del desamparo.
14:01No le haría daño, por supuesto. La violencia física era burda y dejaba rastros. El terror
14:08psicológico era mucho más efectivo. La dejaría allí, con comida y agua suficientes, hasta que el
14:15pánico hiciera su trabajo. Luego, encontraría una pista que lo llevaría a rescatarla, convirtiéndose
14:22en el héroe del día. Se ganaría la gratitud del servicio y, sobre todo, una deuda impagable por
14:29parte de Curro. Una deuda que pensaba cobrar con intereses. Su conversación con Leocadia le había
14:37inquietado ligeramente. La mujer era demasiado lista. Sus ojos veían más allá de la fachada. Pero no
14:46tenía pruebas. Nadie las tenía. Había sido meticuloso. Se había acercado a Ángela la noche
14:52anterior con una excusa creíble. Un mensaje urgente de su familia. Una enfermedad repentina
14:58de su madre. La chica, preocupada, le había seguido sin dudarlo hasta el carruaje que tenía
15:05preparado. Un pañuelo con cloroformo hizo el resto. Rápido, limpio, silencioso. La llevó
15:13hasta la ermita. La dejó dentro con una nota tranquilizadora pero vaga. Estarás bien si
15:18cooperas. No grites. Nadie te oirá. Y volvió al palacio antes del amanecer. Un plan perfecto.
15:28Un mozo de cuadras se le acercó corriendo, con el rostro sudoroso. Capitán, el señorito
15:34Manuel ha vuelto. Dice que han encontrado algo desde el aire. Un trozo de tela azul, en el
15:39bosque del Este. Lorenzo sintió una punzada de alarma. El Este, eso estaba demasiado cerca
15:46de la ermita. Maldita sea. Había subestimado al aviador. Tenía que actuar rápido. Debía
15:53desviar la atención. Crear una pista falsa que los llevara en la dirección opuesta. Se
16:00dirigió con paso rápido hacia el palacio, su mente trabajando a toda velocidad. Mientras
16:07cruzaba el patio, vio a Curro salir de las dependencias del servicio. El chico caminaba
16:12con una determinación extraña, casi febril, y se dirigía hacia los establos, hacia el
16:19Este. Una sensación helada recorrió la espalda de Lorenzo. No podía ser. ¿Cómo podía
16:26saberlo? Era imposible. A menos que, a menos que la chica hubiera sido tan estúpida como
16:32para dejar algo. Curro no perdió el tiempo. Encilló a su caballo, ventisca, con manos
16:39temblorosas pero eficientes. El dibujo de la orquídea y la palabra ermita ardían en
16:46su bolsillo. No se lo había dicho a nadie. Si se equivocaba, quedaría como un loco. Y
16:53si estaba en lo cierto, no quería que nadie se le adelantara. Especialmente Lorenzo. Una
17:00voz en su interior le gritaba que el tiempo se agotaba. Montó de un salto y espoleó
17:05al caballo, saliendo de los establos al galope. Se adentró en el sendero que serpenteaba hacia
17:11el bosque, el mismo que tantas veces había recorrido de niño. El aire fresco le golpeaba
17:18la cara, pero no sentía nada. Solo la imagen de Ángela, sola y asustada en la oscuridad.
17:24El bosque de Luján era un lugar de una belleza salvaje. Árboles centenarios formaban una catedral
17:31de hojas que filtraba la luz del sol en haces dorados. Pero para Curro, hoy, cada sombra
17:38parecía una amenaza. Cada crujido de hojas secas el paso de un enemigo.
17:45Conocía el camino a la ermita de memoria, aunque hacía años que no lo recorría. Estaba
17:50cubierto de maleza, casi borrado por el tiempo, pero su instinto lo guiaba. Cabalgó durante
17:58casi una hora, adentrándose cada vez más en el corazón del bosque. El silencio aquí
18:05era diferente al del palacio. Era un silencio antiguo, profundo, lleno de los susurros de
18:10la naturaleza. Finalmente, a través de un claro, la vio, la ermita del desamparo. Era poco más
18:18que un esqueleto de piedra cubierto de hiedra. El tejado se había hundido en parte, y la puerta
18:24de madera colgaba de un solo gozne. Un lugar olvidado por Dios y por los hombres. El corazón
18:32le latía con una fuerza brutal contra las costillas. Ató a Ventisca a un árbol y se
18:38acercó con sigilo, abusando el oído. No se oía nada. Ni un sollozo, ni un movimiento.
18:46El miedo, frío y paralizante, amenazó con detenerle. ¿Y si se había equivocado? ¿Y
18:54si esto era solo una fantasía de su mente desesperada? Se acercó a la puerta y la empujó.
19:00Chirrió con un sonido agónico. El interior estaba en penumbra, lleno de polvo y telarañas.
19:06El aire era viciado y olía a humedad y a abandono. Un altar de piedra roto, bancos de madera carcomidos,
19:13y en el centro del suelo. Una manta, y sobre la manta, una figura acurrucada.
19:21Ángela, susurró, su voz rota por la emoción. La figura se movió, se incorporó lentamente,
19:29parpadeando ante la luz que entraba por la puerta. Su cabello estaba revuelto,
19:35su rostro pálido y manchado de lágrimas secas, pero era ella.
19:38Estaba viva. Curro, dijo con un hilo de voz, como si no pudiera creer lo que veía.
19:48Él corrió hacia ella y la abrazó con una fuerza que le quitó el aliento. Ella se aferró a él,
19:53sollozando, liberando por fin toda la tensión y el miedo acumulados.
19:59Curro la sostuvo, meciéndola suavemente, sintiendo que el mundo, que se había roto en
20:04mil pedazos, volvía a encajar. Estoy aquí, le susurraba al oído. Estoy aquí,
20:11estás a salvo. Cuando los sollozos de Ángela amainaron, él la apartó suavemente para mirarla
20:16a la cara. ¿Estás herida? ¿Te ha hecho algo? Ella negó con la cabeza. No, solo, me asustó.
20:26Me trajo aquí anoche. Me dijo que no gritara, que todo era un error que se solucionaría pronto.
20:31¿Quién? ¿Quién te trajo aquí, Ángela? Fue él, dijo ella, y el miedo volvió a sus ojos.
20:40El capitán de la mata, Don Lorenzo. La confirmación golpeó a Curro como un puñetazo,
20:46a pesar de que ya lo sabía. La rabia, pura y ardiente, reemplazó al alivio. Quería matar
20:54a Lorenzo. Quería hacerle pagar por cada segundo de terror que Ángela había sufrido.
21:01¿Por qué? Preguntó Curro, ayudándola a ponerse en pie. ¿Por qué haría algo así?
21:07No lo sé con certeza, respondió Ángela, temblando. Pero, la noche anterior, yo no podía dormir.
21:16Salí a tomar el aire al jardín de atrás, cerca del despacho. Y le oí, estaba hablando con alguien,
21:22por teléfono. Hablaba del varón de Valladares. ¿Y de ti? ¿De mí? Curro frunció el ceño. Sí.
21:31Decía algo como. El chico es la llave. Si controlamos al chico, controlamos su parte
21:38de la herencia. Y con la presión del varón, los Luján caerán como un castillo de naipes.
21:45Luego, creo que me oyó. Hice un ruido. Al día siguiente, vino con la historia de mi madre y...
21:53desperté aquí. Todo encajaba. La presión de los nobles, la extraña obsesión de Lorenzo con él,
22:01la desaparición. No era solo maldad, era un complot, un plan para destruir a su familia y,
22:08de alguna manera, usarlo a él como peón. Tenemos que salir de aquí, dijo Curro,
22:15tomando su mano. Tenemos que contárselo a todos. Justo cuando se dirigían a la puerta,
22:22un ruido fuera los geló. El relincho nervioso de un caballo. No era ventisca. Un segundo después,
22:30una silueta oscura llenó el umbral de la ermita. Era Lorenzo. En su rostro no había sorpresa,
22:37sino una furia fría y calculadora. Sus ojos se clavaron en Curro.
22:44Vaya, vaya, parece que el cachorrito ha encontrado el camino a casa,
22:48dijo con una voz suave y amenazante. Debo admitir que te he subestimado,
22:54sobrino, pero tu pequeña aventura termina aquí. Detrás de él, el sol del mediodía creaba un halo
23:02que lo hacía parecer una figura demoníaca. Curro se interpuso entre él y Ángela,
23:08protegiéndola con su cuerpo. El alivio del rescate se había evaporado, reemplazado por la cruda
23:14realidad de un enfrentamiento inevitable en las ruinas de una ermita olvidada, lejos de cualquier
23:19ayuda posible. El silencio del bosque ya no era pacífico. Era el silencio de una trampa que
23:27acababa de cerrarse. Lorenzo dio un paso hacia el interior de la ermita, y el sonido de sus botas
23:34sobre la piedra resonó como una sentencia. Su sonrisa era una línea delgada y cruel. No llevaba
23:41un arma visible, pero toda su postura irradiaba peligro. «Has cometido un grave error al venir
23:47aquí, curro», dijo, su voz un murmullo sedoso. «Arruinaste un plan muy elegante, iba a ser tu
23:55héroe, iba a rescatar a la pobre doncella indefensa, y tú me lo deberías todo». «Pero siempre tienes que
24:04hacer las cosas a tu manera, ¿verdad? Impulsivo, como tu padre». La mención de su padre hizo que la
24:11sangre de curro hirviera. No te atrevas a hablar de él. «Eres un monstruo, secuestrar a una mujer
24:19inocente para tus sucios planes». «Inocente», Lorenzo soltó una risa corta y despectiva. «Nadie en
24:27este mundo es inocente, muchacho». Ella fue lo suficientemente estúpida como para escuchar lo que
24:33no debía. «Y tú eres lo suficientemente estúpido como para preocuparte por ella». El sentimentalismo es
24:41una debilidad que los Luján parecéis cultivar como si fuera una virtud. Dio otro paso, acortando la
24:49distancia. Curro retrocedió, empujando a Ángela suavemente detrás de él. Su mente corría a toda
24:56velocidad, buscando una salida, un arma, una ventaja. No había ninguna. «Estaban atrapados». «¿Qué quieres,
25:05Lorenzo?» «¿Qué es todo esto? ¿La herencia? ¿Destruir a los Luján?» «Quiero lo que me corresponde
25:12por derecho», si se o Lorenzo, su fachada de calma empezando a resquebrajarse para revelar la
25:17codicia que lo consumía. «Tu abuelo, el marqués, me despreció toda la vida. Me trató como a un
25:25segundón, a mí, su único yerno militar. Esta familia, esta tierra, debería haber sido mía,
25:33pero él se la dejó a su débil hijo y a su estúpida hija». «Y ahora tú, tú apareces,
25:41el bastardo perdido, y te interpones en mi camino». Se abalanzó hacia adelante.
25:45Curro reaccionó por puro instinto, empujando a Lorenzo con todas sus fuerzas. El capitán,
25:54sorprendido por la repentina resistencia, tropezó hacia atrás, chocando contra el viejo altar de
25:59piedra. El golpe fue sordo y seco. Por un instante, los tres se quedaron inmóviles. Lorenzo se incorporó
26:08lentamente, con una mano en la parte posterior de la cabeza. Cuando la apartó, sus dedos estaban
26:15manchados de sangre. Una oscuridad asesina nubló su mirada. «Ahora sí que lo has estropeado todo»,
26:22gruñó. Mientras tanto, la búsqueda oficial se había concentrado en la zona este. Manuel,
26:30guiado por la ubicación del trozo de tela, lideraba un grupo a pie. El terreno era escarpado
26:35y difícil. «Por aquí», gritó, señalando unas huellas en el barro. «Son recientes,
26:42alguien ha pasado por aquí». En hora, que se había negado a quedarse en el palacio,
26:49estaba a su lado. Su agudo ingenio se había centrado por completo en la búsqueda. Fue
26:55ella quien vio lo siguiente. «Manuel, mira». A unos metros del sendero principal, oculto por
27:01unos helechos, había un camino secundario, casi invisible por la maleza. Pero en la entrada de ese
27:09camino, había marcas de herraduras. Herraduras frescas. «Alguien ha venido a caballo», dijo
27:16Manuel. «¿Pero quién? Todos los grupos de búsqueda van a pie por esta zona». Un mal presentimiento se
27:24apoderó de él. Recordó haber visto a Curro dirigirse a los establos. «¿Podría ser él? ¿Habría
27:31venido solo? ¿A dónde lleva este camino?» Preguntó a uno de los guardas locales que los acompañaba.
27:38El hombre se rascó la cabeza. «Es el viejo sendero de la ermita, señorito. Nadie lo usa desde hace
27:44décadas». «Lleva a la ermita del desamparo. Un lugar en ruinas. Hermita». La palabra resonó en la
27:52mente de Manuel. No sabía por qué, pero sintió una punzada de urgencia. «Vamos, rápido». Aceleraron el
28:01paso, casi corriendo por el sendero olvidado. Las ramas les arañaban la cara y la ropa,
28:08pero no se detuvieron. De vuelta en la ermita, la situación se había vuelto desesperada.
28:15Lorenzo, enfurecido, se abalanzó sobre Curro. Era más fuerte y tenía entrenamiento militar.
28:22Curro luchaba con la energía de la desesperación, bloqueando los golpes, intentando mantenerlo
28:28alejado de Ángela, que observaba la escena aterrorizada, buscando algo con lo que ayudar.
28:35Forcejearon, derribando uno de los viejos bancos de madera con un estrépito. Lorenzo consiguió
28:41arrinconar a Curro contra la pared de piedra. Su antebrazo presionaba la garganta del joven,
28:48cortándole el aire. «Te enseñaré lo que pasa cuando te metes en mis asuntos», jadeó con acento
28:53agudo Lorenzo, su rostro contorsionado por la rabia. Curro sentía que sus pulmones iban a estallar.
29:01Puntos negros bailaban ante sus ojos. Su fuerza se desvanecía. En ese momento, Ángela actuó. Agarró
29:09un trozo de madera del banco roto y, con un grito, golpeó a Lorenzo en la parte posterior de la rodilla.
29:15La pierna de Lorenzo se dobló y soltó a Curro con un aullido de dolor y sorpresa. El joven cayó al
29:22suelo, tosiendo y jadeando, intentando recuperar el aliento. Lorenzo se giró hacia Ángela, su furia
29:31ahora dirigida a ella. ¡Maldita zorra! Rugió, avanzando hacia ella. Curro, viendo el peligro
29:39inminente, se impulsó desde el suelo y se lanzó contra la espalda de Lorenzo, derribándolo.
29:47Cayeron juntos en una maraña de miembros. Rodaron por el suelo polvoriento, intercambiando
29:52golpes torpes y brutales. Fue entonces cuando oyeron voces fuera. Curro, Ángela, era la voz
30:00de Manuel. Lorenzo se congeló por una fracción de segundo. La llegada de testigos cambiaba todo el
30:08juego. Su plan estaba en ruinas. Ahora solo se trataba de control de daños, de supervivencia.
30:16Miró a Curro, luego a la puerta, y tomó una decisión. Con una fuerza explosiva, empujó a Curro
30:22y se puso en pie de un salto. Manuel y los hombres de la búsqueda irrumpieron en la ermita justo a
30:29tiempo para ver a Lorenzo salir corriendo por un agujero en la pared trasera. Un derrumbe que ofrecía
30:34una ruta de escape hacia lo más profundo del bosque. Está escapando, gritó Curro, poniéndose en pie a
30:42trompicones. Id tras él. Ordenó Manuel a dos de sus hombres. Nosotros nos ocupamos de ellos. Manuel
30:50corrió hacia su primo, que se tambaleaba. Estás bien. Estoy bien, jadeó con acento agudo Curro, aunque
30:59tenía el labio partido y un corte en la ceja. Su única preocupación era Ángela. Se giró y la
31:07abrazó de nuevo, esta vez con el alivio puro y absoluto de la salvación. En hora se acercó a ellos,
31:14con una manta que uno de los hombres llevaba. Envolvió con ella los hombros de Ángela. Se
31:21acabó, le dijo en voz baja, con una amabilidad que sorprendió a todos. Ya estás a salvo.
31:28El regreso a la promesa fue un torbellino de emociones. La noticia de que Ángela había sido
31:34encontrada, viva, se extendió como la pólvora, trayendo una ola de alivio colectivo que barrió
31:39la tensión de la mañana. Pero el alivio se vio inmediatamente teñido por la impactante revelación.
31:47Lorenzo era el culpable. Cuando Curro, Manuel y Ángela entraron en el palacio,
31:55fueron recibidos por un silencio atónito. Señores y sirvientes por igual los miraban,
32:01sus rostros una mezcla de alegría por el regreso de Ángela y de incredulidad ante la traición de
32:06Lorenzo. Alonso y Catalina salieron a recibirlos. Alonso abrazó a su sobrino con fuerza. Gracias a
32:14Dios que estáis bien. Catalina fue directa a Ángela. Te ha hecho daño ese miserable. Ángela,
32:22todavía temblando pero sintiéndose segura por primera vez en 24 horas, negó con la cabeza.
32:29Estoy bien, señorita. Gracias a Curro. Toda la historia salió a la luz en el despacho de Alonso.
32:37Ángela, con voz temblorosa pero firme, relató lo que había oído, el secuestro y su cautiverio.
32:45Curro contó cómo había encontrado el dibujo y había seguido su intuición. Manuel explicó cómo
32:50el descubrimiento desde el aire los había llevado al mismo lugar. Las piezas encajaron,
32:57formando un cuadro de traición y codicia que dejó a todos sin aliento. La conexión con el
33:04varón de Valladares fue la revelación más explosiva. La crisis financiera de los Luján no
33:09era sólo mala suerte o mala gestión. Era un ataque orquestado, y Lorenzo, un miembro de su propia
33:15familia, era el caballo de Troya. Ese hombre no volverá a poner un pie en esta casa, sentenció Alonso,
33:23su voz resonando con una furia fría que rara vez mostraba. He avisado a la guardia civil,
33:30lo buscarán como al criminal que es. La cacería de Lorenzo no duró mucho.
33:34Los hombres de Manuel, siguiendo su rastro, lo encontraron intentando llegar a la estación de
33:41tren del pueblo vecino. Estaba sucio, desesperado y derrotado. No opuso resistencia. Su arrogancia
33:49se había desvanecido, dejando sólo la cáscara vacía de un hombre cuyo elaborado plan se había
33:54derrumbado sobre él. Esa noche, la promesa respiraba de nuevo. Un tipo diferente de quietud se
34:02había instalado. Una quietud de agotamiento y reflexión. La amenaza inmediata había pasado,
34:10pero las cicatrices permanecerían. En la cocina, Simona y Toño prepararon una sopa caliente para
34:16Ángela. Su reconciliación, que había causado tanta tensión, parecía ahora trivial en comparación con
34:23los eventos del día. Toño se acercó a Enora, que estaba sentada sola en un rincón. Lo siento,
34:31dijo él, simplemente. Fui un tonto, debí hablar contigo, Simona y yo, somos pasado, pero tú, tú eres
34:40mi presente. Si me das otra oportunidad. Enora lo miró durante un largo rato. Había visto una faceta
34:48diferente de la gente ese día. La valentía de Curro, la lealtad de Manuel, su propia capacidad para
34:56la acción. Tal vez la gente merecía segundas oportunidades. Asintió lentamente. Hablaremos,
35:04Toño, con sinceridad esta vez. Arriba, en la biblioteca, Catalina tenía una nueva determinación
35:10en sus ojos. Padre, esto lo cambia todo. La confesión de Ángela sobre el complot de Lorenzo
35:17y el varón. Es el arma que necesitábamos. Ya no tenemos que jugar a la defensiva. Alonso
35:24asintió. Tienes razón. Mañana visitaremos al varón de Valladares, pero no iremos a suplicar.
35:34Iremos a advertirle. La crisis no había terminado, pero ahora tenían con qué luchar.
35:38La traición de Lorenzo, irónicamente, les había proporcionado la munición que necesitaban.
35:48Curro acompañó a Ángela a su habitación. El servicio la había llenado de flores y pequeños
35:52regalos. El cariño de sus compañeros era palpable. Se quedaron solos junto a la ventana,
36:00mirando la noche estrellada. La luna llena bañaba los jardines con una luz plateada y pacífica. No sé
36:07cómo darte las gracias, curro, dijo ella en voz baja. Me salvaste la vida. Tú también me salvaste
36:15a mí, respondió él, tomando su mano. Sus dedos se entrelazaron de forma natural, como si siempre
36:23hubieran estado destinados a hacerlo. Cuando pensé que te había perdido, sentí que una parte de mí moría.
36:31Se miraron a los ojos, y en ese momento, todas las barreras sociales, todas las diferencias de clase,
36:37se desvanecieron. Solo eran un hombre y una mujer que se habían encontrado en medio de la oscuridad
36:43y se habían guiado mutuamente hacia la luz. Encontré esto, dijo él, sacando el pequeño dibujo
36:51de la orquídea de su bolsillo. Fue lo que me guió hasta ti, la esperanza. Ángela sonrió, una sonrisa
36:59genuina y radiante que iluminó toda la habitación. Yo lo dibujé pensando en ti, pensando en las
37:06historias que me contaste, en los lugares secretos y mágicos. Tú eras mi esperanza en esa oscuridad.
37:14Curro se inclinó lentamente y la besó. Fue un beso tierno, dubitativo al principio, y luego más
37:20profundo, lleno de todo el miedo, el alivio y el afecto que no habían podido expresar con palabras.
37:26Fue la promesa de un nuevo comienzo, de un futuro que, aunque incierto, ahora parecía posible.
37:35La promesa había sobrevivido a un día de pesadilla. Un traidor había sido expuesto,
37:41una inocente había sido rescatada, y las semillas de la resolución se habían plantado tanto en los
37:46asuntos del corazón como en los de la fortuna. El camino por delante seguiría siendo difícil,
37:52lleno de desafíos y enemigos. Pero esa noche, bajo el resplandor de la luna, un amor inesperado había
37:59florecido en las cenizas de la traición, y con él, la certeza de que incluso después de la noche más
38:05oscura, el sol siempre vuelve a salir. Y para Curro y Ángela, abrazados junto a la ventana,
38:12el amanecer prometía ser más brillante que nunca.
38:14Había sido un día de shock y de horror, pero había culminado en un final feliz. Un final que
38:22no era realmente un final, sino el verdadero principio de su historia.
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