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La noche más oscura en La Promesa
La finca se sumerge en un torbellino de conspiraciones, chantajes y traiciones. Curro y Ángela, decididos a escapar a Suiza, ven su plan truncado cuando Lorenzo los acorrala en plena noche, dispuesto a destruirlos. Pero un inesperado aliado cambia el rumbo de los acontecimientos.
Mientras tanto, Catalina y Martina descubren, gracias a Adriano y Vera, la verdadera cara del Barón de Valladares: un depredador que pretende arruinar a los Luján y quedarse con la fin ...
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La noche más oscura en La Promesa
La finca se sumerge en un torbellino de conspiraciones, chantajes y traiciones. Curro y Ángela, decididos a escapar a Suiza, ven su plan truncado cuando Lorenzo los acorrala en plena noche, dispuesto a destruirlos. Pero un inesperado aliado cambia el rumbo de los acontecimientos.
Mientras tanto, Catalina y Martina descubren, gracias a Adriano y Vera, la verdadera cara del Barón de Valladares: un depredador que pretende arruinar a los Luján y quedarse con la fin ...
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00:00La noche más oscura en La Promesa. La finca se sumerge en un torbellino de conspiraciones,
00:10chantajes y traiciones. Curro y Ángela, decididos a escapar a Suiza, ven su plan truncado cuando
00:18Lorenzo los acorrala en plena noche, dispuesto a destruirlos. Pero un inesperado aliado cambia
00:26el rumbo de los acontecimientos. Mientras tanto, Catalina y Martina descubren, gracias a Adriano
00:31y Vera, la verdadera cara del varón de Valladares. Un depredador que pretende arruinar a los Luján
00:37y quedarse con la finca. La confrontación final en el salón principal desencadena la expulsión
00:43del varón y la caída de su máscara. En los pasillos del servicio, Pía y Ricardo desafían
00:51a Cristóbal, que a su vez juega una partida maestra con las cartas de Leocadia. Y en la
00:57cocina, un pequeño gesto entre Toño y Simón ag abre la puerta a una reconciliación largamente
01:02esperada. La noche más oscura deja heridas, pero también alianzas inesperadas y un amanecer
01:10cargado de esperanza. La promesa resiste, más fuerte que nunca, pero la guerra con sus enemigos
01:17apenas comienza. El aire en la promesa se había vuelto denso, casi irrespirable. Cada
01:24pasillo, cada salón suntuoso, cada rincón oscuro de las cocinas y los aposentos del
01:29servicio, vibraba con una tensión acumulada, una energía eléctrica que presagiaba una tormenta
01:35inminente. La noche caía sobre el valle de los pedroches no como un manto de paz, sino
01:42como un sudario, envolviendo la finca en un silencio preñado de secretos, miedos y conspiraciones.
01:50Era una noche en la que los destinos, entrelazados por hilos de amor, odio y ambición, estaban
01:55a punto de colisionar de una forma que nadie podría haber previsto.
02:01Para Curro, la oscuridad era una aliada y una enemiga a la vez. Cada sombra que danzaba bajo
02:07la luz parpadeante de las velas parecía adoptar la silueta espigada y amenazante del capitán
02:11de la mata. Llevaba horas, días, semanas sintiendo la soga invisible de Lorenzo apretándose alrededor
02:19de su cuello. No era una violencia física, no todavía, sino algo mucho más insidioso,
02:27un goteo constante de veneno psicológico, palabras afiladas como cuchillas que desollaban su autoestima,
02:33miradas que lo desnudaban de toda confianza, una presencia que contaminaba cada momento de
02:38su existencia. Lorenzo jugaba con él como un gato con un ratón herido, disfrutando de su tormento,
02:46saboreando su poder. En el pequeño cuarto que compartía con Ángela, el único santuario en
02:53aquel infierno dorado, el plan de huida era su única luz de esperanza. Sobre la modesta cama,
03:00un pequeño fardo contenía lo esencial. Algo de dinero ahorrado con esfuerzo, documentos falsificados
03:07que un contacto de Ángela en el pueblo había conseguido a un precio exorbitante, y un par de
03:12mudas. Suiza, la palabra sonaba a exilio, a frío y a soledad, pero también a libertad. A un lugar
03:20donde el nombre de Lorenzo de la Mata no significaría nada, donde podrían respirar sin miedo, donde su
03:26amor no sería una transgresión sino simplemente amor. ¿Estás seguro, Curro? La voz de Ángela era un
03:34susurro tembloroso, sus ojos grandes y oscuros reflejando la llama de la vela y una profunda
03:39preocupación. Una vez que crucemos esa puerta, no habrá vuelta atrás. Curro tomó su rostro entre sus
03:47manos. La piel de Ángela era suave, pero sentía el temblor que la recorría. Le acarició las mejillas
03:55con los pulgares, intentando infundirle una calma que él mismo apenas poseía.
04:02Estoy más seguro de esto que de nada en mi vida, respondió, su voz ronca por la emoción.
04:09El único futuro que no puedo soportar es uno sin ti, o uno en el que tenga que verte sufrir por mi culpa.
04:14Lorenzo no parará, lo sé, lo veo en sus ojos. Cree que soy débil, que puede quebrarme. Y tal vez lo
04:25haría, si no te tuviera a ti. Huir no es de cobardes, Ángela, es de valientes. Es elegir la vida, nuestra
04:34vida. Ángela se apoyó en su pecho, escuchando el latido acelerado de su corazón. El plan era simple,
04:42casi suicida. Esperarían a que el palacio se sumiera en el silencio más profundo, después de la
04:48medianoche, cuando el servicio se hubiera retirado y los señores durmieran. Saldrían por una de las
04:55puertas de servicio de la cocina, atravesarían los jardines en la oscuridad y seguirían el viejo
05:00camino de los arrieros hasta el pueblo, donde un carro contratado bajo un nombre falso los esperaba
05:06para llevarlos a la estación de tren de la ciudad más cercana. Desde allí, comenzaría el largo viaje
05:13hacia la frontera. Cada paso estaba plagado de riesgos. Un crujido en el suelo, un perro que ladrara,
05:21un guardia nocturno inusualmente vigilante. Todo podía desmoronarlo. Mientras tanto, en el ala noble,
05:28la tensión era de una naturaleza distinta, pero no menos opresiva. Catalina y Martina habían logrado
05:37una victoria pírrica. El varón de Valladares, un hombre cuya codicia era tan vasta como su ego,
05:43había aceptado quedarse en la promesa. Pero su presencia era como tener a un buitre posado en
05:50la viga del salón principal, esperando pacientemente a que la presa se desangrara. Sus nuevas exigencias
05:57eran un golpe mortal para la ya precaria economía de la finca. Quería renegociar los términos del
06:05acuerdo de las mermeladas, exigiendo una participación leonina, y además, había sugerido nuevas inversiones
06:11en la finca, inversiones que él mismo gestionaría a través de sus contactos, un eufemismo claro para
06:17desviar fondos. Las primas estaban sentadas en el despacho, la luz del quinqué proyectando largas
06:24sombras en las paredes cubiertas de libros. El libro de contabilidad yacía abierto entre ellas,
06:32sus páginas llenas de números rojos que parecían sangrar bajo la luz amarillenta.
06:38«No podemos ceder, Martina», dijo Catalina, pasándose una mano por el cabello con frustración.
06:46«Si aceptamos sus condiciones, la promesa estará hipotecada a este hombre en menos de un año.
06:51Seremos sus marionetas. Pero si se va furioso, hablará mal de nosotras, de nuestro producto.
07:01Cerrará los mercados que nos ha abierto y nos dejará en una situación peor que la inicial»,
07:06replicó Martina, su habitual optimismo eclipsado por la desesperación.
07:12«Tenerlo aquí, bajo nuestro techo, es nuestra única baza. Es una pequeña puerta, como dijiste».
07:18Pero, ¿cómo la abrimos sin que nos devore? La respuesta a su pregunta, sin que ellas lo supieran,
07:26estaba cenando frugalmente en la cocina del servicio, sintiendo sobre sí las miradas curiosas
07:31y a veces recelosas del resto del personal. Adriano, el joven mecánico de Tívoli, se sentía un pez fuera
07:40del agua. El lujo y la rigidez de la promesa lo desconcertaban. Todo aquel protocolo, aquellas
07:47reverencias, aquella distancia insalvable entre señores y criados. Le parecía una comedia absurda,
07:55y en el centro de esa comedia, ahora se encontraba él, supuestamente una pieza clave.
08:00Clave de que, Catalina se lo había insinuado. Pero él sospechaba que era una forma cortés de pedirle
08:08que entretuviera al varón, de distraerlo con sus conocimientos técnicos sobre motores y progreso,
08:13temas que parecían fascinar al pomposo noble. Pero Adriano era más observador de lo que parecía.
08:21No se le había escapado la forma en que el varón de Valladares miraba a su alrededor,
08:25no con el aprecio de un inversor, sino con el cálculo de un tasador. Ni la forma en que sus
08:32preguntas, aparentemente casuales, buscaban siempre cuantificar el valor de todo, desde la
08:38platería hasta la extensión de las tierras. Había algo en aquel hombre que no encajaba,
08:44una disonancia entre su discurso grandilocuente sobre la industria y el futuro, y la avaricia rapaz
08:50que brillaba en sus ojos. Sospechaba que todo era una elaborada burla, un juego en el que él era un
08:57peón involuntario. Y Adriano odiaba ser un peón. Por eso, esa noche, decidió que mantendría los ojos
09:05y los oídos bien abiertos. La intriga no se limitaba a los asuntos financieros. En el corazón
09:13del servicio, otro drama se desarrollaba en susurros y miradas furtivas. Pía Adarre y Ricardo
09:20Pellicer, el ama de llaves y el recién ascendido gerente, estaban condenados. El ultimátum de
09:28Cristóbal y Turriaga, el nuevo mayordomo, había sido claro, frío e innegociable. Su relación era
09:36una afrenta a la moral y al decoro de la casa. Uno de los dos debía marcharse. Su promesa de romper,
09:44de mantener una distancia profesional, no había servido de nada. Cristóbal, con su mirada gélida
09:51que parecía penetrar el alma, simplemente no les había creído. Se encontraron en la despensa,
09:58el aire cargado con el aroma de especias y legumbres secas. Era el único lugar donde podían hablar
10:06sin ser vistos, aunque el riesgo era inmenso. No podemos seguir así, Ricardo. Dijo Pía, su voz
10:15quebrada. Cada vez que nos cruzamos en un pasillo y tengo que bajar la mirada, siento que una parte de
10:20mí se muere. Fingir que no te amo es el trabajo más duro que he tenido en mi vida. Ricardo la tomó
10:28de las manos. Sus manos, normalmente firmes y seguras, temblaban ligeramente. Me iré yo, Pía. Tú
10:36llevas toda tu vida aquí. La promesa te necesita. Yo soy un recién llegado. Encontraré trabajo en otro
10:43lugar. ¿Y dejar que Cristóbal gane? ¿Dejar que nos separe? Los ojos de Pía brillaron con una
10:51determinación feroz. No, tiene que haber otra manera. Cristóbal no es invencible. Todo el mundo
10:58tiene un punto débil. Solo tenemos que encontrar el suyo. Irónicamente, el punto débil de Cristóbal,
11:06o al menos el que él creía controlar, residía en una pequeña caja de madera que guardaba bajo llave
11:11en su escritorio. Dentro, un fajo de cartas atadas con una cinta de seda. Las cartas de Leocadia. La
11:20doncella personal de la marquesa, una mujer discreta y aparentemente gris, había volcado en
11:25esas páginas una pasión secreta y febril por él. Leocadia, aterrorizada de que su indiscreción saliera a
11:33la luz, le había suplicado que las destruyera. Por favor, se lo ruego, don Cristóbal, quémelas. Si
11:42alguien las encontrara, sería mi ruina. La ruina de mi honor. Cristóbal la había mirado con una calma
11:49que helaba la sangre. Había tomado la caja, sopesándola en sus manos. ¿Destruirlas? Había
11:57dicho, con una media sonrisa que no llegaba a sus ojos. De ninguna manera, Leocadia, estas cartas no
12:06son una prueba de su debilidad, son una prueba de su lealtad. Y la lealtad, es el bien más preciado
12:13en esta casa. Mientras yo las tenga, sé que puedo confiar en usted plenamente. Se había negado, y al
12:21hacerlo, no sólo había asegurado el silencio y la obediencia de la doncella. Había guardado, sin saberlo
12:30del todo, un arma mucho más poderosa de lo que imaginaba. Porque Leocadia, en su devoción ciega y
12:37en su necesidad de impresionar al mayordomo, no sólo había escrito sobre sus sentimientos. También había
12:45escrito sobre lo que veía y huía en los aposentos de los señores. Pequeños detalles, conversaciones a
12:51medias, susurros escuchados tras una puerta. Y entre ellos, observaciones sobre el comportamiento
12:58del capitán de la mata hacia su sobrino, Curro. Anotaciones sobre su crueldad verbal, su desprecio
13:06manifiesto, que, leídas con la perspectiva adecuada, pintaban un cuadro inequívoco de abuso.
13:14Cristóbal no les había prestado atención, centrado en el valor emocional de las cartas.
13:21Pero allí estaban, esperando el momento adecuado para detonar. La noche trajo también un reencuentro
13:27agridulce. Federico, el hermano de Vera, había llegado a la promesa. El abrazo inicial en los
13:34jardines había sido un bálsamo para el alma herida de la joven doncella. Un recordatorio de
13:39un tiempo en que la familia era un refugio y no una fuente de dolor. Pero la alegría duró poco. A solas,
13:47en la intimidad de la cocina vacía, las viejas heridas se reabrieron.
13:53—No deberías haber venido, Federico —dijo Vera, su voz apenas un murmullo— y dejarte sola.
14:00—Después de todo lo que ha pasado, eres mi hermana, Vera.
14:05—Soy la razón por la que todo se vino abajo. Si no hubiera, basta —la interrumpió él,
14:10su tono más brusco de lo que pretendía. —No vamos a volver a hablar de eso. El pasado está enterrado.
14:18Lo que importa es el futuro. Tienes que ser fuerte. Pero el pasado no estaba enterrado. Era un fantasma
14:26que los perseguía, un oscuro secreto familiar de deudas, deshonor y un hombre poderoso que había
14:32destrozado sus vidas. Un hombre cuyo nombre no se atrevían a pronunciar, pero cuyo rostro Vera
14:39creía haber reconocido en el arrogante varón de Valladares. La idea era tan monstruosa,
14:46tan improbable, que la había descartado como un producto de su imaginación traumatizada.
14:53Pero la semilla de la duda estaba plantada, y en medio de todas estas tormentas, en hora,
14:58la joven doncella francesa intentaba obrar un pequeño milagro de paz. Con la tenacidad que
15:06la caracterizaba, había conseguido lo imposible. Sentar a Simona y a su hijo, Toño, en la misma
15:12mesa. La cocinera y el joven que había vuelto a su vida después de tantos años estaban separados
15:19por un abismo de silencio y reproches no dichos. Simona, carcomida por la culpa de un abandono forzado
15:27por las circunstancias. Toño, con la herida abierta de un niño que se sintió rechazado.
15:35Solo os pido que habléis, suplicó en hora, antes de dejarlos solos con un tazón de sopa
15:40humeante entre ellos. La comida calienta el cuerpo, pero las palabras calientan el alma.
15:47El silencio que siguió a su partida fue más pesado que cualquier muro de piedra.
15:51Toño miraba la sopa como si fuera veneno. Simona no se atrevía a levantar la vista de sus manos,
15:58encallecidas por años de trabajo. La maquinaria del destino comenzó a moverse poco después de la
16:05cena. Adriano, incapaz de quitarse de la cabeza la actitud del varón, decidió dar un paseo por
16:11los pasillos del ala noble, con la excusa de buscar un libro en la biblioteca. El varón se había retirado
16:18a la habitación de invitados que le habían asignado, una de las más lujosas, con un pequeño
16:23escritorio y vistas al jardín principal. Al pasar por delante de su puerta, Adriano la encontró
16:30ligeramente entornada. Un murmullo de voces provenía del interior. La curiosidad, más fuerte que la
16:38prudencia, lo hizo detenerse. Absolutamente seguro de que no sospechan nada, decía la voz untuosa del
16:44varón. Las primitas están desesperadas. Catalina es orgullosa, pero es una mujer de negocios. Ve los
16:54números y sabe que no tiene otra salida. Y Martina, bueno, esa soñadora firmaría cualquier cosa que le
17:01pusieras delante con tal de salvar la finca de su amada familia. Hubo una pausa, y luego una risa seca,
17:08el plan es perfecto. Les haré firmar la nueva sociedad. Invertiré una pequeña cantidad, lo justo
17:16para que parezca legítimo, y a través de mis cláusulas, obtendré el control de la distribución.
17:24Una vez que tenga eso, empezaré a ahogarlas. Pequeñas deudas, gastos imprevistos, problemas con los
17:30proveedores. En seis meses, estarán en bancarrota. Y entonces, compraré la promesa por una miseria.
17:40El marqués está demasiado enfermo y demasiado ausente para impedirlo. Este lugar, con todas sus
17:45tierras, vale una fortuna. Una fortuna que será mía. Adriano sintió que la sangre se le helaba en
17:53las venas. No era un mal negocio, era una estafa. Un plan de depredación calculado para arrebatarles
18:00su hogar. Se apartó de la puerta con el corazón martilleándole en el pecho. Necesitaba pruebas.
18:07Hablar sin pruebas solo lo convertiría en un mentiroso y un entrometido. Esperó, oculto en la
18:14penumbra del pasillo, hasta que la puerta se abrió y el varón salió, dirigiéndose al salón de fumar
18:20para disfrutar de un coñac. Era su oportunidad. Deslizándose dentro de la habitación, sus ojos
18:27recorrieron frenéticamente el escritorio. Y allí, debajo de unos papeles sin importancia, encontró una
18:35carpeta de cuero. Dentro, no solo había un borrador del contrato leonino que planeaba presentar, sino
18:41también correspondencia con sus socios, cartas donde detallaba, sin ningún pudor, su estrategia para
18:47arruinar a los Luján. Y algo más, un libro de contabilidad personal. Al ojearlo rápidamente,
18:55un nombre le llamó la atención, repetido varias veces en relación a deudas y propiedades embargadas.
19:01El apellido de la familia de Vera. La historia que la doncella le había contado a medias, sobre la
19:07ruina de su familia a manos de un noble sin escrúpulos, cobró un sentido terrible y concreto.
19:12El varón no solo era un estafador. Era el monstruo del pasado de Vera. Mientras Adriano
19:20hacía su descubrimiento, en el otro extremo del palacio, el plan de Curro y Ángela se ponía en
19:25marcha. El reloj de la entrada dio la medianoche. El silencio era casi total, roto solo por el
19:33crujido ocasional de la madera del viejo edificio. Con los zapatos en la mano y el pequeño fardo a la
19:40espalda de Curro, se deslizaron fuera de su habitación. Cada paso era una agonía de sigilo.
19:48El suelo del pasillo del servicio, gastado por innumerables pisadas, parecía conspirar contra
19:54ellos, gimiendo bajo su peso. Llegaron al final del corredor que daba a la escalera de la cocina.
20:02Solo unos metros más y estarían en el exterior. Fue entonces cuando una sombra se materializó al pie
20:09de la escalera. Una figura alta, inmóvil, esperándolos. Lorenzo. El corazón de Curro se
20:17detuvo. El aire abandonó sus pulmones en un silbido inaudible. El miedo, frío y paralizante,
20:25lo atenazó. El capitán tenía una pequeña lámpara de aceite en la mano y su luz proyectaba su rostro en
20:31una máscara de sombras y ángulos afilados. Una sonrisa torcida, cruel, jugaba en sus labios.
20:39¿Ibas a alguna parte, sobrino? Su voz era suave, casi un ronroneo, lo que la hacía aún más aterradora.
20:48Y sin despedirte, qué falta de educación. Ángela ahogó un grito, llevándose una mano a la boca.
20:54Curro, instintivamente, se interpuso entre ella y Lorenzo, protegiéndola con su cuerpo.
21:04Déjala en paz, dijo, su voz sorprendentemente firme a pesar del terror que lo inundaba.
21:12Esto es entre tú y yo. Ah, sí, Lorenzo dio un paso hacia ellos, ascendiendo lentamente el primer escalón.
21:19El círculo de luz se acercó. Siempre has pensado que todo gira a tu alrededor, ¿verdad? Pero te equivocas.
21:29Ella también forma parte de esto, la criada que se cree una señora, que te ha metido ideas de grandeza en la cabeza.
21:37Pensé que unas cuantas lecciones te harían entrar en razón, que entenderías tu lugar.
21:41Pero veo que eres más estúpido de lo que creía. Has confundido mi paciencia con debilidad.
21:50No es estupidez, es amor, replicó Curro, y al decir la palabra, sintió una oleada de fuerza.
21:58El miedo no se había ido, pero ahora estaba mezclado con rabia y una determinación de acero.
22:03Algo que tú nunca entenderás. La sonrisa de Lorenzo se desvaneció, reemplazada por una máscara de furia helada.
22:14El amor es para los poetas y los idiotas. En el mundo real, solo existe el poder.
22:21Y tú, muchacho, no tienes ninguno. Voy a enseñarte ahora mismo, y para siempre, cuál es tu lugar.
22:27Y ella, dijo, señalando a Ángela con un gesto despectivo, va a mirar, la amenaza implícita, la promesa de una violencia brutal, colgaba en el aire.
22:42Lorenzo avanzó, y Curro se preparó para lo inevitable. Iba a luchar, no por él, sino por Ángela.
22:50Por su futuro robado, no le importaba morir, si con ello le daba a ella una oportunidad de escapar.
22:57Pero no estaban tan solos como creían. Cristóbal y Turriaga no dormía, rara vez lo hacía profundamente.
23:06Su mente siempre estaba trabajando, analizando, calculando. Esa noche, la tensión en la casa lo había puesto en alerta.
23:15Había visto la desesperación en los ojos de Curro durante la cena, la forma en que el capitán lo observaba.
23:20Algo se estaba gestando. Desde la ventana de su despacho, que daba a uno de los patios interiores, vio la luz temblorosa de la lámpara de Lorenzo en la zona de servicio.
23:32Una anomalía. La disciplina era sagrada. Nadie debía estar allí a esas horas.
23:39Movido por un instinto que iba más allá de sus deberes de mayordomo, se dirigió hacia allí.
23:46No hizo ruido. Años de servicio le habían enseñado a moverse como un fantasma por los pasillos que conocía mejor que la palma de su mano.
23:53Al llegar a la antesala de la cocina, escuchó las voces. Escuchó la amenaza de Lorenzo.
24:02Por un momento, Cristóbal consideró dar media vuelta. No era su asunto. Un escándalo entre los señores.
24:10Dejar que Lorenzo disciplinara a su sobrino podría incluso beneficiarle, eliminando a un elemento problemático.
24:16Pero entonces, recordó las cartas de Leocadia. Recordó las frases que había leído por encima.
24:24Frases sobre el trato cruel del capitán y el miedo en los ojos del joven curro.
24:29Y en ese instante, Cristóbal no vio a un señor y a un criado. Vio una oportunidad.
24:36Lorenzo era un rival. Un hombre con influencia sobre los marqueses. Un obstáculo para su propio control absoluto sobre la promesa.
24:43Destruir a Lorenzo era un objetivo estratégico. Y en ese momento, tenía el arma perfecta para hacerlo.
24:53La ley protegía a los nobles. Sí, pero el escándalo era un veneno que podía derribar al más poderoso.
25:01Un cargo de abuso, de crueldad sádica contra su propio sobrino, presenciado por el servicio.
25:06Sería la ruina del capitán. Cuando Lorenzo levantó la mano para golpear a Curro, una voz cortante como el hielo resonó desde las sombras.
25:16Capitán, le sugiero que se detenga. Lorenzo se giró, sorprendido. Cristóbal emergió de la oscuridad.
25:25Su rostro impasible, sus ojos fríos como el acero.
25:30Y tu riaga, ¿qué demonios hace usted aquí? Esto es un asunto familiar. Lárguese.
25:36Me temo que ha dejado de ser un asunto familiar en el momento en que ocurre en mis dominios.
25:40Respondió Cristóbal, acentuando la palabra mis, y en el que hay testigos.
25:47No solo yo, Leocadia. Del pasillo contiguo, apareció la figura temblorosa de la doncella.
25:55Cristóbal, en su camino, la había interceptado y, con una simple mirada y una presión en su brazo, la había obligado a seguirle.
26:05Leocadia estaba pálida de terror. ¿Leocadia? ¿Qué tiene que ver esta estúpida?
26:10Leocadia ha sido tan amable de documentar por escrito, en sus cartas personales, varias de sus
26:16Interacciones con el joven curro. La voz de Cristóbal era metódica, letal.
26:24Descripciones muy detalladas de su abuso verbal y psicológico.
26:29Cartas que, en manos del marqués, o peor aún, de un juez, pintarían un retrato muy desagradable de usted.
26:36Un retrato que destruiría su reputación y su posición para siempre. Lorenzo lo miró, incrédulo.
26:46Luego a Leocadia, que sollozó en silencio. La trampa era perfecta.
26:50La palabra de un mayordomo y una doncella contra un noble no valdría nada en circunstancias normales.
26:56Pero con pruebas escritas, el escándalo sería mayúsculo. La furia en su rostro se transformó en un odio puro y concentrado, dirigido a Cristóbal.
27:06Usted, maldito intrigante. Solo soy un mayordomo que vela por el orden y el decoro de esta casa. Dijo Cristóbal, con una ironía gélida.
27:20Y su comportamiento, capitán, es un grave desorden. Ahora, si me permite, acompañaré al señorito Curro y a la señorita Ángela a sus habitaciones.
27:28Y mañana, a primera hora, usted y yo tendremos una conversación con el marqués. O quizás, puede ahorrarnos la molestia y hacer las maletas esta misma noche.
27:42En silencio, la derrota era total. Lorenzo, atrapado y expuesto, temblaba de rabia impotente.
27:50Sabía que había perdido. La amenaza de Cristóbal era real. Con un último gruñido de odio, se dio la vuelta y desapareció en la oscuridad.
27:58Casi al mismo tiempo, en el despacho principal, se desarrollaba el clímax del otro gran conflicto.
28:08Adriano, con la carpeta de cuero en la mano, había ido directamente a buscar a Catalina.
28:15La encontró con Martina, ambas con rostros sombríos. Tengo que mostraros algo. Es sobre el varón. Dijo Adriano, sin preámbulos.
28:23Extendió los papeles sobre el escritorio. Mientras Catalina los leía, su rostro pasó de la preocupación a la incredulidad, y finalmente a una furia fría y controlada.
28:35Martina, leyendo por encima de su hombro, ahogó una exclamación de horror. Ese. Ese canalla. Masculló Catalina.
28:47Pretendía arruinarnos, robarnos nuestro hogar. Hay más. Dijo Adriano, señalando el libro de contabilidad.
28:54Vera, la doncella. Su familia fue una de sus víctimas. Este hombre es un depredador.
29:03En ese momento, la puerta del despacho se abrió. Eran Pía y Ricardo. Alertados por el ruido de la confrontación en la zona de servicio y la posterior procesión silenciosa liderada por Cristóbal, habían decidido que el momento de actuar había llegado.
29:17Señorita Catalina. Dijo Pía, con urgencia. El capitán de la mata. Ha habido un problema grave.
29:27Cristóbal ha intervenido. La noticia del conflicto de Lorenzo añadió una capa más de caos a la noche.
29:35Pero para Catalina, todo encajaba. La podredumbre estaba saliendo a la luz desde todos los rincones de la casa.
29:41Bien. Dijo, su voz resonando con una autoridad nueva y formidable. Se acabó el tiempo de tener miedo.
29:52Se acabó el tiempo de negociar en las sombras. Vamos a acabar con esto. Ahora mismo.
29:59Martina, busca a Vera. Dile que la necesito. Adriano, Ricardo, venid conmigo. Pía, por favor, avisa a mi padre.
30:07No importa lo tarde que sea. Dile que su presencia es indispensable en el salón principal.
30:16Ahora, minutos después, el varón de Valladares fue convocado al salón principal. Entró con aire de suficiencia, esperando una capitulación nocturna de las primas.
30:28En su lugar, se encontró con una escena que lo desconcertó. Catalina estaba de pie junto a la chimenea. Su postura era la de una reina.
30:37A su lado, Martina, Adriano y Ricardo. El marqués, pálido y claramente contrariado por haber sido despertado, estaba sentado en su sillón favorito, con Pía discretamente de pie detrás de él.
30:50¿Varón? Dijo Catalina, su voz clara y sin un atisbo de duda. Le hemos llamado porque hemos tomado una decisión sobre su propuesta.
31:00La rechazamos. El varón enarcó una ceja. ¿De veras? Una decisión imprudente, si me permite decirlo.
31:09Oh, creo que es la decisión más prudente que hemos tomado en mucho tiempo. Lo interrumpió ella.
31:18Verá, hemos tenido acceso a cierta correspondencia suya, correspondencia que detalla su encantador plan para llevarnos a la bancarrota y apropiarse de la promesa.
31:27El rostro del varón perdió todo su color. Miró a Adriano, que sostenía la carpeta de cuero, y comprendió.
31:37Esto es un ultraje, espionaje, esos documentos son privados. Son la prueba de un delito, replicó Catalina.
31:44De fraude y conspiración. En ese momento, Martina entró de nuevo, acompañada por una vera temblorosa pero resuelta.
31:55A su lado, su hermano Federico, cuya presencia le infundía valor. Y hay más, varón.
32:03Oh, debería decir, el hombre que arruinó a la familia de mi doncella. Continuó Catalina.
32:08Vera dio un paso al frente. Su voz temblaba, pero no vaciló.
32:14Le reconozco, dijo, mirando al varón directamente a los ojos.
32:20Usted es el hombre que engañó a mi padre. Le prometió inversiones, le hizo firmar papeles que no entendía.
32:28Y nos lo quitó todo. Nuestra casa, nuestro nombre, nuestro futuro.
32:33El testimonio de Vera, personal y desgarrador, fue el golpe de gracia.
32:39El marqués, que hasta entonces había observado la escena con una mezcla de confusión y enfado, se levantó.
32:47Su fragilidad física parecía haber desaparecido, reemplazada por la furia de un león herido.
32:54Valladares, no solo ha intentado estafar a mi familia y robar mi casa, sino que ha traído su hedora depredador a mi hogar,
33:01atormentando a una joven indefensa bajo mi protección.
33:04Guardia, gritó, su voz resonando en el salón.
33:10Saquen a este hombre de mi vista, échenlo de mis tierras y asegúrense de que no vuelva a poner un pie en ellas jamás.
33:16Y mañana a primera hora, mis abogados tendrán noticias suyas.
33:20El varón, derrotado, humillado, fue escoltado fuera del palacio sin ninguna ceremonia.
33:26La amenaza se había desvanecido.
33:31La noche, que había comenzado con una oscuridad asfixiante, terminó con la primera luz del amanecer filtrándose por las ventanas,
33:39trayendo consigo una sensación de limpieza, de renovación.
33:42El aire en la promesa ya no era denso, sino ligero y fresco.
33:48Lorenzo de la Mata se marchó antes del desayuno, sin despedirse de nadie.
33:54Su carruaje salió por la puerta de servicio, como un ladrón en la noche.
33:59Curro y Ángela, de pie en la ventana de su habitación, lo vieron partir.
34:02No necesitarían huir a Suiza.
34:07Eran libres, Curro la rodeó con sus brazos, y por primera vez en mucho tiempo,
34:12se permitieron soñar con un futuro allí, en la promesa, juntos y sin miedo.
34:18El marqués, impresionado por la fortaleza de su hija Catalina y la lealtad de su personal,
34:23tuvo una larga conversación con Pía y Ricardo.
34:28Vio en ellos no a dos empleados que habían transgredido las normas,
34:31sino a dos personas cuyo amor y dedicación a la finca eran incuestionables.
34:38Y Cristóbal, en un movimiento magistral de consolidación de poder,
34:42aconsejó al marqués que la estabilidad del servicio era primordial.
34:48El ultimátum fue revocado, Pía y Ricardo podrían quedarse, juntos.
34:53Su amor no sería más un secreto culpable, sino un pilar silencioso de la renovada casa.
34:57Cristóbal, en su despacho, abrió la caja de madera, sacó las cartas de Leocadia, por un momento, las sopesó.
35:09Habían cumplido su propósito, ya no las necesitaba como arma contra Lorenzo.
35:14Se acercó a la chimenea y, una por una, las arrojó al fuego.
35:17Cuando Leocadia entró más tarde a limpiar, el mayordomo simplemente señaló la chimenea.
35:26El pasado está en su sitio, dijo, sin más explicaciones.
35:30Una deuda había sido pagada, y una forma de libertad, aunque vigilada,
35:35le había sido concedida a la aterrorizada doncella.
35:40Vera y Federico, liberados del fantasma que los había atormentado durante años,
35:44encontraron una nueva paz.
35:48La promesa, el lugar que Vera había visto como un simple refugio,
35:52se había convertido en el escenario de su vindicación.
35:57Su futuro era incierto, pero por primera vez, estaba libre de las sombras del pasado.
36:04Y en la cocina, mientras los primeros rayos de sol iluminaban el polvo que flotaba en el aire,
36:09Toño se acercó a la mesa donde Simona preparaba la masa para el pan.
36:15No dijo nada, simplemente, tomó un poco de harina y comenzó a amasar a su lado.
36:20Era un gesto pequeño, casi insignificante.
36:25Pero en el silencio compartido, en el ritmo acompasado de sus manos trabajando juntas,
36:30había un puente que comenzaba a construirse sobre el abismo de los años perdidos.
36:36En hora, observándolos desde la puerta, sonrió.
36:39El milagro no había sido instantáneo, pero la semilla de la reconciliación, al fin, había comenzado a brotar.
36:48La promesa había sobrevivido a la noche más oscura.
36:51La tormenta había pasado, llevándose consigo la podredumbre y dejando tras de sí un cielo despejado.
36:56Los lazos de la verdadera lealtad y el amor se habían fortalecido,
37:03y las bases de la vieja finca, aunque sacudidas,
37:06se habían demostrado más fuertes que las maquinaciones del odio y la codicia.
37:09Un nuevo día comenzaba, lleno, por fin, de la promesa de un futuro mejor.
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