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En su colaboración para #SeñalInformativa emisión matutina, César Ruvalcaba habla sobre: Europa después del campo de golf

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Transcripción
00:00Buenos días a todas y todos. La presidenta de la Comisión Europea viajó hasta Escocia
00:16para reunirse con Donald Trump, no en Bruselas ni en Washington, sino en el campo de golf
00:21privado propiedad del presidente estadounidense. Allí, en una escena que algunos analistas
00:25ya califican como el retrato de la humillación diplomática, la Unión Europea firmó un acuerdo
00:30comercial que aunque evita una guerra arancelaria, deja ver algo más profundo, que Europa ha perdido
00:36poder. Y no solo me refiero a poder económico, ha perdido peso político también, capacidad de
00:41negociación y sobre todo el lugar central que alguna vez estuvo en el orden mundial. Y es que
00:46lo que vimos en Escocia no es un simple desacuerdo comercial, sino una evidencia del declive estructural
00:51de Europa, como actor geopolítico al menos. ¿Qué significa que el viejo continente, cuna de
00:56imperios, de revoluciones, de sistemas filosóficos, se ve hoy forzado a aceptar un acuerdo impuesto,
01:02sin reciprocidad, sin dignidad simbólica siquiera? Ya desde hace tiempo existen evidencias del
01:08abandono de Europa. Dependen, por ejemplo, energéticamente de Estados Unidos y Rusia,
01:13armamentísticamente de la OTAN, es decir, de Washington, al interior de los países miembros
01:18es evidente una política migratoria fragmentada, incapaz de responder ni humanitariamente ni
01:24con firmeza geoestratégica en conflictos como la guerra de Ucrania o el genocidio en
01:28Palestina. La falta de liderazgo de Úrsula von der Leyen les impide además marcar rumbo.
01:34Tecnológicamente hay una sumisión frente al Silicon Valley y al gigante China, y Europa
01:39no cuenta con actores digitales relevantes propios, ahora en una negociación comercial
01:44desigual que además los exhibe sin capacidad de presión real. Las causas de este repliegue
01:49obedecen, entre otras cosas, a su desindustrialización y su envejecimiento demográfico, pero quizá lo
01:55más grave sea su burocracia comunitaria que ha abandonado el sueño político europeo. Se
02:00percibe la pérdida de un horizonte de un proyecto común civilizatorio. El historiador Perry Anderson
02:06escribió que la Unión Europea es el proyecto de una élite sin pueblo, un continente que ha dejado
02:12de creer en sí mismo. Tal vez por eso hoy Europa se ve obligada a firmar acuerdos humillantes,
02:17no por debilidad táctica, sino por una debilidad más profunda que es civilizatoria, la de no saber
02:22quién es ni qué se quiere ser. Porque cuando un continente que enseñó al mundo lo que era la
02:27modernidad, los derechos humanos, la diplomacia, termina aceptando condiciones impuestas en el
02:33campo de golf de un mandatario populista, algo se ha roto. Por supuesto que Europa sigue siendo
02:38poderosa, pero está obligada a reinventarse, al menos como actor global, o su destino será
02:44simplemente administrar su decadencia con elegancia. Y mientras Europa duda y se fractura
02:50o se repliega, otros modelos avanzan, autoritarismos, populismos de derecha, los que desprecian los
02:56valores colectivos pero que dominan el nuevo orden. Y ahí está el verdadero dilema. Si Europa,
03:01con todos sus defectos, fue alguna vez el laboratorio de los derechos humanos, del pluralismo,
03:06del Estado de Derecho, que vendrá ahora que ese laboratorio ha cerrado sus puertas.
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