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Un hecho insólito ocurrió a principios de mayo en Costa Rica, cuando un grupo de agentes penitenciarios logró interceptar a un gato doméstico que estaba siendo utilizado por una banda criminal para introducir droga en el Centro de Atención Institucional de Pococí, ubicado en la provincia de Limón.
El curioso caso no tardó en hacerse viral en redes sociales, donde los usuarios bautizaron al animal como el 'narcomichi', combinando los términos "narcotráfico" y "michi" (palabra coloquial para gato). La historia ha generado todo tipo de reacciones y ha puesto de relieve los métodos creativos que algunos grupos delictivos emplean para el tráfico de drogas en cárceles.

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