A diferencia del que fuera su rival hasta hace días, el canciller paraguayo, partidario de la mano dura con Venezuela, Ramdin opina que "la única forma" de tratar esa situación es mediante un "diálogo" con el gobierno de Nicolás Maduro. "El paraguayo Ramírez Lezcano sostenía una posición disruptiva, basada en reestructurar la OEA y resignificarla, con énfasis en la democracia, el crimen organizado y las necesidades individuales de los miembros. No es que esto no sea necesario, pero hubo un error de lectura del contexto regional. Los países analizaron el presente escenario y concluyeron que el diálogo, la unidad y el consenso serán esenciales para un futuro con más posibilidades. No habrá espacio para grandes proyectos porque el presupuesto será cada vez más limitado, ni tiempo para cambios disruptivos", dijo Heduvan.