Saltar al reproductorSaltar al contenido principalSaltar al pie de página
  • 22/5/2009
La encefalopatía postanóxica se produce debido a una falta de oxigeno durante un tiempo prolongado, y se caracteriza por la lesión, en principio irreversible, de diversas estructuras cerebrales. Sin embargo, la vulnerabilidad de las diferentes regiones del cerebro no es uniforme y algunas áreas son más sensibles que otras, configurándose un daño variable y no uniforme en todo el sistema nervioso.
Por ejemplo son particularmente sensibles las capas celulares de la corteza (donde están nuestras funciones neurológicas más complejas como el habla, la interpretación inteligente de los estímulos sensoriales, la decisión inteligente del movimiento, etc.), el área denominada hipocampo (centro esencial de organización de las emociones), el cerebelo (órgano coordinador de movimientos automáticos y del equilibrio) y los ganglios basales (centro neurológicos esenciales de la conexión y coordinación entre las áreas de la corteza cerebral y otras partes del sistema nervioso).
Tras la encefalopatía post-anóxica y dependiendo de la lesión cerebral que se haya producido, puede suceder que el enfermo tenga una condición neurológica en la que exista un grave compromiso de conciencia (adinamia, estupor, obnubilación, coma...). El tratamiento de estos pacientes puede realizarse no farmacológicamente, actuando sobre aspectos que pueden mejorar la calidad vida del enfermo, como una adecuada nutrición y la prevención y tratamiento de las complicaciones infecciosas. Farmacológicamente, se está utilizando una gran variedad de fármacos (dopaminérgicos, noradrenérgicos, colinérgicos y serotoninérgicos) que pueden mejorar ligeramente el estado de conciencia de estos pacientes, pero con resultados poco llamativos por lo general.

Categoría

📚
Aprendizaje

Recomendada