"La huella de la cocaína” descubre la vida, los problemas y las circunstancias en las que los seis personajes quedaron atrapados por la coca y su lucha por rehabilitarse y abandonar la droga. Los seis deciden dar la cara y afrontar el desafío de desvelar su personalidad y su historia. A diferencia de los heroinómanos, los adictos y consumidores de coca son muy celosos de su intimidad y quieren mantener el anonimato a toda costa. Ellos son el rostro de esas decenas de miles de personas, de todas las capas sociales, integradas laboral, familiar y socialmente, que llevan una doble vida hasta que la dependencia muestra su peor cara. Las distintas historias se desarrollan en el entorno familiar y laboral de los adictos. Las cámaras también se asoman a un centro de día de Proyecto Hombre en Palma de Mallorca, una comunidad terapéutica en Cádiz y una clínica privada en Madrid, lugares a donde cada día acuden más toxicómanos pidiendo ayuda. A través del testimonio de los protagonistas del documental se descubren las secuelas físicas y síquicas que aparecen con el consumo prolongado y de grandes cantidades de coca. Entre diez y quince gramos de cocaína al día llegó a consumir Ricardo, uno de los protagonistas del documental, mientras que Carlos llegó a consumir cuarenta gramos. Manía persecutoria, paranoias, son junto a cuadros sicóticos y ataques de violencia, algunas de las consecuencias de ese consumo que generalmente se agrava cuando se combina con alcohol. El abuso de coca es hoy la mayor causa de urgencias hospitalarias por drogas. Distintos expertos abordan esta verdadera epidemia que hoy ha empezado a asomar la cara y que ha disparado todas las alarmas y las peticiones de asistencia