Una nueva generación de inversores quiere obligar a las empresas a respetar el medio ambiente. Si el dinero gobierna el mundo, como bien saben los activistas climáticos, ¿puede entonces el dinero verde salvarlo?

La estrategia de inversión verde consiste en recompensar a las empresas que operan de forma ecológica. Por el contrario, a quien dañe el clima se le cerrará el grifo del dinero. El medio ambiente, que en otros tiempos tuvo tan poco valor, se está convirtiendo en una divisa fuerte.
Antonis Schwarz tiene 30 años. Su lema: dinero contra el cambio climático. Para muchos millennials adinerados como él, la protección del clima es la variable más importante cuando se trata de cuestiones de inversión. Invierten específicamente en empresas y proyectos que protegen el medio ambiente. En su opinión, las personas adineradas tienen una responsabilidad especial: "Si puedes cambiar algo y no lo haces, entonces tienes parte de la culpa. Por eso debemos hacer todo lo posible para evitar la catástrofe climática".

En el sector financiero se da este planteamiento cada vez más: ¿De qué sirve tanto dinero si en algún momento ya no tiene valor porque vives en un planeta que está completamente sumido en el caos?

Los inversores institucionales tienen más dinero a su disposición que los particulares acaudalados. Ellos también están comenzando a cambiar su modo de pensar, y no solo por pura caridad. El cambio climático y los daños materiales resultantes ponen en peligro sus negocios, de ahí el creciente temor a perder miles de millones.

Este documental echa una mirada a los entresijos del mercado financiero y trata de responder a las preguntas: ¿Cuán efectiva es la "Inversión de impacto"? ¿Pueden los inversores realmente hacer que las grandes y poderosas corporaciones cambien su modo de pensar y lograr así algo en lo que la política siempre ha fracasado?